Por Fernando Almirón
Carlos Ruckauf abandonó la sonrisa que patentó como propiedad electoral y con gesto grave, que subrayó apretando con su mano la mano de Norma, la madre de José Luis Cabezas sentada a su lado, aseguró �no voy a perdonar a ninguno de los condenados� por el asesinato del reportero gráfico. De esta manera el gobernador bonaerense dio por terminadas las �especulaciones� sobre una posible conmutación de penas en beneficio de la banda de �Los Horneros�. Especulaciones que el mismo Ruckauf había propiciado apenas unas horas antes, cuando dijo que iba a �estudiar� esa posibilidad, que �veré cómo esta la situación jurídica�. La familia de Cabezas apuró el encuentro con el mandatario provincial para asegurarse de que los cuatro delincuentes seguirán presos hasta que se sustancie la segunda etapa judicial del caso, en la que se investigará la complicidad en el homicidio, las maniobras para desviar la pesquisa y el ocultamiento de pruebas por parte de altos jefes de la Bonaerense.
Ruckauf supo alimentar el misterio antes de revelar su decisión. Flanqueado por José y Norma Cabezas, los padres del fotógrafo asesinado el 25 de enero de 1997 en Pinamar, el gobernador de Buenos Aires aseguró en una conferencia de prensa transmitida en directo �acorde con la expectativa generada por sus voceros� que �yo no voy a perdonar a ninguno de los condenados, ni ahora ni a lo largo de mis cuatro años de mandato�. Ruckauf desestimó así toda posibilidad de conmutar o reducir la sentencia a la que fueron condenados los integrantes de la denominada banda de Los Hornos.
�Según el abogado de los imputados condenados en primera instancia, habría una promesa de conmutación de penas� a cambio de su testimonio que permitió resolver el caso, dijo Ruckauf ayer por la mañana, antes de viajar a Mar del Plata donde se encontró con los familiares de Cabezas. El beneficio que podría haber alcanzado a Héctor Retana, José Luis Auge, Gustavo González y Horacio Braga habría sido pactado entre su abogado defensor, Fernando Burlando, y el entonces gobernador Eduardo Duhalde.
Duhalde salió de inmediato a despegarse del compromiso: �Yo mismo dije que la reducción de pena estaba sólo prometida para aquellos que hubieran tenido una participación secundaria en el crimen�, dijo. �Los horneros� fueron encontrados por Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores partícipes primarios del asesinato, y recibieron un sentencia a prisión perpetua.
La escena transcurrió en Mar del Plata a menos de 24 horas de conocerse la sentencia del Tribunal de Dolores. Le dieron marco decenas de periodistas ansiosos por saber si Ruckauf les otorgaría la libertad a los delincuentes de Los Hornos que decían trabajar de albañiles. El gobernador con camisa floreada sin corbata y saco oscuro le recordó a la madre de Cabezas: �¿Se acuerda que yo fui el único que en ese momento la recibió en la Casa Rosada?�. En esos tiempos, Jorge Rodríguez, jefe de Gabinete de Carlos Menem, le abrió las puertas de la Casa de Gobierno a Alfredo Yabrán. También eran tiempos de las primeras batallas a fondo entre Menem y Duhalde, quien tenía como aliado en el gobierno nacional a Ruckauf, que a tono con la interna también abonó las sospechas que le adjudicaban a Yabrán la autoría intelectual del asesinato del reportero gráfico.
El recuerdo emocionó a la madre que le respondió: �Yo lo amo Ruckauf�, y Ruckauf buscó con su mirada a las cámaras para, de inmediato, endurecer aún más su postura. Y dijo respecto de los trescientos mil pesos que el gobierno bonaerense deberá pagarle como recompensa al informante que habilitó la pista que condujo a los vecinos de Los Hornos: �Se le pagarán si se comprueba que su información está libre de complicidad�.
