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Un ex hombre de Pierri en el Mercado Central
La última compra de Ruckauf

Se trata de Juan Carlos Piriz, quien ya fuera director del Mercado. En 1993 fue sindicado como organizador de los �batatas� del PJ.

En el centro, �Batata� Juárez, hombre de choque de Pierri.
El �Gordo� Piriz volvió al Mercado Central designado por Ruckauf.


Por Laura Vales

t.gif (862 bytes) El Mercado Central tiene como nuevo jefe a un viejo conocido. Juan Carlos Piriz, el primer titular de la Corporación tras la llegada de Carlos Menem al poder, ayer volvió a ocupar su viejo despacho como presidente del Central, luego de ocho años de ausencia. El regreso fue dispuesto por el gobernador bonaerense Carlos Ruckauf, quien ya aprobó el nombramiento correspondiente. Pero el remozado funcionario, como la entidad que ahora vuelve a comandar, tiene su historia: una biografía que a mediados del 93 quedó ligada al escándalo que comprometió a las primeras filas del PJ bonaerense en el reclutamiento de �batatas� para todo servicio.
Hombre de estrecha confianza de Alberto Pierri, el �Gordo� Piriz, como todos le llaman en La Matanza, es conocido como un puntal del PJ en lo que fue el histórico bastión del pierrismo en la provincia. Cuando en agosto de 1993 Página/12 reveló la existencia de un sistema de reclutamiento de patotas en el Mercado Central, Piriz ya no estaba entre sus directivos. Pero los changarines, operadores y ex funcionarios de la entidad señalaron en dirección a él a la hora de explicar cómo se había montado el sistema.
El mecanismo de reclutamiento de las patotas, según fuentes de la propia entidad, nació de la mano de Pierri en 1988, pero cobró vuelo con el triunfo del menemismo al año siguiente. Aníbal Stella, por entonces director del Central, lo había dejado traslucir sin demasiadas vueltas: �Acá siempre hubo patotas�, explicó en esos días; �todos son peronistas; los dirigentes saben que acá consiguen mano de obra de inmediato�. Stella desmintió posteriormente esas declaraciones, pero los propios changarines confirmaron después los manejos de distintas corrientes del justicialismo para armar �grupos de seguridad� y conseguir militantes para las campañas.
Los changarines que trabajan en la descarga de mercadería fueron organizados en cooperativas durante la administración radical; en poco tiempo sus directivos pasaron a ser identificados por los automóviles último modelo en los que llegaban al Mercado, inaccesibles incluso en sueños para los cooperativistas encargados del trabajo duro de acarrear cajones entre las naves de frutas, verduras y pescados.
Entre esos directivos hubo algunos, como Alberto Olmos, que había sido bancario pero terminó como socio de �Batata� Juárez en la conducción del manejo de La Ideal, una de las cooperativas en cuestión. En 1988, al calor de las internas entre Antonio Cafiero y Carlos Menem por la candidatura presidencial del peronismo, �Batata� y los suyos se alinearon con Menem y colaboraron con entusiasmo en la campaña. Algunos memoriosos aseguran incluso que lograron viajar a Anillaco, y repiten la misma anécdota sobre Piriz.
El episodio relatado tuvo lugar en la parrilla El Jagüel, frente al Mercado Central, donde Pierri reunió a los hombres de las cooperativas y garantizó: �Si me entero que uno solo de mis hombres le saca plata a los trabajadores, les saco el brazo�. Según uno de los asistentes a esa reunión, Cacho Campos, presidente de una cooperativa, le respondió: �Entonces empiece por cortarle el brazo al que tiene a la derecha�. El que ocupaba ese lugar era Piriz.
El dirigente había sido, antes de llegar al Central, un militante de pasado combativo enrolado en la renovación peronista desde su aparición y hasta 1988, cuando cruzó la vereda hacia las filas del menemismo. En La Matanza todavía se lo recuerda como un caudillo que desarrolló su propio poder en el manejo de las áreas comunitarias y de movilización social. Allí fue, durante un tiempo, secretario de Gobierno del ex intendente del partido Héctor Cozzi, un hombre del que se afirma que su mayor mérito partidario fue ser contador de las empresas de Pierri y haber armado su staff con profesionales y pocos punteros. Después de su gestión en el Central, Piriz pasó al Senado de la provincia y fue reemplazado por Raúl Leguiza, un ex changarín que acumuló poder y terminó desplazado en mediodel escándalo junto al �Batata� Juárez cuando se conocieron los mecanismos de reclutamiento de �militantes� para los actos políticos.
En la noche del 25 de agosto de 1993, cuatro días después de que este diario publicara la primer nota sobre el Central firmada por
Hernán López Echagüe, el periodista fue atacado por un grupo de desconocidos en la puerta de su casa. La agresión ocurrió luego de que López Echagüe mantuviera un fuerte cruce con Alberto Pierri en �Hora Clave�, el programa de Mariano Grondona. �Recibimos y chequeamos denuncias sobre sus vínculos con Juan Carlos Piriz y los manejos mafiosos dentro del Mercado Central�, había retrucado el periodista ante los argumentos de Pierri para relativizar la veracidad de la información publicada.
Por esas casualidades del destino, la golpiza se convirtió en motivo para la primera aparición pública de Carlos Ruckauf como flamante ministro del Interior. A las siete de la mañana del 26 de agosto, el ahora gobernador llegó al hospital Otamendi para visitarlo y formular frente a las cámaras de televisión la rutinaria promesa de investigar a fondo el episodio. La causa judicial, en la que debió declarar el propio Pierri, terminó archivada. Siete años más tarde, el ex ministro, devenido en gobernador, repuso a Piriz en su antiguo puesto.

