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Hay que cerrar los cielos para salvar a Aerolíneas

España reclama romper el acuerdo de "cielos abiertos" con Estados Unidos como condición para que Iberia vuelva a asumir el control de AA. Se viene el ajuste

El pasivo acumulado de AA desde su venta asciende a U$S 830 millones


t.gif (862 bytes) Las cartas están sobre la mesa. El lunes llegará a Buenos Aires Pedro Ferreras, el titular de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Su tarea será proponer un plan para "salvar" a Aerolíneas Argentinas, en crisis desde su privatización en 1990. Pero el funcionario sabe que su principal desafío ya fue superado. Hernán Lombardi, secretario de Turismo argentino, declaró en España que el gobierno de la Alianza dejará en suspenso el acuerdo de "cielos abiertos" con Estados Unidos. Aerolíneas podrá mantener el monopolio sobre las rutas que actualmente opera. Sin embargo, a Ferreras le restan aún dos escollos: la oposición gremial frente al severo ajuste que demandará la reestructuración y la negativa del gobierno argentino a poner dinero en la maltratada aerolínea de bandera.

  Aunque por ventas de pasajes Aerolíneas factura alrededor de 1000 millones de pesos anuales, en 1999 registró pérdidas por 170 millones y en el '98, por 68 millones. El pasivo acumulado desde su privatización alcanza la friolera de 830 millones.

  En el Ministerio de Infraestructura prefieren esperar la propuesta que presentará Ferreras antes de suspender el convenio con Estados Unidos. El acuerdo de "cielos abiertos", firmado por el ex presidente Carlos Menem en octubre del año pasado luego de un bienio de negociaciones, prevé la desregulación total, en el transcurso de este año, del transporte de cargas. Y en forma gradual de 21 frecuencias de pasajeros en cada país, a razón de 7 por año, comenzando este año y terminando en el 2003. En ese año se producirá, para ambos países, la desregulación total. No obstante, este acuerdo estaba estrechamente vinculado a la participación de American Airlines en la gestión y potencial control mayoritario de Aerolíneas. La salida de los estadounidenses fue la primera señal de fisura del acuerdo.

  Al momento de la privatización, el Estado garantizó a Aerolíneas el monopolio por diez años de las rutas internacionales. Vencido el plazo, el Gobierno tiene la facultad de otorgar nuevas licencias a otras operadoras nacionales. Esta es la principal preocupación de los españoles, pues la exclusividad de algunas rutas se cuenta entre los pocos activos no devaluados que le quedan a la compañía.

  Fuentes de la SEPI informaron que el holding estatal está elaborando un plan de rescate para AA luego de rechazar la propuesta de American para adquirir el paquete mayoritario de la compañía. Según publicó la prensa española, la propuesta habría consistido en el ofrecimiento de 200 millones de dólares para adquirir el 68 por ciento de las acciones. Sin embargo, el rechazo no se debió tanto a la cifra ofrecida como a la forma de abonarla. American condicionó el pago a la obtención de ganancias durante los próximos diez años; una oferta poco auspiciosa si se recuerda que durante su gestión, iniciada en 1998, se registraron pérdidas, según resulta de los balances, por más de los 200 millones propuestos.

  Según trascendió, el plan de salvataje y reestructuración que propondrá Ferreras el próximo lunes será similar al Plan Director aplicado para Iberia, compañía que luego de dar importantes pérdidas y llegar a situarse entre las peores de Europa, comenzó desde entonces a dar ganancias. Los gremios locales, que agrupan a los casi 6 mil trabajadores de AA, advertidos por el seguro ajuste que se viene, propusieron la formación de un comité de crisis. Desde España se pretende que el Estado argentino, que conserva sólo el 5 por ciento de la compañía, realice un significativo aporte de capital para su salvataje. "No, absolutamente no", fue la categórica respuesta del ministro de Infraestructura y Vivienda, Nicolás Gallo, al ser consultado por enésima vez sobre la cuestión.

 

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