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EL PRESIDENTE TRAE DE DAVOS APLAUSOS DE EE.UU. Y LOS FINANCISTAS
Aguante De la Rúa, dice Washington

"No sea complaciente. No se conforme y siga haciendo lo que tiene que hacer", le aconsejó Lawrence Summers, secretario del Tesoro norteamericano, a Fernando de la Rúa. Estas fueron las palabras más severas que escuchó en una estancia suiza que le deparó todo el esperable respaldo del mundo de los grandes negocios a las primeras medidas del gobierno de la Alianza.

Protegiéndose de la nevada con una gorra, De la Rúa abandona feliz el helvético Belvedere


Por David Cufré 
Desde Davos, Suiza

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"Lo felicité por cómo inició su gestión y por haber alcanzado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional", comentó el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Lawrence Summers, después de reunirse ayer aquí con Fernando de la Rúa. El día anterior, Bill Clinton invitó a éste a su país y destacó las cualidades de la Argentina. Ese gesto y las palabras de Summers dejaron sentado que el gobierno de la Alianza comenzó de la mejor manera su relación con Estados Unidos. El intercambio de cortesías incluyó la felicitación de De la Rúa al secretario del Tesoro por el "excelente" comportamiento de la economía estadounidense.

  El balance de los tres días que estuvo en esta ciudad resultó "inmejorable", según la propia calificación del Presidente. El último hecho en que se basó para asegurarlo fue el fuerte apoyo a su gestión expresado por Summers. "Tratamos sobre la situación de la Argentina y coincidimos en la importancia de las reformas estructurales encaradas por el Gobierno, que tienen como prioridad promover un sólido crecimiento económico", enfatizó el funcionario estadounidense. También había sido categórico en su respaldo el virtual jefe del FMI, Stanley Fischer, quien se manifestó "impresionado por el programa económico y por la velocidad con que se puso en marcha".

  La cosecha de elogios incluyó también los vertidos por poderosos empresarios, como los banqueros Willian Rhodes, Peter Sutherland y Peter Godsoe, por mencionar sólo algunos. En conclusión, el Gobierno se llevó la aprobación de Washington, el FMI y el establishment empresario internacional. De la Rúa consideró que todo ello es una comprobación de que "vamos por el camino correcto". Y evaluó que resultará clave para conseguir una baja del riesgo-país, con las ventajas que ello entraña para la marcha de la economía.

  "He recibido estos tres días fuertes demostraciones de confianza hacia la Argentina y sus posibilidades de crecimiento. Destacan lo que hemos hecho para ordenar las cuentas y combatir el déficit fiscal", sostuvo el jefe de Estado. "Lo que tenemos que marcar ahora es el camino del crecimiento, y eso se consigue con un aumento de las exportaciones y mayor presencia en los mercados internacionales", añadió. Su anticipo de los próximos objetivos fue para dejar en claro que las principales medidas económicas tomadas hasta ahora, como el aumento de impuestos, el ajuste fiscal, el compromiso de continuar el recorte de gastos que figura en el acuerdo con el FMI y el Pacto Fiscal con las provincias son "las que tuvimos que aplicar para superar una situación de crisis", pero que ahora "vendrá la etapa del crecimiento".

  En ese sentido, José Luis Machinea, quien participó de la reunión con Summers, comentó que éste "se mostró muy entusiasmado con la Argentina, pero le pidió al Presidente que no sea complaciente consigno mismo. Que no se conforme y siga haciendo las cosas que hay que hacer". Cuando se le mencionó esto a De la Rúa en su última conferencia de prensa en Davos, sostuvo que comparte ese "espíritu". Pero de inmediato volvió a mencionar que "recibimos el país con un déficit que nos ponía al borde del abismo". "En un mes y medio hemos empezado a resolver toda esta situación crítica y a ponernos otra vez en camino. Pero sabemos que implica hacer un esfuerzo. Pido que la gente también se dé cuenta y comprenda cuál es la situación que recibimos, y que pongamos todos sentido patriótico para resolver los problemas de la gente", enfatizó.

  También respondió al secretario general de la CGT, Rodolfo Daer, quien dijo que "Machinea es la continuidad de Roque Fernández", al referirse a la firma del nuevo acuerdo con el FMI. "No sé cómo pueden hacer críticas anticipadas, si sólo hemos anunciado que se alcanzó un acuerdo y aún no está redactada la Carta de Intención", se quejó De la Rúa, y sostuvo que por ese pacto "no hemos subordinado nada". "Lo mismo hicieron con la reforma laboral, que la criticaron sin conocer el proyecto. Hay que tener una visión constructiva del país. Quiero decirle a la gente que ninguna de estas cosas va contra nadie, sino para el bien de todos", concluyó.

