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GUSTAVO BELIZ NO CREE EN LA POLARIZACION DEL VOTO
"Ibarra y Cavallo me quieren sacar de la cancha"

El candidato de Nueva Dirigencia a jefe de Gobierno porteño niega la posibilidad de un acuerdo con la Alianza y dice que esas versiones tienen una respuesta: "Saben que soy el único que le puede ganar a la Alianza en una segunda vuelta"


Por Santiago Rodríguez
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--Hace sólo dos meses usted insistía en que ganaba en primera vuelta. ¿Hoy sostiene lo mismo?

  --Tengo muchísima confianza en esta elección, en mi candidatura y en nuestro trabajo por la ciudad. Por supuesto, vamos a seguir trabajando para ganar en primera vuelta.

  --De acuerdo con las encuestas, ese trabajo no le resultará sencillo.

  --Recién estamos en los preliminares de la campaña y la elección no está instalada entre los vecinos porteños. Además, el votante en esta ciudad hace zapping y el que suponga que tiene el voto atado, se equivoca. Esta elección recién está comenzando y va a depender mucho de la ponderación de cada candidato, de cada equipo de gobierno y de cada propuesta. En ese plano, veo hoy un escenario que va a ir manifestando una elección de tercios en la ciudad y que va a ser muy importante el mensaje que se pueda establecer en función de los intereses de la ciudad.

  --¿Tanto pueden variar las encuestas?

  --Son números totalmente variables. Con que uno suba cinco y el otro baje cinco, la situación cambia. El hecho de que haya un ballottage y se planteen escenarios tan móviles en la ciudad pone de manifiesto que nada está dicho. Hace dos meses Ibarra aparecía con 65 por ciento de intención de voto en la ciudad y De la Rúa con un 70 por ciento. Eran números totalmente desproporcionados que después se fueron verificando como incorrectos. Así que, en un país donde las bocas de urna fallan dos horas después de una elección, uno no puede hacer un análisis guiado exclusivamente por las encuestas. Y si es por eso, aun cuando hoy estemos en la posición que señalan las encuestas, tengo una de las mejores imágenes de la ciudad, muchísimo prestigio y voy a dar una pelea muy fuerte para compensar eso en intención de voto. Y esa pelea dura hasta el último minuto, hasta el último debate y hasta el último instante antes de votar porque el vecino y el porteño piensan mucho su decisión.

  --¿Para Beliz el candidato a vencer es Ibarra o Cavallo?

  --Yo soy el único que le puede ganar a Ibarra en una segunda vuelta; Cavallo, no. Por eso a mí me quieren sacar de la cancha en estos análisis prematuros o de polarizaciones que no existen o de alianzas supuestas que tengo o me deberían tentar para hacer.

  --¿Por qué cree ser el único capaz de ganarle a Ibarra en un ballottage?

  --Porque no concito los rechazos muy fuertes que concita Cavallo en ciertos sectores, producto de la desocupación, por su perfil de gestión que no tuvo un contenido social y por elementos casi asociados a un concepto de política, que es una especie de neo UCeDé. Eso tiene un techo muy claro, que yo no tengo. Creo también que en la medida en que la Alianza salga a buscar acuerdos electorales de manera desesperada está dando una fuerte señal de debilidad de Ibarra. También de parte de Cavallo porque sabe que el que mejor conoce la ciudad y el que más se preparó para gobernarla soy yo y que tiene que desplazarme de la carrera porque de lo contrario no puede cumplir con su propósito.

  --¿Cuál sería el futuro de Nueva Dirigencia después de una elección que promete una fuerte polarización entre Ibarra y Cavallo?

  --No veo una polarización hoy, es más una ilusión óptica que otra cosa. Si se analiza lo que es la evolución del voto, hubo encuestadoras que 48 horas antes de la elección decían que Cavallo iba a sacar un 25 por ciento de los votos y sacó un 16 por ciento. Además, lo que va a contar es la calidad de las propuestas de cada uno.

  --¿Y usted a qué va a apuntar?

  --Vamos a poner un fuerte énfasis en la reducción impositiva y en la política de seguridad.

  --¿Por qué cree que Cavallo, sin haber trabajado tanto en la ciudad como dice haberlo hecho usted, logró instalarse en pocos meses y superarlo en intención de voto?

  --Es una cuestión que habrá que discutirla en el marco de la campaña, que todavía no empezó. Tendrá que explicar sus contradicciones como ministro en función de los intereses de la ciudad.

  --¿Qué siente desde lo personal frente al hecho de que sea Cavallo, su aliado hasta hace unos meses, quien haya complicado su situación en la ciudad?

  --Que hay que competir, que la competencia activa una mejora de la calidad de las propuestas y las figuras. En ese sentido, somos un espacio en crecimiento y con la posibilidad de incorporar figuras prestigiosas que no siempre son de la política y también del peronismo.

  --También hay peronistas que se están encolumnando detrás de Cavallo.

  --Bueno, sabrán cuál es el sentido que le encuentran a esa alianza.

  --¿Cómo le cayó que Marta Oyhanarte también se haya ido con Cavallo?

  --Tendrá que explicar ella cómo se siente ahora con Duhalde y con Manzano. De la Rúa tenía razón cuando dijo que lo único que le interesaba era la vicejefatura de Gobierno y por eso se fue de la Alianza.

  --¿Es posible un acuerdo con la Alianza para las elecciones?

  --A nivel de la eliminación de las listas sábanas va a haber acuerdo. De ahí para adelante todo lo demás son especulaciones que nosotros no sólo no alimentamos sino que además descartamos de plano en términos de nuestra independencia.

  --Usted dice que lo descarta pero dentro de Nueva Dirigencia hay algunos más propensos a acordar.

  --Nosotros estamos trabajando para ganar la ciudad y si la Alianza nos quiere respaldar en una segunda vuelta, encantados.

  --Las encuestas indican que, en todo caso, Nueva Dirigencia estaría en condiciones de respaldar a la Alianza.

  --En el plano de un ballottage creo que la gente va a analizar las propuestas. La sociedad no es un rebaño que va para un lado u otro en función de una cosa solamente superestructural. Hasta ahora los únicos que tienen una propuesta somos nosotros.

  --¿Dónde se imagina el 7 de agosto?

  --En el despacho del jefe de Gobierno. Estoy totalmente convencido; muchos me dirán que soy un idealista pero siento que la política necesita idealismo, romanticismo, un poco de poesía.

  --¿Ni siquiera evaluó la posibilidad de ser vicejefe de Ibarra?

  --No entro en esa lógica, a la cual me quieren llevar y que revela una gran desconfianza de la Alianza en sus posibilidades. No creo en la política de los números entendidos como un negocio, sino en una construcción que tenga que ver con valores. Esta me la juego a muerte porque siento que tengo un trabajo detrás, porque estoy convencido que soy el mejor para gobernar la ciudad, porque no voy a improvisar una sola medida, porque tengo en claro qué hacer al día siguiente de asumir, porque tengo las manos libres para meterme con los intereses con los que hay que meterse.

  --Mirando hacia atrás, ¿no fue un error no presentar lista de candidatos a diputados?

  --No, fue una decisión muy pensada que llevó a Nueva Dirigencia a reafirmar una presencia inédita en el último medio siglo de vida argentina, que es ser el único partido dedicado exclusivamente a la ciudad de Buenos Aires. En lo personal, podría ser hoy diputado y no lo hice porque no me gusta esta cosa del candidato saltimbanqui; esto de que uno sea una especie de comodín, saltando de un lado a otro para resolver su propia vida. Por ahí vivo la política más sin red, pero me apasiona hacerlo.

 

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