Por Florencia Grieco
 No llegaron corriendo en cámara lenta ni se abrazaron frenética e interminablemente mientras la imagen daba vueltas a su alrededor emulando el efecto mareo de las novelas de pura cepa emotiva. Pero hay que reconocer que el dilatadísimo encuentro concretado ayer en Miami entre Elián y sus abuelas logró superar las expectativas que el seguidor más fiel habría puesto en el capítulo más esperado y anunciado de su novela. Porque la millonaria cantidad de espectadores con el ojo puesto sobre el drama del balserito es la envidia de todo productor. Y porque la oxidada diplomacia entre los extremos del estrecho de Florida se convirtió en una grotesca saga de peleas, traiciones y escándalos capaz de reclamar el derecho apócrifo a la herencia de Almodóvar en la pantalla chica.
El capítulo de ayer marcó definitivamente el futuro desarrollo de la novela. No hay dudas de que, desde que el drama saltó a la fama el 25 de noviembre pasado, el reencuentro era la escena más temida por unos y más reclamada por otros. Pero ese clima se trasladó intacto al lugar del hecho y obligó a que las abuelas llegaran escoltadas y a que los familiares cubano�americanos de Elián practicaran con él una custodia cuerpo a cuerpo hasta su llegada al salón clave, cuya entrada ellos y las omnipresentes cámaras de televisión tenían bloqueada.
Escena uno. El viaje. Con la debida excepción al refrán, la segunda fue la vencida para las abuelas. En el mismo avión cedido por el Consejo de Iglesias de Estados Unidos en que cumplieron el trayecto Washington-Miami el lunes pasado, Mariela Quintana y Raquel Rodríguez aterrizaron en el aeropuerto de Opa-Locka cerca de las cuatro de la tarde. A esa hora estaba previsto el encuentro con su nieto en la casa �neutral� de la religiosa Jeanne O�Laughlin, pero recién una hora más tarde subieron al helicóptero que las trasladó hasta el centro de atracción de todas las miradas, cámaras y micrófonos disponibles en la zona. El motivo: varios líderes anticastristas y una reserva de abogados se habían apostado en una casa vecina al lugar del encuentro y se negaban a irse.
Escena dos. Los temores. Miedo uno (de la prima Marisleysis): �Tengo mucho miedo de llevarlo allí y no sé lo que va a pasar. Elián tiene miedo porque cree que se lo van a llevar�. Miedo dos (de otra prima de Miami, Georgina Cid): �Si vuelve a Cuba le van a destrozar el cerebro. Quieren hacer de él un símbolo comunista. Cuba no es un país como Venezuela o Ecuador en el que la gente es pobre aunque puede vivir. Cuba es una dictadura�.
Escena tres. Las advertencias. Russ Bergeron, portavoz del Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) de Estados Unidos �que forzó el encuentro en Miami�, aclaró que por ahora Elián se queda donde está: �Les hemos señalado (a las abuelas) que el caso está en los tribunales federales y que la reunión de hoy es justamente eso, una reunión�. Y el padre del niño de la discordia, Juan Miguel González, hizo su entrada en la escena americana con una orden vía postal: �Bajo ningún concepto acepten reunirse ni tener contacto alguno con Lázaro, ni la hija, ni cualquier otro familiar que haya apoyado el secuestro del niño. Les van a llevar un teléfono celular. Las vamos a llamar una hora después que estén con el niño porque queremos hablar con él cuando esté con ustedes enteramente libre�.
Escena cuatro. La doble llegada. (Y la doble custodia). Las abuelas entraron en la residencia escoltadas por O�Laughlin y acordonadas por efectivos de la policía y del FBI. Elián entró flanqueado por su custodia permanente: su tío abuelo Lázaro González y la prima Marisleysis. Pero el guardián feroz del trofeo anticastrista tuvo que ver de lejos �desde el primer piso� cómo el balserito enfilaba hacia la puerta del segundo piso detrás de la cual acechaba el mayor de sus temores. Afuera, los insistentes cubanos devenidos americanos de Miami se agolpaban con carteles pidiendo �Salvemos a Elián. Debe quedarse en USA�. Adentro, lahora y media de encuentro a puertas cerradas fueron el primer contacto del niño de seis años con sus familiares cubanos en dos meses.