El gobernador aprovechó el momento para tomar distancia de la vieja cúpula de la Policía Bonaerense, que será objeto de investigación en la segunda etapa judicial del crimen del fotógrafo, que estará a cargo de la magistrada María Eva Merlo. En esta causa estarían involucrados al menos media docena de comisarios, entre ellos el actual titular de la JefaturaDepartamental de San Martín, Oscar Viglianco, quien habría intentado involucrar a la denominada banda de �Los Pepitos� en el asesinato, mediante el curioso hallazgo del arma homicida que embadurnó con sus propias huellas y trasladó hasta los peritos calzada en su cintura. �Me parece bien que se siga investigando, y que se resuelva todo lo que falta investigar sobre este brutal homicidio, que se encuentre a los culpables que faltan, se llamen como se llamen y aunque se desempeñen como funcionarios del gobierno provincial�, es decir como jefes de la policía. Redondo.
�El dolor de una madre�
La jueza Graciela Pross Laporte, quien investigó el suicidio de Alfredo Yabrán, consideró ayer que la afirmación de la madre de José Luis Cabezas respecto de que Alfredo Yabrán está vivo �es producto del dolor de una madre, y como eso tenemos que tomarlo�. Consultada sobre las versiones que aseguran que no era de Yabrán el cuerpo hallado el 20 de mayo de 1998 en la estancia San Ignacio, en Entre Ríos, la jueza a cargo del caso dijo que en su oportunidad �yo recibí y le brindé explicaciones a la madre de Cabezas, que se fue satisfecha�. La magistrada de la localidad entrerriana donde se habría matado el empresario postal aseguró que: �Los familiares de Cabezas vinieron a verme, estuvieron muy bien, pidieron algunos datos y les di los que pude, confirmando que el muerto era Yabrán. Y sentí que ellos me creyeron�. Y agregó: �Los rumores sobre que Yabrán está vivo no dan para más�.
REPORTAJE A GLADYS CABEZAS
�Duhalde tiene que aclararle muchas cosas a mi familia� |
La hermana de José Luis Cabezas está conforme por las condenas a ocho de los acusados, pero insatisfecha porque piensa que no se develó toda la trama del crimen. Cuestiona a la Justicia, a la policía y es muy
dura con el ex gobernador bonaerense
y con Menem. |
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Terminó el juicio oral y a Gladys Cabezas, la hermana del reportero gráfico, le quedó una sensación extraña. Cree que todavía no se descubrió la verdad del crimen de su hermano José Luis. Pero conserva cierta satisfacción por las condenas a los nueve presos. Con un estilo aguerrido, frases cortantes y nerviosas, �la hermana� �como se define en la entrevista� adelantó que va a seguir batallando para saber la verdad y apuntó sobre Eduardo Duhalde. �Como es ex gobernador tiene la obligación de aclararle a la familia muchas cosas�, reclama.
�¿Cómo recibieron en la familia la sentencia a los nueve imputados por el crimen de Cabezas?
�Es una punta de todo lo que estamos buscando. Hay que seguir porque faltan muchos más imputados, falta saber por qué mataron a José Luis, qué pasó con el arma y la cámara, si realmente es esa la cámara fotográfica.
�¿Con el final del juicio oral, termina una etapa de su vida?
�Para mí no termina nada. Sí, a lo mejor, evaluar y poner en la balanza lo que voy a seguir haciendo. Es muy posible que no participe en el segundo juicio pero sí voy a seguir investigando por mi cuenta. Porque durante estos años estuve luchando, pensando que en la instrucción se iba a descubrir toda la verdad y que en el juicio oral íbamos a tener careos, y se iba a seguir investigando. Pero me sentí muy defraudada. Porque (el comisario mayor retirado Víctor) Fogelman dijo que no sabía nada y salió como si tal cosa. Esto me sirve para evaluar lo que tengo que hacer de ahora en más. Voy a seguir investigando por una cuestión mía, de amor a mi hermano, y de deber. Pero no sé si voy a estar como parte en el segundo juicio, el �Cabezas II�. Mis padres sí, seguro, van a seguir adelante con el doctor Alejandro Vecchi.
