El
economista argentino Guillermo Calvo, mitad académico y mitad gurú,
insiste con la dolarización. No predice un ataque especulativo, pero
le recomienda a Machinea curarse en salud. |
--Machinea
dijo que "seguramente los mercados nos van a testear". ¿Usted
ve el peligro de un ataque especulativo?
--No creo que sea inminente, ni
que salga de la nada. El Gobierno está haciendo muchas cosas bien y no
veo razón para que ocurra. Ahora, el mundo es un lugar complicado. También
es cierto que se desconfía de la Argentina por la devaluación de Brasil.
Y no hay vuelta. Esa desconfianza es muy difícil de eliminar. A cada rato
muchos inversores me preguntan si la Argentina va a devaluar.
Especialmente los europeos, porque ellos tienen experiencias muy positivas
de devaluación. --¿Los
inversores verían entonces la devaluación como una opción válida para
resolver los problemas económicos?
--Los europeos ven que las
experiencias inglesa, italiana y sueca han sido muy buenas. Entonces creen
que la Argentina debería devaluar para mejorar su competitividad. Están
pensando en función de ellos, no de la Argentina. Para ella, la devaluación
sería devastadora. Por eso soy defensor de la dolarización. No es que me
guste ver la cara de George Washington, me gusta más la de San Martín,
pero a cada rato uno tiene que explicar que para la Argentina la devaluación
no es una opción. Desde ese punto de vista, creo que es cierto lo que
dice Machinea. En el momento en que haya un problema político más o
menos serio, que no creo que ocurra ahora sino cuando los peronistas se
cansen de colaborar con la Alianza, vamos a tener problemas. Ahí si. --¿Usted
está diciendo que, ante la primera complicación seria para el Gobierno,
la Argentina sufrirá un ataque especulativo?
--Claro. Y el Gobierno debe
darse cuenta de que no tiene herramientas para defenderse. --Machinea
dice que sí, y hace mención al aumento de las reservas y a la línea de
crédito contingente para los bancos, y ahora el acuerdo con el FMI.
--La línea nunca la usamos y
vamos a ver cómo funciona el día que haga falta. Tenemos un puente, pero
nunca lo usamos. Y los puentes se caen. Pero, aun así, el Gobierno tiene
que conseguir financiamiento por 17 mil millones de dólares este año. Si
hay un ataque en febrero y se secan los fondos, habrá cesación de pagos.
No queda otra. --¿Considera
que puede darse un escenario tan complicado?
--No. Yo estoy respondiendo a
lo que dijo Machinea. El mismo reconoció que lo pueden atacar. Yo le
digo: "José Luis, si te atacan, no tienes con qué defenderte".
¿Y por qué lo atacarían? Porque los inversores no están seguros de que
vayamos a seguir con la Convertibilidad. Por eso digo: dolaricemos ahora y
evitémonos un dolor de cabeza. --¿Después
de casi nueve años de Convertibilidad todavía existe la percepción de
que la Argentina en algún momento va a devaluar?
--Sí, en especial entre los
inversores europeos. Los norteamericanos tienen mayor confianza. Como se
sabe, ellos están asesorados por economistas argentinos. Pero los
europeos saben mucho menos de la Argentina. Y su desconfianza se presta a
un accidente. --¿Por
qué?
--Porque lo que hemos visto en
los mercados es que el efecto manada es muy importante. Cuando digo que el
inversor norteamericano está al tanto del funcionamiento de la economía
argentina, me refiero a las cuatro o cinco grandes firmas que todos
conocemos. Pero muchos otros inversores, como los de los fondos de pensión,
tienen mucha menos información. Entonces, si hubiera un ataque generado
desde Europa, con gran probabilidad la mayoría de los inversores saldría
de la Argentina. Si el Gobierno lograra superar el ataque, cosa que no
creo, lo haría a un costo altísimo para la economía real. --Respecto
de ese punto, el Gobierno estima un crecimiento del 4 por ciento para este
año. ¿Usted coincide?
--Sí,
pero después de la caída de actividad que se produjo el año pasado, será
fácil crecer el 4 por ciento. Lo único que podría alterar ese panorama
es que se desplome el mercado de valores de Estados Unidos. En ese caso
tendríamos una crisis, sin importar qué haga el Gobierno. Por el
momento, lo que veo es que los inversores se están interesando otra vez
por América latina. Si la Argentina hace las cosas bien, se puede montar
sobre esa ola y superar con fuerza la recesión.
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