|
Por Cecilia Bembibre
Una
familia disfuncional es quizás uno de los ejes más trillados de la serie
televisiva. "Los Soprano" no es la excepción, pero al sumar a
los desequilibrios diarios de la familia Soprano los que atañen a La
Familia, el
programa reinventa el lugar común, y desborda naturalmente el género de
drama familiar para ubicarse en uno nuevo. Donde la calidad del argumento
y de las actuaciones desalienta en el espectador la urgente necesidad de
encasillar la serie dentro de parámetros conocidos y lo invita, en
cambio, a mirar.
Tony Soprano (James Gandolfini) es, como fue su padre, un hombre
clave en la vasta red que la mafia italiana tejió en los Estados Unidos.
Se dedica, como su padre, su tío y otros familiares, al manejo de
desechos, una actividad que --proclaman-- es perfectamente legal, aunque
para inspirar su política empresarial Tony vea una y otra vez en video El
padrino II. Su pequeña familia está compuesta por su esposa Carmela
(Edie Falco), fiel pero al borde de su tolerancia, y sus hijos Meadow
--una adolescente típica de nombre hippie-- y Antonio Jr. Su gran
"familia" es su madre Livia, su tío, su socio Big Pussy (Big
Pastore) y su sobrino Christopher Moltisanti (Michael Imperioli). En el
primer capítulo, la historia se dispara cuando Tony sufre varios
desmayos. La causa aparente es un colapso nervioso; decide entonces, y
bajo el más absoluto de los secretos, consultar a una psiquiatra. Aunque
todo el cuadro parezca --especialmente después de Analízame y en vista
de la inminente Mickey Blue Eyes, dos comedias llenas de clichés sobre la
mafia-- ideal para la parodia, "Los Soprano" se mantiene siempre
en otro tono, a pesar de que las inevitables citas a los códigos, la estética
y al mismísimo Vito Corleone integren naturalmente la dinámica de la
serie.
Desde su estreno, "Los Soprano" acumuló premios --ganó
cuatro Globos de oro el domingo pasado, arrasó en los Emmy-- y se
convirtió, según los responsables de HBO (que lo produce) en un ciclo
que "incide positivamente sobre la imagen del canal". El
entusiasmo se tradujo en diez millones invertidos en promocionar la serie,
ya que la hora semanal de programa es una de las razones por la que muchos
televidentes se suscriben a HBO. En la Argentina se ve en el mismo canal,
disponible sólo para los clientes de DirecTV.
|