Página/12 en Francia
Por Eduardo Febbro Desde París
Para
su primera gran gira por Europa el canciller cubano Felipe Pérez Roque
encontró un terreno propicio. Pese a la posición crítica común que los
países de la Unión Europea asumen ante La Habana, el caso del niño
náufrago cubano Elián González catalizó el apoyo de Europa. Apoyo como
el que le brindó Francia cuando el ministro francés de Relaciones
Exteriores, Hubert Vedrine, dijo que no �se explotara políticamente el
caso de Elián González�. Apoyo como el que le brindó la patronal
francesa, que destacó su papel de �pionero en el mercado cubano en una
época en que nadie se interesaba�. Apoyo también de manera más global
a la gestión actual del país, incluso más allá de los reclamos
formales de un respeto mayor de los derechos humanos. En esta entrevista
exclusiva con Página/12, el canciller cubano evoca el caso Elián.
�¿Qué debe hacer EE.UU. con el niño Elián González?
�Es hora de que EE.UU. devuelva de una buena vez por todas al niño. Es
un escándalo que un grupo de cubanos radicales de Miami, y digo un grupo
y no toda la comunidad, dicte la política de la administración
norteamericana. Me pregunto ahora quién dicta, quien manda en EE.UU.
¿Acaso es Washington o el pequeño círculo de irreductibles de Miami?
Miami debe respetar las leyes de Estados Unidos y permitir el regreso de
Elián a Cuba. Su padre, que detenta la patria potestad, es el único
habilitado, es el único que posee la tenencia legal de su hijo. Con cada
día que se pierde el niño sufre y se expone a sufrir daños
irreparables. Esto es una violación flagrante de los derechos humanos,
una violación de los derechos del niño y de la familia. Me parece una
vergüenza que se haya utilizado a un niño de 6 años como arma política
y que se lo haya puesto en el centro de una disputa cuya única razón es
política. Cuba no cederá nunca. Haremos todo lo que está a nuestro
alcance para que Elián regrese a su país y se ponga término a esta
violación criminal de los derechos humanos contra un niño y su padre.
Pienso que se está cometiendo un crimen. La suerte de un niño que acaba
de sufrir la desgracia de perder a su madre en un naufragio no debería en
ningún caso ser objeto de explotación política. Pero eso es lo que
está ocurriendo.
�En París usted obtuvo el apoyo de Francia en el caso Elián, evitó
las críticas frontales con respecto de la situación de los derechos
humanos..., pero sigue habiendo siempre una nube. ¿Cómo ve usted la
evolución futura?
�Cuba tiene interés en sus relaciones con la Unión Europea. De hecho,
el diálogo bilateral entre Cuba y varios países que integran la Unión
se ha incrementado mucho. No hay en este momento un diálogo institucional
entre Cuba y la Unión Europea, pero es posible que en curso de este año
el diálogo se implemente. La Unión Europea tiene la posición común
hacia Cuba. Nosotros consideramos que la posición común es un documento
obsoleto, superado por los años, que no se ajusta a los intereses de la
Unión Europea y que está inspirado por una filosofía injerencista sobre
la base de la cual es imposible llegar a acuerdos o diálogos. Esa
filosofía actúa como una camisa de fuerza para varios países de la
Unión Europea que aspiran a mayores relaciones con nosotros, pero chocan
con los estrechos marcos de la posición común. Aspiramos a que la Unión
Europea mantenga una posición independiente, desligada de EE.UU., que
establezca una relación madura y directa con nosotros. Consideramos que
el entendimiento que existió entre los europeos y EE.UU. ha naufragado.
�A usted se lo presenta como el heredero de Fidel. ¿Se siente bien con
esa definición elaborada por los europeos? �¡Desde luego que no soy el
heredero natural de Fidel Castro! En Cuba no hay una monarquía. Considero
que sí hay en Cuba una generación que no puede llamarse heredera
natural, sino que hoy es protagonista de la defensa de la integridad del
país. La generación de los nacidos después de la revolución, junto con
la que hizo la revolución, defienden juntos el derecho a tener un país
independiente, de equivocarnos por nuestra propia cabeza. Queremos un
país que hable en español. Estamos preparados para una relación madura
con EE.UU. No somos un pueblo antinorteamericano. Hemos sufrido, pero no
animamos odios contra Norteamérica. Creemos que un día podrá haber
relaciones respetuosas. Nuestra generación está para eso. No nos
preparamos de ninguna manera para un poscastrismo. Hoy pensamos como
Fidel, compartimos con él los sueños de un país libre e independiente,
de una sociedad justa y con oportunidades para todos. Es el caso de los
cientos de miles de jóvenes que son hoy los médicos, los maestros, los
dirigentes de empresa y del aparato estatal de Cuba. Seis de cada diez
cubanos tienen menos de 40 años... Así que... tenemos tiempo para seguir
defendiendo nuestras ideas. Y EE.UU. haría bien en arreglarse ahora con
nosotros porque los que venimos después somos todavía más radicales.
�Para terminar, Maradona está en Cuba. ¿Esto lo sorprende?
�No, por qué. Deseamos realmente que Maradona pueda encontrar mejoría
en Cuba. Maradona es muy querido por nosotros. Para nosotros siempre va a
ser el pibe de oro. Tengo fe de que este momento de tristeza, este bache
en el que se encuentra pueda ser superado.
�¿Qué espera La Habana del nuevo gobierno de De la Rúa?
�No conozco pronunciamientos directos del gobierno de De la Rúa. Le
deseamos éxito a su gestión y esperamos relaciones útiles y
beneficiosas. No quisiéramos realizar ningún pedido directo. Ya le
escribí al canciller argentino informándolo sobre todos los detalles del
caso de Elián González.
�¿Para Cuba la partida de Menem es un alivio?
�Bueno... el presidente Menem... espero que no deje de seguir
mandándole su vino al presidente Fidel Castro.
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