 


 

EL PJ CAPITAL DISCUTE EL ARMADO DE LA LISTA
�La candidatura de Cafiero ya está�

Por Fernando Almirón

Antonio Cafiero será quien represente al justicialismo en las elecciones de jefe de Gobierno de la Ciudad, el 7 de mayo. �Lo de Cafiero ya está, falta resolver quiénes ocuparán los lugares de privilegio en la listas de legisladores�, aseguraron a Página/12 hombres cercanos a Raúl Granillo Ocampo, que resignaría así su propia candidatura a favor del senador bonaerense aunque públicamente diga lo contrario. �Estamos dispuestos a ceder a Granillo, pero al menos queremos a ocho de nuestros hombres entre los doce que tienen posibilidades de entrar a la Legislatura�, reclamaron en el oficialismo del PJ porteño esgrimiendo su triunfo en las polémicas elecciones internas en abril del año pasado. �Antonio no ira como mascarón de proa de impresentables�, respondieron por su parte los cafieristas.
Los operadores de Cafiero apuestan a la creciente soledad de Granillo Ocampo para imponer las condiciones de una candidatura con la que, según dicen, buscarán �recuperar a los peronistas que, disconformes con la actual conducción del partido en la Capital, emigraron hacia otras expresiones, y recuperar el justicialismo en la Capital a mediano plazo�.
La debilidad del ex ministro comenzó cuando el propio Carlos Menem le dijo a un grupo de dirigentes, entre los que se encontraba Granillo Ocampo, �humildad y si es necesario dar un paso al costado� para permitir la formación de una lista de unidad que represente a todo el PJ porteño. A esta altura eran más los disidentes que los oficialistas. Un grupo de duhaldistas, liderado por Alberto Iribarne, emigró a la filas de Domingo Cavallo. Otro, representando por Jorge Telerman e Irma Roy, amarraron sus destinos al de Gustavo Beliz. Daniel Scioli, Javier Mouriño y Andrés Rodríguez se quedaron discutiendo su espacio dentro del partido.
Si bien el �paso al costado� de Granillo Ocampo es un hecho, el riojano no renunciará formalmente a su postulación ante el Consejo Metropolitano hasta que no se termine de negociar la composición de la lista de candidatos a diputados porteños. Los más optimistas dicen que sobre los 60 legisladores que se elegirán, el PJ podría colocar 12. De éstos, los granillistas quieren ocho.
Pero Cafiero quiere �despejar� la nómina tal como fue diseñada por Granillo, que sumó a hombres del histórico municipal Amadeo Genta: Alejandro Amor, y a la hija del inhabilitado dirigente Juan Carlos Suardi, María Eva. �Hay que dejar lugar para los que queremos que vuelvan al peronismo�, aseguran los cafieristas quienes afirman que �Antonio se tomará un tiempo para decidir quién será su compañero de fórmula�.
De hecho en ese lugar lo imaginan a Beliz, de Nueva Dirigencia, quien sigue aún con su intensa campaña para captar el voto de los porteños.

 

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