Por Fernando D�Addario
Todo
el país parecía estar representado ayer en el exclusivo Hard Rock Café.
No era un experimento antropológico destinado a aglutinar en un solo
lugar distintos estamentos sociales, sino una reunión protocolar para
promocionar �Argentina en vivo�, el ciclo de recitales gratuitos que
comenzará hoy a las 20.30 en la cancha de River, con la participación de
Memphis, Los Pericos y Turf. Allí se mezclaban, con una naturalidad que
no suele verificarse en otros órdenes de la vida, la alegría popular
patentada en la Mona Jiménez, el progresismo de León Gieco, la pachanga
veraniega de Los Pericos, el aroma a esquina porteña de Memphis y el
glamour fashion de Turf. La estética del local, las promotoras y la
exclusividad de los alrededores se encargaron del resto.
Entre cámaras de TV, micrófonos y balones de cerveza que consumían
sólo los periodistas (los rockeros se reservaban para el agua mineral),
la auténtica estrella de ayer fue la Mona. Un puñado de chiquilines
cuarteteros de la última hora, señoras elegantes, taxistas,
camarógrafos y músicos se peleaban, afuera y adentro del Hard Rock, para
saludarlo y felicitarlo. Hasta tuvo que cantar, a capella y sin
amplificación, su archidifundido (por las hinchadas de fútbol) �Beso a
beso�. La Mona actuará el domingo próximo en River junto con los
Auténticos Decadentes y Kapanga, una jornada evidentemente no apta para
aburridos. �Viste, Mona, vos siempre quisiste tocar en la cancha de Boca
y ahora te consiguieron una cancha en serio...�, le dijo uno de sus
allegados con ironía. Y él, Carlitos Jiménez, el más modesto de los
cantores populares, simuló vanidad al decir: �En River ya tocaron
todos, sólo faltaron Los Beatles. Y faltaba yo...�. En rigor, faltaban
algunos más. El viernes Gieco y Heredia repetirán el exitoso show
conjunto que presentaron en el Opera, y que pretenden llevar por
Latinoamérica. El sábado será el turno de Julio Bocca y el Ballet
Argentino (con la primera bailarina invitada Eleonora Cassano), que
presentarán un espectáculo novedoso, que incluirá coreografías sobre
música de Piazzolla y Pink Floyd, entre otros. El ciclo continuará luego
en diferen-
tes ciudades del interior del país.
Gieco estaba contento porque concretará, a despecho del show de mañana,
un sueño superador del Ushuaia a la Quiaca, porque llegará, el 4 de
abril, a la mismísima Antártida. �Hay biólogos, técnicos que me
escriben desde allá, y seguramente ni se imaginan que uno algún día
podría actuar en ese lugar. Para mí es una ilusión desde hace mucho
tiempo. Y tocar gratis para la gente es algo que hago en muchos pueblitos
de provincia, cuando me llaman de las municipalidades. Esto es lo mismo,
pero en Buenos Aires.� Los chicos de Turf tenían que contestar a cada
rato si no se sentían incómodos tocando con grupos estilísticamente
distintos. �A nosotros ya no nos asusta nada�, contestó Joaquín
Levinton. Antes de tocar, también en River pero como soporte de los
Stones, los organizadores nos advirtieron: �Lo menos que les van a tirar
son balas. Con el público stone corren peligro. ¿Tocan igual?�. Y
tocamos, claro. Así que ya somos una banda de estadios�. Esta frase,
acompañada por una sonrisa pícara. Más atrás estaban los músicos de
Memphis. Gente grande, Daniel �Ruso� Beiserman, Fabián Prado y Emilio
Villanueva permanecieron sentados, dejando que Adrián Otero hablara con
la prensa. �El es el famoso�, decían, con algo de razón. Esta noche,
el valor de las palabras cederá frente a las canciones. O al menos ésa
es la idea.
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