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EL HOLDING ESTATAL ESPAÑOL PIDIO UN APORTE AL GOBIERNO
Plan de rescate en Aerolíneas

Rodolfo Terragno, jefe de Gabinete, encabezó el encuentro con los empresarios estatales españoles

El holding español SEPI le ofreció al Gobierno un plan de rescate de la aerolínea de bandera, pero reclama a cambio regular la oferta de la competencia y un aporte proporcional a su participación en el capital.


Por Claudio Scaletta
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La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el holding español propietario de Aerolíneas Argentinas (ARSA), anunció un plan de rescate para "capitalizar y fortalecer a Aerolíneas" similar al aplicado en Iberia. Aunque los contenidos de la reestructuración se darán a conocer en dos meses, la SEPI demandará al Estado argentino aportes proporcionales a su participación y el ejercicio de sus facultades regulatorias para evitar "el exceso de oferta (de vuelos), por encima de lo que la regulación establece". Si bien se descartaron despidos, podrían haber ajustes sobre las retribuciones al personal.

  El presidente de la SEPI, Pedro Ferreras, fue el encargado de transmitir a la plana mayor del gobierno los planes para ARSA. Durante una reunión mantenida ayer en Casa de Gobierno con el jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, y con los ministros Nicolás Gallo y Alberto Flamarique, el titular del holding español se comprometió a impedir la quiebra de Aerolíneas. "Con la sociedad y los trabajadores, el compromiso de la SEPI es total. No podemos permitirnos que nos vaya mal. No podemos fracasar. Que nadie piense en soluciones de quiebra, puesto que nunca se nos ha pasado por la cabeza", afirmó, categórico, Ferreras.

  En cuanto a las demandas que se harán al Estado argentino, el funcionario español evitó los pedidos directos, pero las sugerencias fueron poco sutiles. Si el gobierno no realiza aportes "proporcionales a su participación accionaria (5 por ciento), será difícil justificar la posición de SEPI frente a la opinión pública española", declaró Ferreras. En España, la situación actual de ARSA es percibida como un barril sin fondo. Los españoles argumentan que ya han invertido en Aerolíneas más de 1.200 millones de dólares. Sin embargo, a la hora de las responsabilidades sólo reconocen haber conducido la compañía en el año '97, el único que registró utilidades; algo más de 2 millones de dólares cuando Aerolíneas factura por venta de pasajes entre 1.000 y 1.100 millones anuales.

  Iberia, a cargo de la gestión de ARSA desde su privatización en 1990 hasta 1996, también es controlada por la SEPI. Hoy las deudas de ARSA alcanzan los 830 millones de dólares, la flota no fue modernizada según lo acordado inicialmente y se vendieron variados activos: desde simuladores de vuelo, talleres, sucursales --internacionales y locales-- y espacios en aeropuertos.

  Recién durante los dos últimos años el control operativo de Aerolíneas estuvo a cargo de la estadounidense American Airlines. Fuentes de la SEPI consultadas por Página/12 destacaron que "jamás hubiesen imaginado" que una empresa como American fracasaría en su gestión, pero rápidamente restaron culpas; "el contexto del mercado aeronáutico sudamericano no fue favorable", explicaron. Sin embargo, el mismo Ferreras reconoció que "la situación es notablemente peor que la existente cuando entregamos la gestión en 1998". Respecto del plan de saneamiento, las fuentes de la SEPI explicaron que sería similar al Plan Rector aplicado en Iberia desde 1996.    Por aquel entonces, la aerolínea española se encontraba en situación de quiebra técnica; entre sus causas, la segunda en importancia fue el déficit generado por los 1.200 millones invertidos en Aerolíneas. El plan que rescató a Iberia, que significó un fuerte ajuste de gastos y retribuciones al personal, logró colocarla --según las fuentes-- entre las compañías aéreas más rentables del mundo. Por ello hoy se sienten confiados para lograr el mismo resultado en ARSA. "Ya lo hemos hecho antes, tenemos la capacidad de gestión, la experiencia y correremos el riesgo. El plan se conocerá dentro de dos meses y medio. Hoy sólo le transmitimos al gobierno argentino que asumimos nuestra responsabilidad al frente de la compañía y nuestra vocación por reflotarla", concluyeron.

  En una rueda de prensa realizada luego de la reunión con los funcionarios argentinos, de la que también participó el presidente de Aerolíneas Argentinas, Patricio Zavalía Lagos, el titular de la SEPI sostuvo que el plan "no se podrá hacer al margen o contra el gobierno o al margen o contra los trabajadores". Al momento de la privatización se estableció un programa de propiedad participada que otorgó a los hoy 5.700 trabajadores de la aerolínea de bandera el 10 por ciento del capital accionario.

  Por ello, Ferreras reclamó del gobierno argentino una "participación activa", concretamente aportes proporcionales de capital y el mantenimiento de la exclusividad de rutas. Antes de la reunión el ministro Terragno había declarado su interés por la búsqueda de alternativas para salvar a la aerolínea de bandera, siempre que no supongan que el Estado "ponga lo que no tiene para cubrir deudas que nunca debieron haberse generado".

 

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