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El Gobierno está viviendo sus días felices. A Fernando de la Rúa le tocó escuchar ayer los mismos elogios que antes endulzaron los oídos de Carlos Menem. Y de los mismos protagonistas. A las 7.30 de la mañana, el salón donde ofreció aquí su segunda conferencia estuvo colmado por más de un centenar de empresarios. Entre ellos, las máximas autoridades del Citigroup, William Rhodes; Banco Santander-Central Hispano, Ana Botín; Renault, Louis Schweitzer; Siemens, Heinrich von Pierer; American Express, John Ward; Goldman Sachs, Peter Sutherland; Enron, Kenneth Lay, y Scotiabank, Peter Godsoe. Todas primeras figuras del establishment empresario. El Presidente quería que el acuerdo con el FMI estuviera cerrado antes de este evento. Y cuando lo anunció a su destacado auditorio, recibió la aprobación que había venido a buscar. �El programa del Gobierno fue muy, pero muy bien recibido por la comunidad internacional. Porque es realista y muestra una muy positiva construcción hacia el futuro. Todos creemos que tendrá éxito�, resaltó Sutherland en diálogo con Página/12. �La situación de Argentina ha mejorado muchísimo. Su economía es mucho más fuerte que antes. Y el Gobierno está haciendo una excelente labor trabajando con el mercado�, dijo luego Rhodes, a la salida del desayuno donde, además de De la Rúa, expusieron José Luis Machinea y Adalberto Rodríguez Giavarini. Las contundentes definiciones de respaldo hacia el Gobierno fueron también subrayadas por empresarios argentinos. Sebastián Bagó, de la Fundación Invertir �a cargo de la organización de la conferencia�, le dijo a este diario que �mejor no nos podía ir... De la Rúa está demostrando que sabe lo que hace�, aseguró, sin disimular su entusiasmo. Más moderado, pero igualmente satisfecho, estaba el propio Machinea. Buena parte de su estrategia para �consolidar el crecimiento económico� radica en la generación de un shock de confianza hacia la Argentina. Entiende que un fluido ingreso de capitales resultará el mejor carburante para hacer marchar la economía. Su argumento es que mientras menor sea el riesgopaís, más bajarán las tasas de interés locales, habrá más disponibilidad de crédito para la producción y el consumo, las empresas se animarán a invertir y se crearán más fuentes de trabajo. En esa línea, el ministro aseguraba que alcanzar el acuerdo con el FMI era un punto clave en la búsqueda de aquel shock. �Primero hablarán el canciller Rodríguez Giavarini y el ministro Machinea, y después yo les daré la buena noticia�, dijo De la Rúa al abrir el encuentro con los empresarios. Cuando llegó su turno, el Presidente destacó que se había cerrado el nuevo programa con el organismo de crédito internacional. �Esto forma parte de una política general, que busca mejorar el bienestar del pueblo argentino�, enfatizó, y tras ello describió las primeras medidas que tomó su gobierno. �Aquí y en Suecia me he puesto en contacto con varios jefes de Estado. Y todos me decían que su preocupación es eliminar el déficit fiscal. Me ha tocado asumir el gobierno en un momento difícil, y por eso fue necesario aumentar impuestos y eliminar gastos, pero eso era preferible antes que exponernos a una crisis�, describió De la Rúa. Al momento de ceder la palabra a los asistentes, el Presidente comprobó que su discurso había tenido éxito, pues la mayoría de los comentarios fueron francamente elogiosos hacia su gestión. Sin embargo, también se volvió a preguntar �como había ocurrido antes en encuentros de Machinea con inversores� por la fortaleza de la convertibilidad. �Es una consulta recurrente. Habrá que seguir explicando que el Gobierno jamás va a devaluar�, comentó a Página/12 el secretario de Financiamiento, Daniel Marx. También Rhodes se expresó con firmeza enfavor de la convertibilidad. �El mundo entiende y acepta la convertibilidad, y parte de la confianza que la comunidad internacional tiene en la Argentina es por el éxito de ese sistema�, remarcó. El presidente de Renault, Louis Schweitzer, prefirió preguntar sobre un tema más urgente: quiso saber cuándo finalizará la negociación por el nuevo régimen automotor del Mercosur. A raíz de esa indefinición, más de treinta autopartistas emigraron hacia Brasil. Y a las terminales también les inquieta que se demore el acuerdo. Rodríguez Giavarini respondió que se ha abierto una nueva ronda de negociaciones, que debería culminar con el nuevo régimen dentro de siete meses. Pero la intervención del titular de la automotriz francesa fue apenas una nota discordante en un día pletórico de elogios para el Gobierno.
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