�Pero usted tenía pensado iniciar un segundo juicio contra la policía. ¿Por qué desistió?
�Por un momento lo tenía pensado. Pero, después de ver todo esto, no tengo mucha confianza en la Justicia. No me parece que haya algún juez que realmente quiera hacer justicia. La instrucción estuvo mal hecha, gracias al juez (José Luis) Macchi, gracias a Fogelman. Se hizo por policías, ningún policía puede investigar a otros policías. No sabemos por qué mataron a José Luis, qué pasó con el arma, quién atendió ese 25 de enero el teléfono en la comisaría de Pinamar. Todo esto es nefasto.
�¿A quién van a pedir que se investigue en el juicio de �Cabezas II�?
�Mis padres pidieron que declaren Duhalde, Stoghe, un montón de gente, todos los policías que estuvieron y no fueron juzgados. Mis viejos van a ir con la Justicia, yo voy a hacerlo por mi cuenta. También hay una demanda civil contra la familia Yabrán.
�Tras la sentencia, Eduardo Duhalde anunció que le va a pagar la recompensa de 30.000 pesos a Rubén D�Elía, el puntero del justicialismo que denunció a los cuatro �horneros�. ¿Qué le parece?
�A mi entender, lo que tiene que hacer Duhalde es hablar con la familia, tiene muchas cosas que aclararnos. Sobre todo qué fue eso del arma, qué es eso del libro que va a escribir. Como ex gobernador tiene la obligación de aclararle a la familia muchas cosas. Por ejemplo, el tema del arma que dijo que estaba enterrada. De todo nos enteramos por los medios. Jamás habló con nosotros. Y tiene la obligación de hacerlo, porque está hablando de mi hermano, de mi familia.
�¿Cómo influyó la interna entre el ex presidente Carlos Menem y Duhalde en la investigación y el juicio del crimen de tu hermano?
�Nunca los tomé en serio. Ellos son responsables de lo que pasa en este país, de que haya jueces, abogados, políticos corruptos, y que permitan esta impunidad.
�¿Cuál fue la influencia de Duhalde y Ruckauf en los tres años del caso Cabezas?
�No sé si tuvieron influencia, pero sí responsabilidad. Tienen responsabilidad desde el Presidente para abajo, porque son empleados nuestros.
�¿No le pareció notable que se hayan basado en las declaraciones de Horacio Braga, Sergio González, José Luis Auge y Héctor Retana para dictar la sentencia?
�Sí me pareció muy notable, muy llamativo todo eso. Me pareció muy llamativa la defensa que tuvieron, los abogados que tuvieron ellos. Es la primera vez que veo abogados que quieren meter presos a sus pupilos sin defenderlos, y encima tratarlos como tontitos.
�Cuando escuchó la sentencia en la sala de audiencias, ¿qué fue lo primero que pensó?
�Me sorprendieron algunas cosas. Después de leer la instrucción, yo creí que iba a quedar gente en libertad. Sobre todo (Gregorio) Ríos. Yo pensé que iba a quedar en libertad. Pero ese es un problema de los jueces, que lo tendrán que hablar y discutir ellos. Yo soy la hermana, acepto lo que hicieron pero no me quedo solamente con esto.
�¿Quedó conforme con la explicación del Tribunal acerca del singular hallazgo de la cámara fotográfica?
�No. Aparte, en este tiempo que pasé en Dolores, donde estuve conviviendo casi un mes y medio con periodistas, les pedí a los fotógrafos que me explicaran cómo se desarma una cámara. Y nos dimos cuenta que donde están los stickers, esa parte de abajo, se puede sacar y poner en otra cámara. Me quedaron todavía muchas más dudas.
�¿Tiene alguna certeza acerca del móvil del crimen?
