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"La clave de esta señal es cómo nos acercamos a las estrellas"

Así define a E! Todd Newton, uno de sus presentadores. El canal está profundizando sus informes sobre el lado oscuro de la fama.


Por Cecilia Bembibre
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En E! cualquiera es una estrella. Lo son los presentadores, recién salidos de la peluquería, con dientes brillantes y una alegría que parece, la mayor parte del tiempo, auténtica. Lo son los televidentes, a quienes se les permite ser parte de la magia televisiva. Y están las verdaderas estrellas, que se suceden las 24 horas frente a la cámara de una señal que es por autodefinición celebrity-friendly, amigable con las celebridades.

  Las distintas estrategias para convertir a todo el mundo en una estrella --cambiarle el look, lograr que la Alianza contra el Mal Gusto le declare el visto bueno-- tiene su cúspide en la elección de la celebridad del año. Después de Ricky Martin, E! decidió premiar a Natalia Oreiro. Y encargó la tarea a uno de sus presentadores estrella, el prolijo Todd Newton. Los presentadores de E! se dividen en dos categorías: los excéntricos como Lauren Eserszky, que desfila por los eventos más exclusivos del circuito de la moda siempre como al borde del coma alcohólico, o Joan Rivers, la columnista de moda más esquivada, por su lengua desatada al evaluar el buen gusto de los famosos. En un contrapunto de estilos, E! reúne también a una legión de presentadores más discretos, jóvenes entusiastas y minimalistas: entre ellos está Todd Newton.

  Rubio, con cara de buen chico, Todd parece un estudiante popular en su último año de secundaria (la revista adolescente Seventeen lo votó como uno de los presentadores estadounidenses más deseables). Trabaja en el programa de anticipos de cine "Coming Attractions" y de vez en cuando también anima el ciclo "Talk Soup". "La clave de esta señal", le contó el conductor a Página/12, "es cómo nos acercamos a las estrellas. E! tiene un acceso al espectáculo que ningún otro medio tiene. Tenemos la posibilidad de llevar al espectador detrás de la escena, mostrarle lo que hay detrás de un producto de Hollywood: los fans, los actores, guiones, escenarios, la promoción...". De su Saint Louis natal Todd llegó a Los Angeles, y lo primero que recuerda es que lo maquillaron y lo mandaron a entrevistar a Robin Williams. "Era la primera estrella que conocía y me di cuenta de que estaba completamente loco", dice. El tratamiento intensivo del otro lado de la pantalla de E! durante varios años lo llevó, casi naturalmente, a elaborar un poco más su relación con la industria del entretenimiento: "Es impresionante lo reales que pueden ser las estrellas de cine, cuando uno los ve ir al supermercado, o se da cuenta de que tienen arrugas y canas... y aun así, hay que mostrarlos como seres más que humanos. Tenemos que justificar sus papeles en pantalla, darles credibilidad".

  Pero un televidente iniciado sabe que no todas son rosas en la vida de los lindos, ricos y/o famosos. E! lo confirma, y lentamente va acuñando un género al respecto. Son los documentales de "The E! true Hollywood story" y "Misteries & Scandals". En ellos se descubre que los niños prodigio devienen, casi siempre, criminales o drogadictos, suicidas o conversos. Los que se recuperan llaman rápido a la cámara de E! para que cuente la historia. Aparecen entonces en pantalla, a cara lavada, vestidos en colores pastel, rodeados de recuerdos de cuando la gente los reconocía por la calle, contando la crónica de su fracaso. Y si no fueron niños prodigio no importa. Para calificar en la categoría basta haber salido al aire al menos un par de veces, siempre y cuando la carrera haya sido truncada por un episodio oscuro. El programa dedicado a Chris Farley, uno de los estrenos de febrero, promete: "Desde sus inicios en Saturday Night Live hasta su participación en producciones fílmicas, Farley se mantuvo entre los mejores comediantes con un estilo algunas veces crudo y desvergonzado. Sus salvajes abusos con la comida, la droga y el alcohol le ocasionaron una temprana muerte...". El fan de Dennis Hopper podrá conocer que "su vida estuvo circundada por cuatro fracasos matrimoniales, combates contra los abusos de alcohol, drogas y su batalla contra una enfermedad mental que lo llevó a una institución psiquiátrica".

  Si el lado oscuro del espectáculo es uno de los fuertes de la señal, el backstage es también casi una marca registrada. Dinámicos, bien filmados, los segmentos de rodaje y sesiones fotográficas promocionan un producto terminado que el espectador de E! no necesita: prefiere dejarse hipnotizar por la muestra, por lo inacabado; el televidente ideal de E! es un voyeur que se esconde y espía, sin la paciencia para esperar hasta el estreno.

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