El reencuentro. El desenlace. El resultado del encuentro es, por ahora, una incógnita. Duró media hora menos de lo establecido, los familiares cubano�americanos salieron de la casa enigmáticamente sonrientes y haciendo la �ve� de victoria con sus manos, y Elián se retiró con ellos a la casa de La Pequeña Habana. Elián recibió de manos de sus abuelas fotos, cartas y recuerdos de su familia y sus amigos de Cárdenas. Pero queda una incógnita: ¿usaron el celular con conexión directa a Cuba? ¿Elián dijo que quiere volver a Cuba? Como en las mejores novelas, lo más emocionante se sabrá recién en el próximo capítulo.
300 EMPRESAS NORTEAMERICANAS DESEMBARCAN EN LA HABANA
¿Elián? Los negocios van primero
El País de Madrid
Por Mauricio Vicent Desde La Habana
Mientras el �culebrón� de Elián se complica en EE.UU., La Habana es escenario en estos días de una inusual visita de empresarios y estudiantes estadounidenses, cuya presencia en la isla es el mejor ejemplo de lo contradictorias que son las relaciones entre ambos países. La cosa va en serio: por un lado, por primera vez en 40 años, el martes fue inaugurada en la capital cubana una gran feria de productos médico-farmacéuticos norteamericanos en la que participan 300 empresas, las cuales han recibido la bendición de la administración Clinton para viajar a Cuba; por otro, 630 estudiantes de EE.UU. llegaron el lunes a La Habana en un crucero organizado por la Universidad de Pittsburg con el propósito de tender puentes �por encima de prejuicios y posiciones políticas�. �Es como si lo que sucede hoy en EE.UU. alrededor del �caso Elián� fuese el pasado, mientras en La Habana estamos asistiendo a un adelanto de cómo serán en el futuro las relaciones de ambos países�, opinó un diplomático europeo.
Después de dos años de gestiones ante el Departamento de Estado y del Tesoro, los organizadores de la feria obtuvieron por fin en 1999, el permiso de Washington para que un centenar de empresarios norteamericanos viajasen a la isla en representación de unas 300 empresas médicofarmacéuticas y laboratorios. Entre ellas están los más importantes de EE.UU., desde Novartis-Gerber a Archer Daniels, y la mayor parte ha expresado su interés de vender productos en Cuba. Según el gobierno norteamericano, esto se puede hacer pese a la existencia del embargo, debido a las medidas flexibilizadoras aprobadas por Clinton. Convencidos de esto, muchos de los hombres de negocios que se encuentran hoy en Cuba pensaron que podrían concretar ya en este viaje operaciones comerciales con empresas cubanas. Ante la confusión, la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana decidió reunir el lunes a los empresarios norteamericanos para explicarles cuál era la situación real. Uno de los asistentes explicó perplejo a este diario: �Nos dijeron que sí se podía vender, pero que para cada operación hacía falta una licencia específica del Departamento del Tesoro. También aseguraron que los bancos norteamericanos no podían recibir dinero directamente de Cuba, por lo que, de hacerse algún negocio, debía ser a través de un banco de un tercer país�. �Hasta ahora Cuba no ha podido comprar en EE.UU. ni una sola aspirina, pese a que EE.UU. diga que no existe el bloqueo sobre las medicinas�, afirmó el presidente de la Cámara de Comercio de Cuba, Héctor Pérez.
Pese a las dificultades, algunos empresarios afirmaron que la feria era un �primer paso�. �Confiamos en que pronto reinará la racionalidad, y lo que hoy es imposible, mañana será sencillo�, dijo uno de ellos, que prefirió no ser identificado.
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