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TRES CINEASTAS DEBATEN SOBRE LOS AVANCES TECNOLOGICOS
El foco puesto en Internet

Pablo Trapero, Fernando Spiner y Raúl Perrone analizan el impacto que tendrán el desarrollo del cine en la red y la influencia del video digital. Coinciden, de todos modos, en que �lo más importante es contar una buena historia�.


Por Luis Vivori

t.gif (862 bytes) �El aparato del cine surge a partir del avance de la tecnología�, afirma Pablo Trapero, responsable de Mundo Grúa, film emblemático del denominado nuevo cine independiente argentino. Pero de inmediato el mismo Trapero se encarga de aclarar �que esta tecnología no mejora necesariamente las películas�. De esta forma y sin quererlo, el joven realizador sienta las bases de un debate tan viejo como vital: ¿cuál es la relación ideal entre arte y tecnología? O expresado en otros términos, ¿cuánto puede (o debe) influir en el cine el avance tecnológico? El éxito impresionante del film independiente estadounidense The Blair Witch Project, luego de ser promocionado por Internet, generó inquietud en una camada de jóvenes realizadores que ya comenzaron a imitar el recurso. Una estrategia de marketing y publicidad que se acomodó para aquellos a quienes la gran industria del cine deja poco menos que en estado de marginalidad. Por otra parte, el arribo del video digital como recurso técnico, dejando de lado el tradicional material fílmico para realizar una película, parece encontrar cada vez más adeptos. El polémico �Dogma�, popularizado, entre otros, por el danés Lars Von Trier, adoptó este recurso como propio, aunque se sabe que ya había antecedentes al respecto. Resta saber si es un fenómeno de paso o llegó para instalarse de manera definitiva. Para debatir sobre lo que podría transformarse en una especie de efecto cascada en la Argentina, tres realizadores le expresaron a Página/12 sus opiniones. El uso de Internet como plataforma de lanzamiento de sus películas, la proyección de este fenómeno en el mundo y la creciente influencia del video digital en detrimento del modo tradicional de hacer cine, fueron los ejes convocantes.Mientras prepara su segundo largo, El Bonaerense, Trapero no tiene dudas al afirmar que �publicitaría una película mía en Internet. ¿Por qué no? Todo recurso que se utilice para dar a conocer tu trabajo, mientras sea honesto, es válido�. El cineasta, que todavía no pensó en buscar su propio sitio en la red, fue otro de los que se acercaron al cine para ver The Blair Witch Project, �que me gustó, pero no me encantó�. Es que el cine y su forma de promocionarlo no son necesariamente lo mismo, aunque a veces las fronteras se diluyan. Para Raúl Perrone, el director más independiente entre los independientes y responsable de Graciadió, Labios de churrasco y más recientemente Zapada, �la movida de estos chicos fue una buena jugada y desde ya que lo haría en un futuro. De hecho siempre intenté difundir como pude mis películas. Es necesario, aunque sea pequeño, realizar algo de marketing�. Al igual que Trapero, Perrone no salió maravillado del cine con la historia de la bruja �porque me pareció más de lo mismo, no me sorprendió�. Fernando Spiner, quien ya tuvo su propio acercamiento al mundo del futuro con su película de ciencia ficción La Sonámbula, sostiene que se debería hacer un diferenciación, porque �los fenómenos de lanzamiento no tienen que ver con el film en sí mismo. Le da una proyección que está al margen de lo que puede ser la película. De todas formas pienso que difundir por Internet es simplemente un espacio más�. Con respecto a The Blair..., Spiner piensa que sus �directores trabajaron sobre una idea que ya inventó Orson Welles con La guerra de los mundos. Eso de presentar una historia de forma apócrifa ya lo hizo Welles, y es difícil que alguien logre hacerlo tan bien como él�. Tal vez por eso Spiner decidió faltar a la cita y no vio la película. Más allá de los resultados logrados por The Blair Witch Project, los directores consultados opinan que el fenómeno se va a afianzar en el futuro. Para Perrone �Internet no es una moda, y pienso que su utilización dentro del cine se va a extender. De todas formas no hablaría tanto en términos de cine independiente, porque muchos usan el rótulo como unaherramienta de marketing y lo independiente pasa por la cabeza, no es una cuestión del momento y nada más�. Spiner es más rotundo y subraya que �para el cine independiente, mostrar sus películas en la red y tener sus propios sitios es la salida� y cita un ejemplo: �Los grandes estudios ponen, sólo en el lanzamiento de un film, un millón de dólares. ¿Cómo se puede competir con eso? Trapero, por el contrario, prefiere ser más cauto: �Como se puso de moda en una época pegar calcomanías, o entregar volantes y eran recursos válidos para hacer publicidad, hoy puede serlo Internet. La verdad es que no tengo idea de qué pasará dentro de unos años�. Como ejemplo quizá sirva la revolución que significó para la música el formato MP3, que permite transferir archivos de audio a una velocidad antes impensada. Con respecto al video digital, Trapero es contundente: �Si bien estamos en un momento de transición, no tengo dudas de que el celuloide va a desaparecer�. El director de Mundo grúa le abre las compuertas a este sistema, pero puntualizando que �el cine tiene que hacerse en el formato que mejor se adapte a la historia que se quiere contar. Es elección de cada uno�. Para Trapero, que no descarta usar alguna vez el video, los problemas del sistema tradicional de filmar películas traerán en el corto plazo variantes para su reemplazo, �porque aunque todavía ningún sistema garantice la imagen que logra el fílmico, éste trae un montón de problemas, como el tiempo que demora�. Para Spiner, hablar hoy del video digital �es olvidarse de que existe desde hace años. Incluso yo trabajé en video cuando hice en el �87 Ciudad de pobres corazones, el corto de Fito Páez�. El director amplía el concepto contando una anécdota: �Cómo será de viejo esto del video digital, que mientras estudiaba en Italia, en el �83, Vittorio Storaro ya estaba filmando en ese sistema. De hecho La Sonámbula la filmé con sistema digital. El costo más grande de una película no son precisamente los 35 mm�.Perrone, que se apresta a estrenar su última producción, La felicidad es un día de campo, es el más concluyente de todos: �El sistema digital es el futuro inmediato. Yo trabajo con él desde hace tiempo. Su influencia es obvia: los cines ya tienen todas las salas acondicionadas para video�. De todas formas, el realizador alerta sobre los que él considera oportunistas de turno, �esos que se van a subir al caballo cuando antes vapuleaban este sistema. Hay que aclarar que lo que habla de un director es su obra y no si lo hizo en digital o en el formato que sea�. El flamante siglo XXI está alumbrando debates valiosos y estériles. Y no tardará en marcarse el rumbo respecto de cuál será el verdadero aporte que le hará la tecnología al cine. Mientras tanto, bien vale aferrarse a la cita de Perrone, nunca más cierta, de que �lo más importante para un director será siempre contar una buena historia�.

