Por Cledis Candelaresi
 La Secretaría de Energía está alistando un anteproyecto de ley para restituir el Impuesto sobre la Transferencia de los Combustibles de las naftas patagónicas, hoy exentas de ese gravamen. La decisión también abarcará a los surtidores de zonas de frontera, donde sólo se tributa una parte del ITC. En lugar de esa prerrogativa fiscal, las provincias afectadas recibirán un subsidio en dinero contante y sonante, que cada gobernador utilizará para promover en su jurisdicción la actividad económica que más le plazca. Este paquete de recursos superaría los 300 millones de dólares anuales.
La propuesta que Montamat impulsada ahora desde Economía plasma la idea que expresó desde su consultora (Montamat & Asociados) meses atrás y a la que también adhería su antecesor, el justicialista César Mc Karthy. Uno y otro descuentan que gran parte del combustible patagónico, libre de impuestos, termina vendiéndose en otra zona del país, donde sí debería estar gravado. Por esta maniobra, estimó ayer Montamat, se esfuman unos 70 millones de pesos anuales, al margen de los 300 que cuesta la subvención.El problema es, fundamentalmente, de control. Debilidad oficial que no sólo impide dominar la evasión que se produce por esta vía sino también la que tiene lugar con la adulteración de naftas. Según admitió Montamat en aquel estudio de Carta Petrolera, �las restricciones presupuestarias no justifican la ausencia de controles...� que, en este caso, podrían concretarse �con un equipo de no más de 20 profesionales con capacidad de hacer inspecciones sorpresivas�, señalaba entonces. Pero Energía también está dispuesta a modificar el sistema por el cual las naftas fronterizas están gravadas con un ITC de 18 centavos en lugar de los 48 que pesan sobre las que se venden en otras zonas del país. También en este caso, esa ventaja de la que gozan los consumidores de combustibles sería reemplazada por fondos del Estado nacional para desarrollar alguna actividad en la región. De este modo, las provincias involucradas podrían admitir la pérdida de una ventaja fiscal, algo que los legisladores nacionales no quisieron resignar cuando se discutió el Presupuesto en curso.El proyecto oficial fue admitido ayer por el propio Montamat al fin de una conferencia de prensa, convocada por el equipo de Energía para presentar el primero de una serie de boletines de precios del sector. Los datos oficiales corroboran lo que ya consignaron otros tantos análisis: el mercado está altamente concentrado en muy pocas refinadoras (lideradas por YPF-Repsol), hay diferencias de precios entre los productos que se venden en una misma zona del país y éstos no reflejan las bajas que se producen en el mercado internacional.Pero Montamat ni sueña en intervenir en un mercado desregulado, y, a su juicio, la única posibilidad de que las naftas se abaraten es facilitar la importación para promover más competencia. En otros términos, no hay ningún instrumento legal que pueda forzar a las refinadoras a bajar sus precios cuando los valores del crudo en el mercado internacional bajan. No hay dudas de que las refinadoras tienen posición dominante. Pero para Energía faltan elementos que prueben que hayan �abusado� de esa situación. Sólo esta constatación dejaría algún resquicio para obligarlas a corregir los precios de los surtidores.
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