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EL BRITANICO FRANCIS AGUANTO MENOS DE DOS ROUNDS
Tyson pegó un poquito y lo tumbó

Contundente victoria de �Iron Man� ante un rival más corpulento, pero muy frágil. Ahora, Klitschko o Lewis en la mira.

Julius Francis en el piso, Tyson amenazante.
Una constante en los casi seis minutos de combate.


t.gif (862 bytes) Mike Tyson, ex campeón del mundo de todos los pesos, le ganó anoche claramente por nocaut técnico en el segundo asalto al británico Julius Francis en pelea celebrada en la ciudad inglesa de Manchester. Era la primera presentación de Tyson en Europa y ahora lo esperan, en su camino a la recuperación de su título de campeón, el ucraniano Vitali Klitschko y el británico Lennox Lewis.
Tyson cobró una bolsa de 13 millones de dólares. Una cantidad fantástica para ganarla en menos de 6 minutos. El local Julius Francis se llevó una cifra más módica, 850.000 dólares. Pero parece excesivo para la resistencia que ofreció a un Tyson implacable. Una bolsa que, dividida por las cinco caídas en los dos rounds de combate, da la bonita cifra de 160.000 dólares por cada vez que besó la lona.
Francis, quien ya había perdido anteriormente cinco combates, no fue rival serio para Tyson y las cinco caídas en dos asaltos dan la pauta de que no fue rival serio para �Iron� Mike, quien anoche peleó decidido a demostrar que sigue siendo el mejor peso pesado del mundo. Mike Tyson, con un poco más de cien kilos, entró en el ring como ganador, contrariamente a Francis, quien fue la víctima, confirmando la opinión general de los expertos, que no le daba la más mínima chance ante Tyson, como efectivamente fue. El morocho estadounidense cumplió con su cometido y no dejó dudas y se llevó la bolsa millonaria en dólares tras una noche de menos de seis minutos de trabajo.
Un tranquilo observador del combate fue el invicto ucraniano Vitali Klitschko, campeón del mundo de los pesados, versión Organización Mundial (OMB), quien comentó: �Tyson es bueno, pero esta noche no hizo nada fuera de lo normal�. Se refería a que también él le ganó claramente a Francis y por lo tanto, la medida ideal de quién es el mejor sólo se podrá dilucidar en el ring entre Vitali y Mike.
Pero Mike Tyson, previendo ya la inminente obligación de tener que enfrentarse al gigante ucraniano blanco si quiere llegar nuevamente a la cúspide del boxeo mundial, dijo ya que no quería pelear en Alemania, la segunda patria de Vitali, porque �los alemanes eran racistas y tampoco quieren a los negros�. Esto indica que Tyson prefiere a Lewis como rival, porque sabe que el británico no tiene el aguante de Klitschko y el rating televisivo sería mayor.
Al cabo del combate, Tyson sólo se limitó a confirmar de palabra lo que demostró con los puños, es decir, firmeza y confianza: �Estoy aquí presente, gané claramente�, dijo. Esta actitud indica que al cabo de su victoria número 47 en 51 combates y a los 33 años, está nuevamente presente en la escena boxística, tres meses después de ganar en escandaloso combate a su compatriota Orlin Norris y muchas interrupciones de su carrera por las condenas por violación y agresión.
Un total de 21.000 espectadores en la MEN-Arena de Manchester vieron anoche a un Mike Tyson que entró a cumplir con su trabajo, es decir, derrotar al rival, lo más pronto posible, esta vez, realizando un trabajo limpio, sin faltas de ningún tipo que hubieran necesitado de la intervención del juez Roy Francis.
Manchester albergó un espectáculo boxístico. Cuando Mike Tyson entró a la arena, sonaron alarmas antiaéreas. Julius Francis entró marcialmente al compás de tambores. Luego hablaron los puños y todo volvió a sus cauces. Mike Tyson fue demasiado para Julius Francis. El próximo capítulo lógico desde el punto de vista de Tyson es Lennox Lewis.

 


 

DAVENPORT ES CAMPEONA, ANDRE ENFRENTA A KAFELNIKOV
Lindsay feliz, Agassi por la gloria

Lindsay ya es campeona. Esta madrugada definen Agassi y Kafelnikov. El Abierto de Australia empieza a ser historias que merecen contarse, como éstas que siguen.
Todo había terminado apenas unos minutos antes. Paradas en el centro del Rod Laver Arena, la nueva campeona Lindsay Davenport y su vencida Martina Hingis, esperaban el inicio de la ceremonia de premiación de este Abierto de Australia 2000. Una (la norteamericana) aguardaba por su coronación, la tercera en torneos de Grand Slam. La otra (la suiza) intentaba digerir la bronca por no haber podido conquistar su cuarto título consecutivo en Melbourne. Aunque eso le resultaba imposible. Fue en ese instante cuando Hingis, en un nuevo rapto de su polémica honestidad brutal, giró hacia su rival, la miró y -.según confesó la misma campeona�, le dijo: �Simplemente no puedo jugar contra vos. Odio enfrentarte�. El remate de la frase, seguro, debe haber llegado con su clásica sonrisita asesina.
Claro que durante escasos 65 minutos, pocas chances tuvo Hingis de lucir su diabólica sonrisa, esa que irrita más de lo que alegra. En la final femenina de un Australian Open que parece haber reservado lo mejor para los días de definición, la número uno del mundo fue virtualmente aplastada por una topadora de nombre Davenport, quien la venció por 6-1 y 7-5 y se llevó así el primer gran evento de la temporada, además de los 450.000 dólares de premio. Hingis mantenía hasta ayer una racha invicta de 27 partidos en Melbourne. Para Davenport, campeona en el U.S. Open �98 y Wimbledon �99, éste fue el mejor partido de su vida. �No puedo jugar mejor. La manera en que lo estaba haciendo ni yo lo podía creer�, dijo. Y era cierto.
Andre Agassi ya hizo historia: con su arribo a la final de este Australian Open, se convirtió en el primer jugador en 30 años que llega consecutivamente a cuatro finales de Grand Slam. Con ese logro ya en su bolsillo, el norteamericano (1 preclasificado) iba en busca de más gloria cuando enfrentaba esta madrugada al ruso Yevgeny Kafelnikov (2) en la final masculina del primer torneo de Grand Slam de la temporada.
Favorito absoluto luego de su triunfo en semifinales ante su compatriota Pete Sampras -.en un partido inolvidable�, Agassi intentaba conseguir ante el campeón reinante en el Melbourne Park el sexto título de Grand Slam de su carrera, y el tercero en el lapso de ocho meses.
Agassi, de 29 años y número uno del mundo en 1999, aventaja a Kafelnikov (24) en enfrentamientos personales 5-4. El norteamericano ganó los últimos tres partidos en los que se enfrentaron, incluyendo las semifinales en el último U.S. Open (que conquistó el pelado de Las Vegas) y en el Masters �99.

 

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