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El presidente de la SEPI, Pedro
Ferreras, fue el encargado de transmitir a la plana mayor del gobierno los
planes para ARSA. Durante una reunión mantenida ayer en Casa de Gobierno
con el jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, y con los ministros Nicolás
Gallo y Alberto Flamarique, el titular del holding español se comprometió
a impedir la quiebra de Aerolíneas. "Con la sociedad y los
trabajadores, el compromiso de la SEPI es total. No podemos permitirnos
que nos vaya mal. No podemos fracasar. Que nadie piense en soluciones de
quiebra, puesto que nunca se nos ha pasado por la cabeza", afirmó,
categórico, Ferreras.
En cuanto a las demandas que se
harán al Estado argentino, el funcionario español evitó los pedidos
directos, pero las sugerencias fueron poco sutiles. Si el gobierno no
realiza aportes "proporcionales a su participación accionaria (5 por
ciento), será difícil justificar la posición de SEPI frente a la opinión
pública española", declaró Ferreras. En España, la situación
actual de ARSA es percibida como un barril sin fondo. Los españoles
argumentan que ya han invertido en Aerolíneas más de 1.200 millones de dólares.
Sin embargo, a la hora de las responsabilidades sólo reconocen haber
conducido la compañía en el año '97, el único que registró
utilidades; algo más de 2 millones de dólares cuando Aerolíneas factura
por venta de pasajes entre 1.000 y 1.100 millones anuales.
Iberia, a cargo de la gestión
de ARSA desde su privatización en 1990 hasta 1996, también es controlada
por la SEPI. Hoy las deudas de ARSA alcanzan los 830 millones de dólares,
la flota no fue modernizada según lo acordado inicialmente y se vendieron
variados activos: desde simuladores de vuelo, talleres, sucursales
--internacionales y locales-- y espacios en aeropuertos.
Recién durante los dos últimos
años el control operativo de Aerolíneas estuvo a cargo de la
estadounidense American Airlines. Fuentes de la SEPI consultadas por Página/12
destacaron que "jamás hubiesen imaginado" que una empresa como
American fracasaría en su gestión, pero rápidamente restaron culpas;
"el contexto del mercado aeronáutico sudamericano no fue
favorable", explicaron. Sin embargo, el mismo Ferreras reconoció que
"la situación es notablemente peor que la existente cuando
entregamos la gestión en 1998". Respecto del plan de saneamiento,
las fuentes de la SEPI explicaron que sería similar al Plan Rector
aplicado en Iberia desde 1996.
Por aquel entonces, la aerolínea española se encontraba en
situación de quiebra técnica; entre sus causas, la segunda en
importancia fue el déficit generado por los 1.200 millones invertidos en
Aerolíneas. El plan que rescató a Iberia, que significó un fuerte
ajuste de gastos y retribuciones al personal, logró colocarla --según
las fuentes-- entre las compañías aéreas más rentables del mundo. Por
ello hoy se sienten confiados para lograr el mismo resultado en ARSA.
"Ya lo hemos hecho antes, tenemos la capacidad de gestión, la
experiencia y correremos el riesgo. El plan se conocerá dentro de dos
meses y medio. Hoy sólo le transmitimos al gobierno argentino que
asumimos nuestra responsabilidad al frente de la compañía y nuestra
vocación por reflotarla", concluyeron.
En una rueda de prensa
realizada luego de la reunión con los funcionarios argentinos, de la que
también participó el presidente de Aerolíneas Argentinas, Patricio
Zavalía Lagos, el titular de la SEPI sostuvo que el plan "no se podrá
hacer al margen o contra el gobierno o al margen o contra los
trabajadores". Al momento de la privatización se estableció un
programa de propiedad participada que otorgó a los hoy 5.700 trabajadores
de la aerolínea de bandera el 10 por ciento del capital accionario.
Por ello, Ferreras reclamó del
gobierno argentino una "participación activa", concretamente
aportes proporcionales de capital y el mantenimiento de la exclusividad de
rutas. Antes de la reunión el ministro Terragno había declarado su interés
por la búsqueda de alternativas para salvar a la aerolínea de bandera,
siempre que no supongan que el Estado "ponga lo que no tiene para
cubrir deudas que nunca debieron haberse generado".
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