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Llach comprendió desde un
primer momento esta necesidad de postergar el pago del incremento salarial
docente que le planteó Machinea. Por eso, en los últimos días, el jefe
de la cartera educativa fue quien asumió la ingrata tarea de informar
sobre el esquema de cobro en cuotas. Días atrás, cuando se anunció el
fraccionamiento del pago del fondo, los gremios docentes manifestaron su
disconformidad y calificaron esa medida como "ilegal". Más aún,
Marta Maffei, titular de la CTERA, no descartó que la entidad gremial
pudiera convocar a un paro a principios de marzo que atrasaría el inicio
del ciclo lectivo. "Tal cual lo dije la semana pasada, la única
fecha de pago es la que está publicada", insistió ayer ante los
periodistas. Es decir, con los haberes de febrero se pagará la primera
cuota y con los de marzo, la segunda, aunque el ministro no precisó el
porcentaje de cada una.
Sin embargo, Terragno abrió
ayer una puerta inesperada de negociación en el discurso oficial. "¿Todavía
existe la posibilidad de que el pago del incentivo docente se haga en un
pago y no en dos?", le preguntaron en la radio Rock & Pop.
"Sí, está abierta la posibilidad. Pero eso exige una reprogramación
importante", respondió el jefe de Gabinete.
"Acá lo importante es
encontrar los puntos de acuerdo. Porque si el incentivo se paga veinte días
antes o veinte días después no es lo esencial. Lo importante es que el
Gobierno hizo el esfuerzo de incorporar el fondo de incentivo en el
Presupuesto de este año, aunque el impuesto docente corresponde al año
'99. Esto demuestra que queremos pagarlo y estamos buscando la mejor forma
posible de hacerlo", explicó.
Terragno negó que él
estuviera haciendo gestiones y conversando con los gremios para tratar de
pagar todo el incentivo en marzo. Pero admitió que "he recibido una
inquietud de CTERA que la he trasladado, como corresponde, al ministro de
Educación y al secretario de Hacienda". En los últimos días, el presidente Fernando de la Rúa habría transmitido su preocupación a sus colaboradores por el nuevo frente de conflicto político que abrió la cuestión del salario docente, que se suma a la batalla que librará en los próximos días con la CGT para lograr que se apruebe en el Congreso el proyecto de reforma laboral. La dupla Machinea-Llach sostiene ante el Presidente que la opción es de hierro: si pagan todo en marzo a los docentes, peligra el acuerdo negociado recientemente con el FMI y que todavía no fue aprobado formalmente por el organismo. Terragno, en cambio, parece haber abierto ayer una ventana al problema, con el objetivo de acercarle una solución políticamente menos traumática al Presidente.
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