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El contexto para el ex dictador
chileno es, quizás, el más favorable de todos los infinitos
avatares de su caso. En primer lugar, por la sentencia del juez Maurice
Kay, de la Alta Corte de Justicia de Londres. El 31 de enero, Kay había
afirmado que el procedimiento por el que Straw intenta liberar a Pinochet
es "racional, justo y legal", y que los argumentos de los
oponentes, acerca de la ilegalidad de no dar a conocer el informe médico
sobre la salud del ex dictador, son "inconsistentes", por lo que
se negó siquiera a estudiarlos a fondo. Con este antecedente, es muy poco
probable que la Corte de Apelaciones acepte prolongar más el caso.
"Es difícil rebatir la autoridad del Poder Ejecutivo --reconoció
ayer el director de campaña sobre el caso Pinochet de Amnesty
International, Claudio Cordone--, pero considero que tenemos un informe sólido."
Sin embargo, la historia de
Pinochet en Londres estuvo muchas veces atravesada por un desenlace
inmediato que nunca llegó. Con este dato en mente, hay quienes en Londres
sostienen que, si se presenta una demanda contra Pinochet en la justicia
británica (por el caso de británicos desaparecidos durante su
dictadura), se desactivaría el argumento de Straw acerca de que el ex
dictador "no soportará un proceso de extradición". Pero esta
demanda no puede ser presentada antes de la decisión de la Corte de
Apelaciones. Si Straw decide la inmediata liberación de Pinochet, durante
ese lapso el ex dictador estará libre. Y el avión de la fuerza aérea
chilena en la base militar londinense de Brize Norton lo espera con las
alas abiertas y las turbinas en marcha. "Lo más justo para él es que tenga un juicio justo", declaró ayer Ricardo Núñez, presidente del Partido Socialista (PS) chileno, al diario El Mercurio de Santiago. Para Núñez, igual que para toda la Concertación gobernante, existen condiciones para juzgar a Pinochet en Chile. Sin embargo, el presidente del PS puso dos condiciones para que el regreso de Pinochet sea positivo: "Un Ricardo Lagos (presidente electo) gobernando de verdad, más allá de los límites de la Concertación, y un Pinochet yéndose a donde se tiene que ir, a su residencia de descanso, y olvidarse de la vida pública".
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