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DECIDIRIAN MAÑANA O EL LUNES
Pinochet vs. Bélgica

El gobierno belga se convirtió ayer en el principal enemigo de Pinochet y el británico en su nuevo amigo, cuando la Alta Corte de Londres empezó a considerar los alegatos contra su liberación.


Página/12 en Gran Bretaña
Por Marcelo Justo desde Londres

t.gif (862 bytes) �El tiempo se bifurca hacia innumerables futuros. En uno de ellos soy su enemigo.� Como en los oscilantes destinos de las relaciones humanas que describe Borges en El jardín de los senderos que se bifurcan, el ministro Jack Straw, otrora bestia negra del pinochetismo por haber ordenado su arresto, se ha convertido, en esta nueva bifurcación legal del caso, en el mejor amigo del general. En la Alta Corte de Londres, Jonathan Sumption, abogado del Ministerio del Interior, defendió la decisión �preliminar� de Jack Straw de suspender el proceso de extradición de Pinochet a España y atacó con dureza al gobierno de Bélgica y a las seis organizaciones de derechos humanos que solicitan que el funcionario dé a conocer los informes médicos en los que fundamentó sus �razones humanitarias�. El juez Maurice Kay, que entiende en la vista preliminar, anunció que daría a conocer mañana o el lunes su fallo sobre la petición de revisión judicial de la decisión de Straw. En caso de que se pronuncie a favor de la petición, las dos partes se enfrentarían en la Alta Corte para definir si la decisión de Straw es legal o no. En caso de que la rechace, el avión de la Fuerza Aérea chilena que aguarda un desenlace en Bermudas partiría raudo a buscar al general, procurando no hundirse en el famoso triángulo apenas comenzado el vuelo.
En una sala saturada por la prensa nacional e internacional, las dos partes intercambiaron densos argumentos sobre la ley de extradición y más de un elegante insulto. En representación del Reino de Bélgica, uno de los cuatro Estados que busca la extradición del general, la abogada Presiley Baxendale señaló que Jack Straw estaría actuando de manera �ilegal e irracional� si autorizaba el regreso de Augusto Pinochet a Chile, sin permitir ver los informes médicos a los que se oponen a la decisión. La abogada añadió que la decisión del ministro del Interior era un incumplimiento de las obligaciones internacionales contraídas por Gran Bretaña en el marco de la Unión Europea. Según la letrada, la Convención Europea de Asistencia Mutua en Asuntos Criminales de 1959 estipula que los países signatarios deben suministrarse �la máxima colaboración para los procedimientos que se hagan en relación con delitos, cuyo castigo cae bajo la jurisdicción del país que solicita la cooperación�. Por su parte, y en representación de Amnesty International, Human Rights Watch, la asociación de familiares de los desaparecidos, Justicia, Redress, y la Fundación Médica para el Tratamiento de las Víctimas de Tortura, el abogado Richard Drabble calificó de �inaceptable� la posición de Straw y lo criticó por no tomar en cuenta los derechos de las presuntas víctimas del régimen del ex dictador. 
Pero Sumption, abogado del Ministerio del Interior y uno de los más famosos y mejor pagos del país, salió con los botines de punta para neutralizar los alegatos del Reino de Bélgica y de las seis organizaciones de derechos humanos. Sumption advirtió que la extradición de Pinochet se estaba convirtiendo para ciertos grupos en un fin en sí mismo y en un símbolo de compromiso con los derechos humanos, en vez de ser un tema legal que debía resolverse de acuerdo a lo que estipula la ley. �El ministro del Interior es perfectamente consciente de los graves delitos que se le imputan a Pinochet, pero su imparcialidad es una salvaguarda fundamental para el acusado y los intereses de la justicia�, dijo a la Corte.
Sumption aclaró que el ministro del Interior hubiera preferido que el informe médico fuera dado a conocer a los Estados que solicitaron la extradición, pero que los abogados del general se habían negado a que elloocurriera. En un intento de demostrar que el ministro estaba del lado de la justicia y que sus opositores se guiaban por bajos impulsos políticos, el letrado subrayó que en ningún momento Straw hubiera revelado estos informes a �grupos de presión� como Amnesty. En cuanto al gobierno de Bélgica, Sumption indicó que no tenía derecho a objetar que Gran Bretaña suspendiera un proceso de extradición por razones humanitarias. �Debo ser cuidadoso con lo que digo sobre un gobierno amigo pero la solicitud que han hecho es sorprendente. O se trata de un proceso colateral para obtener material confidencial en Gran Bretaña o simplemente no pensaron en lo que estaban haciendo�, señaló.
El caso se reanuda hoy a las 10.30 hora local (7.30 hora argentina) con las réplicas a Sumption de Bélgica y las seis ONG. El juez adjudicó media hora a cada parte pero, como en las eternas audiencias sobre el caso en la Cámara de los Lores, los plazos pueden extenderse y el gobierno británico tiene derecho a solicitar una réplica. Los abogados del general Pinochet, que en su momento defendieron su inmunidad como ex jefe de Estado diciendo que Hitler no podría haber sido juzgado, también se encuentran presentes aunque aclararon al juez Kay que por el momento no tenían nada que decir. Simbólicamente, la geografía de la sala los colocaba muy cerca del abogado del gobierno inglés y en oposición al gobierno de Bélgica y las organizaciones de derechos humanos. 

 

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