�No, pero estoy segura de que hay gente que sabe qué pasó. Sobre todo los empleadores de José Luis, que eran los que mandaban. José Luis no hacía guardia desde las 7 de la mañana hasta las 2 de la madrugada porque se le ocurría. Ellos deben saber mucho más de lo que dicen.
�¿Está desilusionada de la Justicia?
�Yo creía que esto era diferente. Pensaba que en el juicio se podían hacer muchas más cosas, a pesar de la instrucción desastrosa. Los tres camaristas Begué, Yaltone y Dupuy se tuvieron que agarrar de lo que les tiraron.
�En el veredicto la Cámara reconoció que no se juzgaron a todos los responsables del crimen pero que en el caso también existen teorías conspirativas. ¿Qué piensa usted?
�Yo dudo de que el caso esté resuelto. Y tengo la certeza de que hay una mafia atrás de esto. Con dos factores, Yabrán, y la Policía Bonaerense. Yabrán dependía de la policía y ésta de Yabrán. Pero puede haber mucha más gente arriba de Yabrán. A lo mejor era sólo un testaferro de alguien. Quiero saber qué pasó con José Luis pero para mí. Y quiero seguir con mi vida normal, tengo hijos, tengo marido. Voy a seguir luchando.
Entrevista por Martín Piqué.
OTRAS VOCES
Graciela Fernández Meijide (ministra de Desarrollo Social). �Los responsables (del crimen) nunca pensaron que el país iba a reaccionar con tanta fuerza, con tanta indignación. Por eso yo me emocioné, porque habla de una reserva moral en el cuerpo de nuestra sociedad que reclama lo que debería ser y muchas veces no es. Yo sé que todavía nos falta mucha lucha por delante y va a haber muchos de los argentinos que no la vamos a aflojar.�
Gabriel Michi (periodista, compañero de Cabezas). �Tengo una sensación contradictoria porque, por un lado, uno siente que llega algo de paz frente a todo el dolor, con alguna respuesta desde la Justicia. Pero también es cierto que en estas circunstancias uno empieza a dimensionar estas situaciones límite en donde se deciden cosas importantes. El tribunal actuó con lo que estaba previsto con respecto a condenas duras basadas en pruebas y no en especulaciones.�
Eduardo Duhalde (ex gobernador de la provincia de Buenos Aires). �Creo que la Justicia ha trabajado muy bien, que termina un capítulo de mucha impunidad. Y que por lo menos aquí se ha demostrado que no siempre el poder y el dinero lo pueden todo. A pesar de todos los problemas que hubo en definitiva se llegó a sancionar penalmente a los autores y a quienes fueron intelectualmente los que impulsaron el crimen.�
María Cristina Robledo (viuda de Cabezas). �No tengo dudas de que si (el fallecido empresario Alfredo) Yabrán hubiese estado entre nosotros habría tenido la misma condena que (su jefe de custodia Gregorio) Ríos. Todos los condenados cometieron un asesinato y no cabe otra posibilidad que la reclusión perpetua.�
Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA). �La sentencia conocida el miércoles respecto del crimen de José Luis Cabezas no contempla el reclamo sostenido por el conjunto de la sociedad de alcanzar toda la verdad en la causa, donde los profundos interrogantes abiertos a lo largo de tres años no fueron resueltos en el juicio.�
Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA). �Tal como lo venía exigiendo la sociedad toda, la Cámara Penal de Dolores ha dado un paso adelante tendiente a que desaparezca la sensación de impunidad imperante en nuestro país. La muerte de Cabezas así como las diferentes etapas de la investigación representaron el momento más negro para la libertad de prensa en la Argentina desde 1983 en adelante.�
Horacio Lanza (abogado de los ex policías Luna y Camaratta). �Estoy sorprendido y dolorido. Yo confiaba en la ecuanimidad del tribunal, pero no puede ser que aquellos que estuvieron participando activamente del secuestro tengan menos sanción que mis defendidos. Vamos a agotar las instancias para modificar esta sanción.�
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