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HAIDER, CON MAS APOYO DE LOS CONSERVADORES AUSTRIACOS
El avance del Rambo xenófobo

Para consternación de una Unión Europea que se siente impotente, conservadores y ultraderechistas austríacos celebraron ayer nuevas negociaciones. Y cada día descubren que se quieren más.

The Guardian 
de Gran Bretaña

Por Kate Connolly
Desde Villach, Austria

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Mientras el sol se escondía detrás de las montañas y los esquiadores fatigados apuraban los últimos schnapps del día, una colorida procesión marcó el fin del atardecer. Joerg Haider, el líder del ultraderechista Partido de la Libertad, saludaba a sus fans. A cada lado, filas de instructores de esquí con linternas rosas guiaban al populista de rostro bien bronceado a una especie de anfiteatro en la nieve. El hombre cuyo éxito electoral estremeció el consenso de la política austríaca de posguerra celebraba su 50 cumpleaños, que había caído el miércoles. Para darle el brillo adecuado, el gobernador de la provincia de Carintia había repartido 5000 pases de esquí a partidarios, amigos y periodistas. Y la fiesta, en las montañas Gerlitzen, había costado casi un millón de dólares. Este "monumento a la adulación" había sido calificado como "la mayor celebración de la que tiene memoria la historia regional".

  El mismo Haider admitió ayer que el mejor regalo de cumpleaños era el triunfo de su partido, a las puertas de formar gobierno en coalición con los conservadores. La noticia del fracaso de las conversaciones del actual canciller socialdemócrata, Viktor Klima, con los conservadores fue todo un clímax para Haider, que dedicó su vida a procurar aplastar el sistema de partidos tradicional. Y la posibilidad de una alianza negro (conservadora)-parda (neonazi) ayer parecía cada vez más ineluctable. El líder de los populares austríacos (OEVP), el vicecanciller y ministro de Exteriores, Wolfgang Schüssel, está decidido a sacar adelante su coalición de gobierno con el Partido Liberal (FPOe) del ultranacionalista Haider, aunque no cesen las críticas desde el extranjero. Schüssel, que aspira a suceder a Klima en la Cancillería, salió ayer en defensa de su futuro aliado político y exigió a los socios de la UE que "emitan juicios y no prejuicios".

  Una señal de la inquietud que provoca la cercanía de Haider al poder, con lo que significaría como victoria de la derecha xenófoba en el interior de la Unión Europea ocurrió en Alemania. La cadena estatal de televisión ARD le retiró imprevistamente a Haider la invitación a un talk show de horario central. La decisión ocurrió precisamente después de permitir que cientos de neonazis marcharan por la puerta de Brandemburgo en Berlín, en el primer despliegue de estas características desde la caída del Tercer Reich.

  Haider debía debatir con Daniel Cohn-Bendit --"Danny el Rojo", líder del Mayo estudiantil francés de 1968--, con el ministro del Interior alemán, Otto Schily, y con el segundo líder de la comunidad judía, Michel Fridman. Pero en ARD indicó que los participantes en el debate habían amenazado con retirarse si Haider estaba entre los invitados.

  La cadena de televisión se excusó en un comunicado: "Creemos que a los populistas de derecha como Haider debe enfrentárselos en la discusión, más que ignorarlos o aislarlos". No está claro si el canal de televisión o sus invitados recibieron alguna presión de las autoridades. Pero el canciller socialdemócrata alemán Gerhard Schroeder dijo que "los acontecimientos en Austria me preocupan". Las opiniones de Schroeder, publicadas ayer en el tabloide derechista Bild am Sonntag, estaban dirigidas claramente a la sección de la población alemana con mayor simpatía por la xenofobia de Haider.

 

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