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Apenas descendido del avión,
el Presidente puso énfasis en dos aspectos de su encuentro con la crema
del mundo financiero: dejar en claro que el acuerdo con el Fondo se rubricó
"en base al programa del Gobierno" y que "no existió
ninguna imposición". "Sabemos qué hacer para combatir el déficit
y lograr el equilibrio", agregó. Por otro lado, De la Rúa salió al
cruce de la opinión vertida por el financista George Soros sobre una
supuesta sobrevaluación del peso. "La Convertibilidad se mantiene y
la paridad cambiaria también", aseguró. "No fui a discutir
esos temas a Davos", añadió, dando a entender que la viabilidad del
modelo económico no figura en la agenda de discusión de los inversores
internacionales.
Desde que se anunció, el último
viernes, el Gobierno presentó el acuerdo con el FMI como un seguro frente
a una tormenta financiera externa y como el paso necesario para lograr una
sensible baja en las tasas de interés que la Argentina debe pagar cuando
va en búsqueda de financiamiento. Al respecto, Domingo Cavallo apuntó
que el arreglo fue "bueno" y adelantó que apoyará a la Alianza
desde el Congreso para llevar adelante "las reformas
pendientes", como los cambios en las leyes laborales.
El economista Marcelo Lascano
coincidió en que el acuerdo "es una señal tranquilizadora para los
mercados", pero le reclamó al Gobierno otro tipo de medidas para
reactivar la economía. "La alternativa de solucionar los problemas
financieros emitiendo pagarés está agotada y este tipo de acuerdos no
nos solucionan los problemas. Hay que endeudarse para cosas productivas, y
no para pagar sueldos", aseveró. Según Lascano, José Luis Machinea
debería orientar la economía para lograr un incremento de las
exportaciones y, de esa manera, fortalecer el debilitado sector externo.
"Si no, tenemos una Convertibilidad trucha, porque debemos lo que no
vamos a poder pagar", dijo.
Por ahora, desde el Gobierno
apuestan a otro camino. El compromiso con el FMI apunta no sólo a mostrar
un ordenamiento fiscal de la Nación, con un déficit fiscal de 4700
millones de pesos para este año, sino también a ayudar a las provincias
a ordenar sus propias cuentas. En ese sentido, en el memorándum figura un
desequilibrio "sugerido" (no obligatorio de cumplir) para las
provincias de 2200 millones para este año, lo que supone un ajuste de
1500 millones respecto del déficit del '99.
Justamente, Federico Storani,
ministro del Interior, afirmó ayer que espera definir "en forma
urgente" los acuerdos con los distritos del interior. En ese sentido,
en la Casa Rosada esperan que Río Negro, Tucumán y Catamarca sean las
primeras en acordar las pautas fiscales de este año. Angel Rozas,
gobernador de Chaco, mantendrá hoy una reunión en el Ministerio de
Economía para discutir el refinanciamiento de una deuda de 1187 millones
de pesos. Y ya están muy avanzadas las conversaciones con Formosa y Neuquén.
"Como contrapartida (al ajuste), la Nación ayudará a las provincias
en la reestructuración de sus deudas", apuntó Storani. En el
entendimiento con el Fondo, el Gobierno se comprometió a limitar el nivel
de endeudamiento de los gobernadores.
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