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En Mendoza, el plan canje espara las armas

Para reducir la violencia social, un proyecto del gobierno aliancista prevé que la gente que tenga armas las entregue a cambio de vales de comida y subsidios.


t.gif (862 bytes) En el combate del delito y la violencia, el gobierno mendocino ha decidido incorporar las ventajas milenarias del trueque. En breve, cualquier ciudadano de esa provincia podrá hacerse de comida o algún tipo de subsidio si decide deshacerse del arma que tenga en su poder. Con el �canje social�, tal el nombre con el que ha sido bautizado el programa, se intentará desarmar a la sociedad civil para disminuir la cantidad de muertes por armas de fuego y los asaltos a mano armada que en los últimos meses empeoraron la seguridad en Mendoza. La experiencia mendocina ya fue puesta en práctica en Estados Unidos después de las polémicas desatadas por los adolescentes que asesinaron a una quincena de estudiantes secundarios en Denver, Colorado. Fuentes del propio Ministerio de Justicia y Seguridad aceptaron ayer que la idea proviene del estado de Arkansas, donde la idea se puso en práctica con éxito. También se trocaron armas civiles en Washington, donde en las comisarías se entregaron cien dólares por cada pistola o rifle que llegaba de la calle. La idea, que nació en la Secretaría de Relaciones con la Comunidad mendocina, fue avalada ayer por el ministro de Justicia y Seguridad, Leopoldo Orquín, quien todavía no tiene claro qué será lo que recibirá el mendocino que se desarme. Las primeras propuestas tienden a hacer un mix de asistencia social y recreativa para tentar a los poseedores de armas: vales para comida, deportes o planes de formación para jóvenes de los barrios mas conflictivos de la capital y subsidios estatales para proyectos de autogestión. El ministro de Justicia y Seguridad, Leopoldo Orquín, aceptó la aplicación de la estrategia, pero aseguró que �no sabemos cómo será el �canje social� por las armas porque aún no esta definido el proyecto�, pero dijo que lo que sí está claro es que �es necesario el vaciamiento de armas en la provincia�. Según datos extraoficiales de la policía mendocina, los índices de criminalidad y violencia armada durante el mes de enero �son muy superiores a los del mismo período del año pasado�. Como parte de un plan de reforma integral de la política de seguridad, que comenzó con la administración del justicialista Arturo Lafalla, el actual gobierno aliancista de Rodolfo Iglesias intenta profundizar los cambios que hicieron famosa a la provincia por una maldita policía con facilidad para rebelarse al Ejecutivo y dificultad para controlar la delincuencia. La propuesta del nuevo gobierno viene a contradecir en todo el discurso del gobernador Carlos Ruckauf, que recomendó, en el fragor de su campaña, �meter bala� a los delincuentes.�Queremos ser respetuosos de los derechos de todo el mundo, pero también queremos respetar el derecho de la gente a vivir con tranquilidad, cualquiera sea el barrio o la situación�, dijo Orquín ayer. El ministro explicó que �el plan apunta a sacar las armas de las casas que después terminan siendo utilizadas por un menor para sus primeros delitos o por alguien de la familia para desatar una tragedia pasional o terminar discusiones de forma violenta�. El gobierno imagina que sería un golpe de efecto importante demostrar que la población prefiere comida y recreación a armas y violencia. Además, para no ahuyentar del plan canje a los ladrones conocidos por la policía, que además no usan armas legales sino sin registro, robadas o de la propia fuerza, no se pedirá demasiadas explicaciones sobre la procedencia de pistolas o revólveres. El �canje social�, idea del secretario de Relaciones con la Comunidad, Gabriel Conte, tuvo un relativo éxito en Washington. En el distrito 7 de la capital norteamericana fue la policía en las comisarías de cada barrio la que recibió unas mil armas por día durante la primera parte del plan, en agosto, lo que significaron cientos de miles de dólares de inversión estatal en armas civiles. Allí no eran justamente los jóvenes pobres que suelen asaltar a sus vecinos los que entregaban armas sino sus padres. En Mendoza esperan tentar igual a sus ciudadanos pistoleros.

 

 

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