|
El panorama para la industria automotriz se oscurece a un ritmo vertiginoso. La Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) advirtió ayer que en marzo las terminales suspenderían a 6 mil operarios, cayendo de nuevo en un pozo del que apenas lograron escapar el año pasado con el lanzamiento del Plan Canje. Con evidente intención de presionar al Gobierno, las empresas resaltaron también que si no obtienen nuevas medidas de fomento a la producción, el año que viene algunas de ellas emigrarían a Brasil, siguiendo los pasos de varias autopartistas. En el �99, sostuvieron, el sector facturó 700 millones de pesos menos que en el �98. El reclamo más urgente que expresaron las terminales es una reducción de 11 puntos de la carga tributaria que pesa sobre los autos. Página/12 dio cuenta anteayer de las protestas de autopartistas, metalúrgicos y del sindicato de esta última rama por la demora en la definición del nuevo régimen automotor con Brasil, que también amenazaron con cierres y éxodos masivos de empresas hacia aquel país. Con argumentos a veces coincidentes y otras diferenciados, pero con el mismo mal humor, Adefa aseguró ayer que el sector se achicará dramáticamente. �Si no mejora la demanda, habrá 6 mil suspendidos a partir de marzo�, alertó el presidente de la entidad y también de Sevel, Luis Ureta Sáenz Peña. El empresario adelantó que Renault, Ford e Iveco serían las primeras en aplicar suspensiones, mientras que otras terminales harían lo propio más adelante. En el caso de la empresa francesa, está planificando suspender a 400 trabajadores. �Está bien haber priorizado el presupuesto, el déficit fiscal y el acuerdo con el FMI, pero ahora son indispensables políticas activas� para la industria automotriz, enfatizó Ureta, exponiendo la inquietud de los fabricantes de autos por las demoras en los anuncios del gobierno para el sector. Adefa informó ayer que en enero las ventas crecieron apenas 3,1 por ciento respecto a igual mes del año pasado, por lo que la reactivación es más lenta de la esperado. Se colocaron 28.806 vehículos, de los cuales 19.606 fueron de fabricación local. En comparación con diciembre, las ventas bajaron 13,3 por ciento. La producción aumentó 112,1 por ciento en relación a enero del �99, pero la Asociación de Fabricantes puntualizó que el fuerte incremento �debe ser relativizado por la virtual paralización de actividades ante los críticos acontecimientos de aquellos días�. Y sostuvo que mientras el promedio de la producción de enero de los diez últimos años fue de 25.044 unidades, el mes pasado se fabricaron 21.776 vehículos. Esa cifra equivale a un 33,6 por ciento menos que en diciembre último.Buena parte del fastidio de las terminales obedece al deterioro en la relación con Brasil. A la falta de acuerdo por el nuevo régimen bilateral, se suma que el mes pasado las exportaciones automotrices �la mayoría de ellas dirigidas al principal socio del Mercosur� fueron por apenas 1680 unidades, un 71,8 por ciento menos que en enero del �99 y 80,5 por ciento inferiores a las de diciembre. �En el 2001 podrían emigrar empresas� a ese país, señaló Ureta. �Los impuestos en Brasil son menores �añadió� y están en el producto final y no en cascada en todas las etapas productivas, como ocurre aquí con Ingresos Brutos.� Asimismo, remarcó la asimetría en los costos salariales con el país vecino, donde los aportes patronales equivalen al 12 por ciento del valor de los sueldos, frente al 25 por ciento local. Por lo tanto, Adefa reclamó que se bajen los impuestos. �En 1992, en promedio el 32 por ciento del valor final de los vehículos correspondía a la carga tributaria, y ahora esa relación trepó al 43 por ciento�, indicó Ureta, al solicitar una baja de 11 puntos en la presión impositiva.
|