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El viernes, el neonazi Partido de la Libertad (FPOE) de Joerg Haider entró al gobierno de Austria de la mano de una coalición con el conservador OEVP. La rapidez con que se concretó la alianza no impidió que ese mismo día se registrara una serie de violentas manifestaciones que involucraron a un total de 5000 personas y requirieron la intervención de 600 agentes de seguridad. La policía vienesa informó que el saldo fue de 43 policías y 13 manifestantes heridos, siete detenidos y 32 automóviles dañados. Ayer se registraron nuevas manifestaciones, pero fueron pacíficas. Las protestas del viernes le vinieron como anillo al dedo a Haider, quien subrayó que su posición era de �Sí a la libertad de opinión y al derecho de manifestarse. No a la violencia�. Y es que lo ocurrido parece haber ilustrado una polarización que sólo puede favorecer al neonazi. Una encuesta reveló ayer que la coalición negro-parda recibiría el 50 por ciento de los votos, con la otra mitad yendo a los partidos Socialdemócrata y Verde. El otro frente de oposición contra Haider viene de los 14 países que junto a Austria forman la Unión Europea (UE). Esta semana, los gobiernos de esos países �sancionaron� a Austria rompiendo todo �contacto oficial bilateral a nivel político�, recibiendo a los embajadores �sólo a nivel técnico� y negándose en el futuro a �respaldar a candidatos austríacos para puestos en organizaciones internacionales�. Para Haider estas amenazas �no son significativas�, según aseveró el viernes a la noche en una entrevista. El motivo es simple: �La política de la UE se determina únicamente en los consejos de ministros, donde las decisiones deben ser adoptadas unánimemente�. Por lo tanto, si los ministros austríacos del FPOE se rehusaran a cooperar, la UE se vería incapacitada de tomar decisiones a nivel institucional. Y en la actualidad, la UE tiene ante sí dos importantes tareas: su ampliación hacia los países de Europea oriental y la reforma institucional. Con estas asignaturas pendientes, la UE simplemente no puede darse el lujo de marginar al FPOE, razonó Haider. �La UE se acostumbrará a que personas de mi FPOE participen en los consejos de ministros�, concluyó confiado. Como la mayor parte de las declaraciones de Haider, la de ayer creó un pequeño revuelo. El comisionado de la UE de Agricultura y Pesca, el austríaco Franz Fischler, explotó: �Haider es incorregible. No tiene idea del daño que esa declaración ha causado�. La nueva ministra austríaca de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, intentó asegurar a sus colegas europeos que Austria no sabotearía las actividades de la UE. �No pensamos recurrir al veto�, aseguró Johannes Peterlik, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores. Pero el gobierno austríaco también comenzó ayer a apuntar contra las sanciones, aunque quizá en un tono menos ofensivo que el de Haider. �No somos un Estado paria�, disparó el flamante canciller conservador Wolfgang Schuessel. Con algo de patetismo, interrogó: �¿Acaso 360 millones de habitantes en 14 Estados grandes y poderosos tienen en verdad algo que temer de la pequeña Austria, con ocho millones de habitantes?�. Por este motivo, vaticinó que, �a mediano plazo es posible que logremos una importante normalización con Europa�. Schuessel se reuniría además �en breve� con la embajadora norteamericana, antes de que ésta vuelva �para consultas� a Estados Unidos. De su lado, el siempre ambiguo presidente Thomas Klestil pidió ayer a Antonio Guterres, premier portugués y presidente de turno de la UE, que se levanten las sanciones en lo que respecta a la �cooperación entre Austria y la UE�. El pedido puede tener una recepción favorable, puesto que en ese área las medidas de �los 14� podrían comenzar a crear problemas. Una prueba vendría el viernes, cuando se celebrará en Bruselas una conferencia informal de los ministros de Trabajo y Asuntos Sociales de los países de la UE. El problema sería que la invitación a Austria, realizada antes de la aparición de la coalición negro-parda, se traducirá en la presencia de una ministra del FPOE, Elizabeth Sickl. La ministra de Trabajo francesa Martine Aubry ya aseguró que no le dirigiría la palabra a Sickl, lo quepodría complicar las discusiones, más aún si otros imitan la acción. Ayer se informó que Francia y Bélgica estaban presionando para que se retire de plano la invitación. Pese a todo, el canciller portugués Jaime Gama se mostró confiado de que �la vida de la UE funcionará normalmente�. De hecho, todo indica que las actividades de los ministros del FPOE (si no las del mismo Haider) seguirán dando motivos más que suficientes para mantener las sanciones. La revista austríaca Format descubrió que en 1995 el ahora ministro de Justicia, el neonazi Michael Krueger, había respaldado la definición de Haider de que los campos de concentración nazis fueron �campos correccionales�. Es más, Krueger afirmó esto en el mismo Parlamento, y utilizó un diccionario bilingüe para sustentarse.
JOERG QUIERE VISITAR UN CAMPO NAZI EN TRIESTE
Joerg Haider ha creado un problema político en Italia y enfurecido a los judíos locales después de que aparentemente pidió rendir un homenaje ante las ruinas de un campo de concentración nazi en el norte italiano. El líder del ultraderechista FPOE austríaco quiere ofrecer una rama de olivo a sus oponentes reconociendo los crímenes nazis y pidiendo perdón por ellos, según Roberto Antonione, aliado de Haider y presidente de la región italiana de Friuli-Venezia-Giulie. Haider podría viajar este mes a Risiera di San Sabba, donde los nazis asesinaron a 5000 personas y se deshicieron de sus cadáveres en un crematorio. Pero Umberto Pipierno, principal rabino de Trieste, sostuvo que la presencia allí de un hombre que ha elogiado a las Waffen SS y las políticas laborales de Hitler resultaba inaceptable. MAS �APERTURISMO� FRUSTRADO ANTE los ISRAELies
�Nosotros, que sufrimos más que cualquier otro pueblo �se perdió la mitad de nuestra nación�, tenemos que reaccionar de modo diferente que otros países ante cualquier cosa que parezca racismo o antisemitismo.� La declaración del presidente israelí Ezer Weizman dio una expresión concisa al unánime rechazo que suscitó Joerg Haider entre la comunidad judía mundial. El gobierno israelí retiró �por tiempo indefinido� a su embajador en Austria y también, para impe- |