 

Las AFJP no regalan nada

José Luis Machinea informó, antes de abandonar ayer Davos, que esta semana el Gobierno anunciará el acuerdo con las AFJP para la reducción de comisiones. El único dato que agregó es que esa baja será de entre 2 y 8 por ciento, y que se beneficiarán los "aportantes regulares". El porcentaje de rebaja es inferior al que el Gobierno venía negociando con las administradoras, aspirando a un 10 por ciento.

  La última actividad del ministro aquí fue participar de la reunión entre Fernando de la Rúa y el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Lawrence Summers. "No hablamos de la ley contra el lavado de dinero, porque a partir del 3 de febrero habrá un encuentro de los ministros de Economía de América para analizar puntualmente este tema", señaló. El gobierno estadounidense viene reclamando la sanción de la ley, hoy con media sanción del Senado. Machinea se refirió a ese proyecto, diciendo que "la ley que se está tratando es mucho más severa que la de Estados Unidos. Me parece bien, pero creo que habría que hacer una distinción entre los recursos que vienen a través de los sistemas financieros de países que tienen leyes contra el lavado, y los que llegan de paraísos fiscales".


INSISTE EN QUE ESTA SOBREVALUADO, PERO DESECHA LA DEVALUACION
Soros sigue teniéndole ganas al peso

Por D.C.
 Desde Davos, Suiza

A fines de 1998, después de la devaluación rusa, George Soros dijo que "el peso está sobrevaluado" y el gobierno argentino tembló. Era como empujarlo hacia el abismo, en momentos en que la Argentina estaba bajo todas las miradas. Antes que la ola creciera, el poderoso financista aclaró que no reclamaba la devaluación. Pero el episodio quedó registrado como la amenaza latente de que Soros podría azuzar una corrida cambiaria. "Sigo creyendo que el peso está sobrevaluado, pero no quiero decir que haya que devaluar", volvió a manifestar ayer, tras reunirse con Fernando de la Rúa. "No puede ni siquiera pensarse esa idea (la salida de la convertibilidad), porque es imposible", remarcó, aunque a José Luis Machinea no le causó ninguna gracia que insistiera con el tema.

  A Soros se le atribuye haber lanzado ataques especulativos contra varias monedas, como la libra, las del sudeste asiático y la rusa, que finalmente terminaron devaluadas. Su fama de "cuco" de los gobiernos es alimentada cuando opina, como en el caso argentino, sobre el nivel del tipo de cambio en algún país. Ayer este gran especulador se reunió con De la Rúa y le dijo lo mismo que luego comentó ante periodistas argentinos. "Voy a ser cuidadoso porque obviamente lo que dije en el pasado fue malinterpretado. En mi opinión, el peso está sobrevaluado. Y no hay escape a la sobrevaluación, porque el peso está atado al dólar. Por eso hay que bajar los costos de producción y reducir el déficit fiscal", consideró.

  De la Rúa le restó importancia. "El tiene su opinión, me la trasmitió, y yo le dije que en Argentina tenemos la convertibilidad y que vamos a hacer lo necesario para retomar la senda del crecimiento con ella", comentó. Machinea prefirió ser más irónico. "Soros tiene una larga tradición de decir que el peso está sobrevaluado. Por suerte ahora dice que no hay que devaluar, así que lo venimos mejorando a través del tiempo. Tal vez el próximo año ya no diga más que está sobrevaluado", deslizó.

  Pero el del tipo de cambio no fue el único tema al que se refirió Soros. Como inversor en la Argentina se quejó de que "los impuestos son demasiado altos" y reclamó al Gobierno "encontrar otro camino para controlar el déficit fiscal". Pero su visión sobre la administración aliancista fue favorable. Opinó que "ha hecho cosas positivas, como la búsqueda de una mejora al mercado laboral. Eso ayuda a reducir los costos de las empresas, aumenta la confianza de los inversores, y en definitiva mejora la competitividad."

  En su encuentro con De la Rúa, Soros elogió el anuncio de la venta de las acciones del Banco Hipotecario que conserva el Estado. Aunque dijo que tienen "un impedimento legal para comprar más acciones" (Soros detenta el control del banco) y que por ahora tampoco quieren hacerlo, no fue lo mismo lo que le comentó al Presidente. A éste le preguntó si existe alguna alternativa para aumentar su participación accionaria en la entidad. Machinea insistió --al menos ayer-- en que se mantendrá la restricción legal que impide a cualquier grupo inversor detentar más del 15 por ciento del banco.

 

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