La
Internacional Alpina avanza. Primero fue Suiza, donde un partido de cierta
tendencia ya ocupa dos de los siete puestos del gobierno colegiado.
Pronto, parecía ayer, será Austria, donde el Partido de la Libertad
Austríaco (FPOe, de la misma tendencia) entabló negociaciones para
formar parte de un gobierno con los conservadores del OVP. Esos partidos
salieron segundo y tercero respectivamente en las elecciones de octubre,
por lo que una alianza les daría una cómoda mayoría parlamentaria para
gobernar. Haider rehusó ser canciller, al menos por ahora, lo que
significaría un gobierno del conservador Wolfgang Schuessel si se
cimentaba la coalición negro-parda. A pesar de esa salvedad, el ministro
de Justicia israelí, Yossi Beilin, amenazó ayer con retirar a su
embajador si Herr Haider entraba en cualquier capacidad al gobierno. Al
término de su encuentro ayer, en el que fijaron un tope de 10 días para
decidirse, tanto Schuessel como Haider se manifestaron �optimistas�
sobre una alianza. Tienen motivos para serlo: el canciller
socialdemócrata Viktor Klima admitió ayer a la noche que no podría
formar un gobierno de minoría.
¿Cómo definir al FPOe, que obtuvo el 27 por ciento de los votos el 3 de
octubre? Su líder Haider cultivó la popularidad en su actual capacidad
de gobernador del estado de Carintia. En ella, impulsó proyectos de
bienestar social, tales como un subsidio para las familias que tuvieran
más de un hijo, siempre y cuando dicha familia fuera de pura cepa
austríaca. Pero la generosidad de Haider no se limitó a sus hermanos
raciales. El año pasado, en respuesta a un aumento de los casos de
tuberculosis, propuso un programa de vacunación compulsiva en las
escuelas que tuvieran una alta proporción de niños inmigrantes o hijos
de inmigrantes. Durante la última campaña agitó por políticas para
detener el influjo de tales inmigrantes, que casualmente provienen en su
gran mayoría de Turquía y países del Medio Oriente. Buscando la palabra
exacta para definir los riesgos de la situación inmigratoria, escogió
befremdung (�extranjerización�), neologismo inventado, seguro
también por casualidad, por Joseph Goebbels.
Pero Haider también alentó al pueblo austríaco a sentirse orgulloso de
su pasado, como nación y como parte de la Gran Alemania. Expresó
admiración hacia las políticas de trabajo de ese otro eminente
austríaco, Adolf Hitler, notando que bajo su régimen no hubo desempleo
en Alemania. Alentó al debate histórico al sugerir un nuevo término
para los campos de concentración nazis: �Campos de castigo�.
Presentando un contraste pocas veces expuesto, sugirió que las políticas
antijudías del nazismo no fueron peores que la expulsión de los alemanes
sudetes de Checoslovaquia después de 1945. Sobre la Segunda Guerra,
consideró que las Waffen SS habían sido �una parte del ejército
alemán que habría que honrar�. Haider se mostró muy telegénico, y es
un excelente deportista que practica, entre otras cosas, el alpinismo.
Todo esto sirvió para quintuplicar los votos del FPOe en las últimas
elecciones austríacas.
Ese resultado le dio a Haider una excelente posición para negociar su
participación en el gobierno. El momento decisivo pudo haber venido el
lunes, cuando renunció a entrar en la Cancillería. Sólo sería jefe de
gobierno, explicó, si el presidente Thomas Klestil se lo pedía �de una
manera muy cordial�. Algo improbable, dado que Klestil se dedicó en la
última semana a fomentar un gobierno socialdemócrata de minoría. De
todos modos, lo que más le interesa al FPOe es el control de las carteras
de Finanzas o de Acción Social (un cargo algo inquietante en manos del
FPOe).
Para el OVP, una coalición tendría varios atractivos. En principio, el
resultado de un quiebre de las negociaciones podría ser nuevas
elecciones, en las que, según los últimos sondeos, el voto conservador
caería mientras que el FPOe aumentaría aún más. Además, Schuessel
tiene esperanzas de que con el FPOe podría cumplir las principales metas
de su partido: consolidar el presupuesto, reformar las jubilaciones,
flexibilizar y deregular algunos sectores de la economía, y mantener una
política en favor de la integración europea. Bueno, esto último podría
resultar algo más complicado con el FPOe dentro del gobierno, pero no
tanto. Después detodo, siempre se pueden encontrar otros términos para
definir a Haider que el de �neonazi�.
UN FRACASO EN LA ALIANZA
ROSA-ROJA ESPAÑOLA
¿Llegará una hermosa amistad?
Por primera vez en
la historia de la democracia española, el socialismo ofreció el lunes a
los comunistas una alianza electoral �a la francesa�: un pacto para
formar �un gobierno de progreso� en torno de un programa previamente
acordado. Ayer fracasó en su primera versión. Francisco Frutos,
candidato electoral de Izquierda Unida (IU), liderada por los comunistas,
rechazó la propuesta del secretario general del Partido Socialista Obrero
Español (PSOE), Joaquín Almunia, alegando que su formación �tiene
vocación de ser una opción en todo el Estado". Pero por la noche su
partido le daba carta blanca para buscar un acuerdo que no fuera en los
términos del PSOE. Con la alianza se buscaba vencer al Partido Popular
actualmente en el poder y seguro favorito para las elecciones legislativas
del 12 de marzo.
La oferta de un pacto a la �francesa� contenía la petición de que
Izquierda Unida no presentara candidaturas al Congreso en las 34 de las 51
provincias donde nunca logró un escaño. A cambio, Izquierda Unida se
garantizaría representación en el Senado, donde ahora carece de
presencia, a través de las candidaturas del PSOE. Almunia había remitido
el lunes a Frutos, candidato de Izquierda Unida a la presidencia, un
escrito con 10 puntos �irrenunciables�, aunque �ampliables�.
El acuerdo suscrito en 1997 por la izquierda francesa, que permitió al
actual premier socialista Lionel Jospin derrotar a la derecha y
posibilitó la entrada de ministros comunistas en el gobierno. La oferta
socialista supuso un giro histórico en la tradicional posición de
enfrentamiento con los comunistas. Si se lleva adelante, significaría un
cambio radical en la cultura de la izquierda en España. El PSOE, que
gobernó con Felipe González entre 1982 y 1996, es el principal partido
de oposición y el segundo en importancia del país después del PP,
mientras que IU es la tercera fuerza política de España. Ayer Frutos fue
categórico, antes de buscar otros términos de acuerdo. La propuesta del
PSOE �no tiene nada que ver con un pacto unitario de la izquierda, ni
tan siquiera con un pacto a la francesa�. El Partido Popular de Aznar
obtuvo, en el escrutinio legislativo de marzo de 1996, el 38,79 por ciento
de los votos, el PSOE el 37,63 por ciento y el IU el 10,54 por ciento.
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