|
En
las primeras jornadas, Gregorio Ríos bromeaba acerca de que después del
juicio iba a tomarse vacaciones. No fue esa la imagen que dio ayer, cuando
enfrentó a la prensa y le preguntaron sobre cómo veía su futuro.
"No sabría decirle", respondió con resignación. "He
mantenido una línea de conducta y respeto por la vida humana", opinó
Ríos sobre el juicio oral, en el que está imputado como partícipe
primario. Luego agregó una frase, que sonó extraña en la boca de un ex
sargento que fue jefe de custodia de Yabrán: "no se olviden que mi
principal trabajo era cuidar vidas". El
abogado de Ríos, Jorge Sandro, intentó defender al fallecido empresario
Alfredo Yabrán. Dedicó la mayor parte de su exposición a desacreditar
las sospechas que pesaban sobre Yabrán, el "instigador del
instigador" del crimen, según los fiscales del caso. El Cartero se
suicidó el 20 de mayo de 1998, cuando se encontraba prófugo. Por eso se
extinguió la acción penal en su contra. Sin embargo, Sandro --que fue
contratado por la familia de Yabrán-- reivindicó ayer, en la última
parte de su extenso alegato, que duró dos días, al cuestionado
empresario. "Yabrán era un imputado stand-by --se quejó ayer el
defensor de Ríos-- porque si no era el homicidio de Cabezas se le habría
imputado otro crimen".
"Pido que al
dictar sentencia lo absuelvan de culpa y cargo". Con este pedido, que
pronunció enfáticamente mientras miraba a los camaristas, Jorge Sandro
terminó su alegato. Para defender a Ríos, se dedicó a atacar a los
fiscales. Así, pidió que se declare nula a la acusación realizada por
Felipe Defelitto, Claudia Castro y Eduardo Campos. Defelitto, en el
momento de la réplica, advirtió que según el nuevo Código Procesal
bonaerense las nulidades deben ser restrictivas.
Sandro también
cuestionó que se haya sospechado de Yabrán como instigador del crimen, sólo
porque no le gustaba ser fotografiado. Recordó la famosa tarjeta que el
empresario le había regalado, junto con un jarrón, al sindicalista Oscar
Lescano. "Si no te gusta se lo podés romper en la cabeza a algún
fotógrafo indiscreto", decía. Para Sandro esa antipatía por las
fotos no constituye prueba de una instigación. El letrado acusó a la
prensa e interpuso un recurso de incompetencia. Allí se mostró sólida
la respuesta de los fiscales, que afirmaron que la cuestión ya está
resuelta. El abogado que patrocina a Ríos y defiende los intereses de
Yabrán, que recibió la colaboración de varios expertos profesores de
Derecho Penal, exigió que la sentencia se funde sólo en los hechos
ocurridos entre octubre y diciembre de 1996. Informe
Martín Piqué
|