Por Martín Granovsky
 El presidente Fernando de la Rúa anunciará hoy a nivel internacional su compromiso en la solución de los atentados contra la embajada de Israel y la AMIA y se reunirá con Ragnar Hagelin, el padre de la adolescente sueca Dagmar secuestrada en 1977. El escenario no podía ser mejor: hablará en el Foro del Holocausto de Estocolmo justo cuando el encuentro quedó en el centro de la política mundial por la discusión sobre la eventual llegada al poder del neonazi austríaco Joerg Haider.
De la Rúa recordará por lo menos tres elementos en su discurso de hoy ante el Foro:
 Que el Gobierno envió el proyecto de Ley sobre el Arrepentido reclamado por una parte de los familiares de las víctimas de los atentados.
Que la Argentina cuenta con una Ley contra la Discriminación ya aplicada en casos concretos. (El propio De la Rúa es autor de la ley).
Que el Gobierno impulsará la investigación de los atentados en la Justicia.
De la Rúa aprovechará el Foro del mismo modo en que a fines del año pasado, como Presidente electo, utilizó el Congreso de la Internacional Socialista en París y antes, como candidato, se presentó en el Consejo de la IS reunido en Buenos Aires. Ayer y hoy en Estocolmo los objetivos son la construcción de imagen internacional propia, la explotación de cada chance de oportunidades fotográficas con líderes extranjeros y el tejido de contactos de alto nivel. Se suma, como cuarta meta, la afirmación de sus buenas relaciones con la comunidad judía argentina.
Su suerte es que un encuentro que en los papeles parecía más o menos formal se politizó ayer, cuando el primer ministro israelí Ehud Barak utilizó el Foro como tribuna para anunciar su rechazo a la entrada de Haider al gobierno austríaco.
La declaración le puso vida a cada recuerdo sobre el Holocausto escuchado en Estocolmo y a raíz de Estocolmo.
El primer ministro inglés Tony Blair anunció que el Reino Unido establecerá que desde hoy todos los 27 de enero conmemorará el Holocausto, en homenaje al final del campo de concentración de Auschwitz.
Su colega sueco, Goran Persson, señaló que olvidar el Holocausto es como �traicionar a aquellos que murieron y a aquellos de sobrevivieron� y autocriticó la actitud de su país: �Hoy sabemos que las autoridades suecas fracasaron en el ejercicio de sus deberes durante la Segunda Guerra Mundial. El gobierno sueco lamenta profundamente el hecho de que tengamos que hacer esta observación�.
El jefe del gobierno alemán, Gerhard Schröder, pareció hablar de Haider sin mencionarlo cuando reclamó más �cooperación internacional para combatir la propaganda racista y la exaltación de la violencia�. Sobre el Holocausto en su país dijo que �nadie puede poner punto final a la historia alemana, y la gran mayoría de los alemanes no lo quiere�. Al contrario: �Lo que queremos es que nuestra juventud analice en forma crítica el horror del Holocausto�.
Schröder, a quien De la Rúa vio por primera vez en Davos fugazmente, fue uno de sus interlocutores de ayer. Página/12 pudo saber que el argentino le explicó su obsesión por el orden de las cuentas y defendió la continuidad de las inversiones extranjeras. Lo mismo hizo con Massimo D�Alema, el primer ministro italiano a quien ya había encontrado, de socialista a socialista, en Buenos Aires y en París. Con Lionel Jospin, primer ministro francés, también tuvo un segundo encuentro en pocos meses. �Le dije a Jospin que había dado unas recomendaciones a mi gobierno inspirado en el ejemplo de lo que él hizo con el suyo �dijo De la Rúa mencionando las Veinte Verdades sobre ética pública que entregó a sus funcionarios�. También le conté que el tema tuvo un gran eco en la prensa, dado que señalaba que yo había seguido su modelo, aunque las recomendaciones son distintas, pero el hecho es que este estilo nos ha unido. Yo le conté también a Jospin que cuando (John) Kennedy llegó al gobierno, dictó también una serie de normas éticas para sus funcionarios, aunque las que nosotros hicimos no son sólo éticas sino también de buen funcionamiento administrativo.
EL JEFE DE LA SIDE CON EL ACADEMICO JOSEPH NYE
Contacto de Santibañes en Harvard
Por M.G.
En busca de modelos, el jefe de la inteligencia argentina se reunió ayer con un ex funcionario de la inteligencia norteamericana, el académico Joseph Nye, que fue de Harvard a la CIA. Página/12 estableció que el encuentro de Fernando de Santibañes y Nye se realizó al mediodía en Boston.
Actualmente Nye, a quien todos llaman, por supuesto, Joe, dirige la Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard. Hasta allí llegó María Fra Amador en nombre de Santibañes para pedir un contacto con el ex banquero a quien De la Rúa convenció de encabezar la SIDE.
Santibañes había declarado que quiere incorporar académicos a la Secretaría de Inteligencia del Estado y deslizó que uno de los ejemplos internacionales fue el de Nye cuando éste se integró con un equipo a la dirección de la Agencia Central de Inteligencia en la primera presidencia de Bill Clinton. La CIA siempre se nutrió de profesionales y académicos en sus cuadros medios, pero en el caso de Nye su llegada estuvo directamente relacionada con la política y la necesidad de Clinton de reformular la inteligencia exterior tras el fin de la guerra Este-Oeste.
En realidad Nye es un notable investigador de la política internacional, autor de Bound to lead y Democracy.com, pero nunca fue un académico puro. Sus conexiones son demócratas y vienen de lejos. Ya había sido funcionario del gobierno de James Carter, había participado en la campaña de Michael Dukakis en 1988 y está considerado uno de los inspiradores intelectuales de la secretaria de Estado Madeleine Albright. Su tesis de los últimos diez años es que Estados Unidos solo puede mantener su liderazgo si refuerza el desarrollo tecnológico y la educación mientras garantiza el crecimiento económico.
En 1992 concedió un reportaje a este diario en el que pronosticaba que el principal problema de la ex Unión Soviética serían las guerras civiles en la zona del Cáucaso, y al pasar recomendaba poner atención al conflicto entre rusos y chechenos.
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