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El Banco Mundial canceló el
desembolso por 900 millones de dólares a raíz de que la Argentina
incumplió una de las condicionalidades pactadas para la concesión del préstamo.
Se trata de la aprobación de una ley que otorga inmunidad judicial al
presidente del Banco Central. La protección reclamada por la entidad
internacional también alcanza a los directores del Central y a los
cuerpos de conducción de todas las entidades regulatorias del sistema
financiero, como la Comisión Nacional de Valores y las Superintendencias
de AFJP, ART y Seguros.
La ley pondría bajo un
paraguas protector de denuncias judiciales a Pedro Pou, quien no podría
ser juzgado por "sus acciones de buena fe tomadas en el desempeño de
sus obligaciones oficiales". El titular del Central se encuentra
actualmente procesado por su desempeño en el caso del Banco Mayo, que
desembocó en su liquidación. De aprobarse la ley, de todos modos Pou no
podría escapar a una eventual sentencia en su contra por esta causa. Pero
estaría exento de nuevas acusaciones, ya que las decisiones del Central
sobre entidades financieras no podrían ser revisadas por la Justicia.
Hace tres semanas, este tema
generó un cortocircuito entre Machinea y Graciela Fernández Meijide
durante una reunión de Gabinete. La ministra rechazó la aprobación del
proyecto, mientras que el titular del Palacio de Hacienda argumentó en su
favor, especialmente porque pretende destrabar el desembolso del Banco
Mundial. Esta entidad sostiene que "se debe fortalecer a las
autoridades regulatorias y de supervisión del sistema financiero",
quienes, en su opinión, "carecen de una adecuada protección frente
a acciones legales relacionadas con la buena fe de sus políticas en la
función pública". El proyecto de ley aclara que la indemnidad no
incluye los casos de negligencia grave o dolo.
Un segundo punto polémico de
las condiciones exigidas por el BM para conceder el préstamo es la
transformación del Banco Nación en sociedad anónima. Machinea dijo ayer
en un reportaje con el diario BAE que "es una propuesta de
este gobierno avanzar en la conversión del Nación en sociedad anónima".
Sin embargo, el ministro aún no pudo convencer a De la Rúa y a otros
miembros del gabinete de impulsar esa iniciativa, que quedó al margen de
las metas establecidas en la carta de intención del nuevo programa con el
FMI. Pero el Banco Mundial podría volver a la carga con este proyecto.
Machinea y Wolfensohn acordaron
aquí discutir el tema del desembolso en su próximo encuentro en Cancún
--donde se reunirán los ministros de Economía de América para analizar
cuestiones referentes al lavado de dinero--. El ministro cuenta con los
900 millones para ayudarlo a cubrir las necesidades de financiamiento de
este año. Si bien el equipo económico ha logrado acceder a los mercados
de capitales en condiciones relativamente favorables --la última colocación
fue la semana pasada, con un bono a 20 años por 1250 millones de dólares
y a una tasa del 12,08 por ciento--, quiere asegurarse el crédito del
Banco Mundial lo antes posible. Con esos recursos, junto a los ya
asignados por el FMI (7400 millones) podría crear un "colchón"
que genere confianza en los mercados frente a colocaciones futuras.
La importancia de ello radica
en que seguramente mañana la Reserva Federal aumentará la tasa de interés
de Estados Unidos. Y entonces el interés de inversores internacionales
por títulos argentinos decaerá o el país tendrá que pagar una tasa
mayor para financiarse. En medio de esta necesidad del equipo económico,
se encuentra la protección a Pou y la transformación del Banco Nación
en sociedad anónima.
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