 

�Son un par de trasnochados�

�Los del Dogma son un par de daneses trasnochados que armaron un circo para que todo el mundo hable de ellos.� Con esta reflexión poco amable, Perrone sienta las bases de su pensamiento sobre el grupo de directores que se planteó públicamente lo que llamaron una nueva forma de hacer cine. El tema no pasó inadvertido para el resto de los realizadores y tuvo eco en Argentina. Perrone denuncia �que los recursos que ellos dicen que inventaron son en realidad viejos. Están desde que el cine es cine�. Para Trapero, en cambio, películas como Contra viento y marea o La Celebración, �no fueron un éxito ni se vendieron porque estuvieran hechas en video. El Dogma es bastante más que el video, es una sumatoria de principios. Y si hicieron marketing con eso me parece lógico, porque no nos engañemos, el cine esta ligado directamente con eso�. Para Spiner la discusión no es para tanto porque �lo que hizo el Dogma es parecido al recurso de usar Internet para promocionar tu trabajo. Generaron un aparato de marketing para contraponerse a los grandes monstruos de la industria del cine.�


Spiner, eladelantado

La vocación de los directores argentinos por aprovechar los servicios de Internet ya tiene algún antecedente. Aunque la fiebre desatada entre los realizadores independientes estadounidenses no se haya extendido aún en la Argentina, Fernando Spiner, el director de La Sonámbula, puede considerarse un verdadero adelantado al respecto. Tal vez alentado por el clima futurista que pinta su propia película, Spiner decidió seguir haciendo pie en la tecnología. �Cuando filmé La Sonámbula, decidí que tuviera su propia página en Internet, y la verdad es que fue una buena decisión. La experiencia resultó muy valiosa porque se acercaron a la página unas 30.000 personas y opinaron con sus mensajes alrededor de 2500 más. Recibimos cartas de todo el mundo, algo que no estaba en los planes de nadie.� Si bien el servicio informático no fue utilizado esta vez como plataforma de lanzamiento de una película, demuestra el alcance que puede tener pensando en el futuro. Quien quiera repetir la experiencia de los miles que ya chatearon sobre La Sonámbula y otras cuestiones, debe visitar la página www.lasonámbula.com.ar. 

 

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