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Colonia fue precisamente la ciudad uruguaya donde De la Rúa y
Sanguinetti se reunieron durante poco más de tres horas. El encuentro fue
el último del mandatario uruguayo con un colega argentino antes del 1 de
marzo próximo, día en que traspasará el mando al electo Jorge Batlle.
En el caso de De la Rúa, la reunión formó parte su segunda salida al
exterior como Presidente y de su primera visita como tal a un país del
Mercosur. A Brasil, De la Rúa había viajado poco antes de asumir, el 10
de diciembre pasado.
"Analizamos la situación
del Mercosur con una visión positiva y optimista, con la seguridad de que
lo llevaremos adelante con gran adhesión a los principios que permitieron
fundarlo", afirmó De la Rúa. A los problemas con Brasil se refirió
Sanguinetti: "No ignoramos las dificultades que hemos tenido que
pasar en los últimos tiempos, los desarreglos económicos que hemos
tenido que superar, pero todos tenemos la convicción de que nuestra
fortaleza macroeconómica nos permitirá seguir afrontando estos temas y
superar aquellos escollos que todavía tenemos por delante", señaló
el uruguayo. Declaró también, de todos modos, que había tratado el tema
con De la Rúa "con un espíritu afirmativo, con la convicción
compartida de que la Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay tienen un
destino común para seguir construyendo".
Lo que analizaron De la Rúa y
Sanguinetti son los problemas que genera dentro del bloque comercial la
devaluación de la moneda brasileña registrada el año pasado. La
Argentina enfrenta el traslado de varias empresas a Brasil y Uruguay sufre
las consecuencias de la suspensión por parte de ese país de la compra
masiva de sus productos lácteos.
La reunión entre ambos
mandatarios tuvo lugar en la residencia de verano que los presidentes
uruguayos tienen en Colonia, construida a principios de siglo por el
argentino Aarón Anchorena. De la Rúa viajó con su mujer, Inés Pertiné,
y Sanguinetti lo recibió junto a su esposa, Martha Canessa. Los cuatro
compartieron con los cancilleres Adalberto Rodríguez Giavarini y Didier
Opertti un almuerzo en el que se sirvió un consomé al jerez de entrada,
ravioles de ricota como plato principal y omelette surprise de postre.
Para beber se seleccionó un buen vino uruguayo.
"Esperamos que no sea
eterno", le planteó en ese marco Sanguinetti a De la Rúa a propósito
de la demora del Congreso argentino en el tratamiento del proyecto de
construcción del puente Buenos Aires‑Colonia. "Nada debe
ponerse en duda, queremos llevar adelante los tratados y hay muchas
comisiones y grupos de trabajo que están trabajando sobre ése y otros
temas (de la relación bilateral", contestó De la Rúa ante la
inquietud.
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