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RECHAZARON EL PEDIDO DE BELGICA Y LAS ORGANIZACIONES DE DD.HH.
Pinochet ya oye rugir el Boeing 707

 

 

Después de la decisión de ayer de la Alta Corte de Londres, el ex dictador Pinochet está más cerca que nunca de subirse al avión de la Fuerza Aérea chilena, impune y de vuelta a su país

 

 

Página/12 
en Gran Bretaña

Por Marcelo Justo
 Desde Londres

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"Ni Amnistía Internacional y los otros grupos de derechos humanos, ni Bélgica, tienen fundamentos para solicitar una revisión judicial y por lo tanto rechazo ambas solicitudes. Lo hago consciente de que mi decisión es inevitablemente adversa para gente que sufrió mucho en la reciente historia de Chile y, en el caso de Bélgica, para un país amigo y sus autoridades judiciales." Con estas palabras concluyó ayer el juez Maurice Kay un contundente dictamen en la Alta Corte de Justicia de Londres contra la solicitud de "revisión judicial" de la decisión del ministro del interior Jack Straw de negar acceso al informe médico del general Pinochet. Bélgica y las seis organizaciones de derechos humanos cuestionan que Straw haya fundamentado su decisión "preliminar" de suspender el proceso de extradición de Pinochet a España en un informe al que no tienen acceso por la "confidencialidad de la relación médico-paciente". Bélgica apeló el dictamen del juez Kay ante la misma Alta Corte de Justicia de Londres, y las seis organizaciones de derechos humanos tienen hasta hoy al mediodía para decidir si siguen el mismo camino. El caso se resolverá ante un cuerpo colegiado de tres jueces en la Alta Corte de Justicia de Londres, probablemente el lunes próximo.

  El dictamen pone a Pinochet más cerca que nunca del Boeing 707 de la Fuerza Aérea chilena que lo aguarda en la base militar de Brize Norton, a unos 30 kilómetros de Londres. El juez Maurice Kay señaló que estaba en "completo desacuerdo" con los argumentos presentados por Bélgica y las organizaciones de derechos humanos. Kay indicó que la solicitud de que se hiciera una nueva evaluación médica no tenía "mérito alguno" y resultaba "sorprendente" proviniendo de grupos de derechos humanos. El magistrado también desestimó como "inapropiado" el pedido de que el ministro del Interior británico diera a conocer el informe médico del general Pinochet.

  El juez Kay leyó dos documentos --una carta enviada a Amnistía Internacional el 18 de enero y la transcripción de una intervención de Jack Straw en la Cámara de los Comunes el 12 de enero-- en los que el ministro de Interior británico especifica los criterios por los que determinó que Pinochet no está en condiciones de ser sometido a juicio. Según la carta, se basó "en los análisis que se hicieron de su memoria, su capacidad para procesar información verbal y seguir las instancias de un juicio, su capacidad para comprender el contenido y las preguntas que se le hicieran y dar instrucciones a sus representantes legales".

  En cuanto a la petición del gobierno belga, la de más peso político y legal porque es uno de los cuatro estados europeos que solicitó la extradición del general, el magistrado fue igualmente concluyente. Los principales argumentos de Kay fueron:

  * Si Pinochet no está en condiciones de ser sometido a juicio en España, tampoco está en condiciones para que se lo juzgue en Bélgica.

  * España no está solicitando un pedido de revisión judicial y acepta la decisión que tome el ministro del Interior respecto de su propio pedido de extradición, que tiene prioridad sobre el de los otros tres estados, Bélgica, Francia y Suiza.

  * No hay ninguna provisión en la Convención Europea de Asistencia Mutua para que el país que solicita la extradición pueda exigir que su propio equipo de médicos haga una revisión médica al extraditable.

  Las 37 páginas que contiene el dictamen no tienen un párrafo favorable a la petición de "revisión judicial", mecanismo legal británico por el que se apela las decisiones de funcionarios públicos. A pesar de ello, el gobierno de Bélgica apeló en la tarde de ayer la decisión de Kay, y las organizaciones de derechos humanos estaban considerando "muy seriamente" la posibilidad de hacerlo.

  A la salida de la Alta Corte de Justicia de Londres, grupos de exiliados chilenos y de derechos humanos manifestaron su "decepción" ante la decisión del juez Kay. En un intento de mantener la cabeza alta, Fiona Mc Kay, directora de Redress, una de las seis organizaciones que solicitaron la apelación judicial, señaló a Página/12 que el fallo era indudablemente un "revés" pero que de ninguna manera constituía el final de la historia. "Este caso ha tenido más de una vuelta sorpresiva. Y va a continuar, aun si Pinochet se va a Chile", dijo Mc Kay. Al borde de las lágrimas, un exiliado chileno, torturado durante la dictadura, dio su propio veredicto: "La primera víctima de una negociación política como la que hicieron Gran Bretaña, España y Chile, es la Justicia". 

 

La ley inglesa en cinco claves

1. ¿Hay vida después del fallo de ayer?

  El próximo lunes sería la audiencia para apelar el dictamen de ayer. Un cuerpo de tres jueces se expedirá sobre la decisión de Jack Straw de negar acceso al informe médico de Pinochet. Si la apelación tiene éxito, se inicia el proceso de "revisión judicial" de la decisión del ministro del Interior británico; si la revisión tiene éxito, el ministro se vería obligado a dar a conocer el informe médico del general.

  2. ¿Qué posibilidades hay de que ocurra todo esto?

  Remotas, pero este caso se ha caracterizado por las sorpresas.

  3. ¿Qué pasa si la apelación del lunes próximo falla?

  Se cierra la vía judicial. El caso vuelve a manos de Straw, que el 11 de enero anunció una decisión "preliminar". Ahora haría su anuncio final.

  4. ¿Alguna posibilidad de que Straw cambie su opinión?

  Ninguna. De hacerlo, muchos concluirían que Straw "no está en condiciones de ser ministro".

  5. ¿Queda libre Pinochet, entonces?

  Queda una última, agónica posibilidad. Se puede apelar el anuncio final de Straw. Pero entre el anuncio y la apelación se abre una tierra de nadie en la que el general está técnicamente en libertad. Como en las películas norteamericanas, largaría una carrera para que la orden de la Justicia llegue antes de que Pinochet se suba al Boeing 707 que lo espera.


En Chile, todo es prudencia

"Me encantaría ver a Pinochet de vuelta en el Congreso, por la vergüenza nacional e internacional que significará para la postura de defensa del gobierno chileno." La furia contenida es de Carmen Soria, hija del asesinado diplomático español Carmelo Soria, tras conocer el fallo de la Alta Corte de Justicia británica. El gobierno chileno reaccionó con optimismo. "Creo que estamos en los últimos estertores de una larga historia", declaró el canciller chileno Juan Gabriel Valdés. Y, casualmente, tanto los dirigentes pinochetistas como los familiares de las víctimas de la dictadura reaccionaron con similar cautela. El presidente de la Fundación Pinochet, Luis Cortés Villa, ordenó a los partidarios del ex dictador que guardaran el champagne que estaban descorchando para cuando Pinochet esté pisando Chile. Viviana Díaz, presidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, dijo que "la historia no está terminada" y que esperaba que Jack Straw "cumpla su palabra de no tomar ninguna decisión definitiva mientras existan instancias judiciales pendientes".


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