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 Con
mucho susto y pidiendo la hora aun perdiendo, la Selección argentina
Sub-23 avanzó al cuadrangular final en el torneo Preolímpico pese a caer
2-1 con Uruguay. Otro gol uruguayo hubiese dejado afuera del certamen al
equipo de José Pekerman, que terminó con nueve jugadores por las
expulsiones del capitán Diego Markic y Diego Placente. El equipo
argentino ganaba 1-0 y manejaba el trámite con cierta comodidad, pero en
10 minutos fatales sufrió un penal, dos goles y dos expulsiones que
liquidaron el partido y que pusieron mucho suspenso a la clasificación.El primer tiempo fue lo mejor de Argentina en lo que va del torneo. Luego de un ligero predominio celeste en el arranque, los chicos de Pekerman revirtieron la pobre imagen exhibida hasta ahora. Con la dinámica de Duscher y Scaloni en la mitad de la cancha, el atrevimiento de Aimar para desequilibrar y con la velocidad de Saviola arriba, el Sub-23 comenzó a dominar el juego. El toqueteo intrascendente se modificó por pases precisos y cambio de ritmo, algo que hasta ahora no había aparecido. Por eso no estaba mal el 1-0 parcial, luego de una volea espectacular de Cambiasso tras un fallido rechazo de Lembo. Con la ventaja, la tranquilidad argentina creció, lo que se tradujo en el desarrollo. Uruguay aparecía perdido en la cancha, entre Scaloni y Markic se ocupaban de Olivera, y Bizzarri no pasaba sobresaltos. Además, Argentina estuvo a punto de empezar a liquidar el partido, pero un fallo inexplicable del árbitro brasileño Luciano Almeida le privó del segundo gol. Duscher llegó hasta el fondo y envió el centro para Saviola. El delantero de River la empalmó de primera, aunque su remate lo devolvió el travesaño. Sin embargo, Romeo aprovechó el rechazo corto del arquero para marcar el tanto. Por recomendación del asistente, el árbitro anuló el gol argumentando que la pelota salió luego del disparo de Saviola, algo que no ocurrió. A partir de ese momento, el conjunto argentino se descontroló y ya no fue el mismo. Se metió en la fricción, empezó a protestar y ya no dominó con claridad. Uruguay estuvo a punto de empatar en el inicio del segundo tiempo luego de un error de Bizzarri, pero el palo derecho salvó a Argentina. Ya el dominio no era claro, hasta que comenzó la debacle en diez minutos. Primero llegó el penal que convirtió Olivera tras un centro aparentemente intrascendente que rebotó en la mano de Markic. Cuando no había pasado el golpe por el empate, Uruguay volvió a pegar con un zapatazo de Coelho que encontró mal ubicado y sin reacción a Bizzarri. Para colmo, dos minutos más tarde Markic le entró a destiempo a Olivera y se fue expulsado. Pekerman intentó rearmar el medio con el ingreso de Placente por Romeo, pasando Cambiasso al lugar de Markic, pero la movida sólo duró tres minutos. El defensor de River le pegó de atrás a Olivera y se fue de la cancha casi sin haber tocado la pelota. Con nueve jugadores, Argentina se refugió en el fondo e intentó protegerse con la tenencia del balón. Aunque pasó algunos sobresaltos, no necesitó una defensa heroica para sostener el 1-2 que le dio el pase a la fase final. Lo más negativo es que volvió a sufrir expulsiones, algoinédito en los equipos de Pekerman, aunque esta vez puso algo más de fútbol.
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