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COMO ALEGO BELGICA LA EXTRADICION
Los puntos sobre la ley

La privacidad del informe médico de Augusto Pinochet fue apelada por el gobierno belga. Según revelaron fuentes judiciales a Página 12, la falta de precedentes podría llevar el caso a los Lores

Una vez más, la vigilia ante la Alta Corte para que no interrumpan la extradición del ex dictador chileno a España

Página 12 
en Gran Bretaña

Por Marcelo Justo
Desde Londres

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El destino de Pinochet se encuentra otra vez en manos de jueces británicos. En la apelación al contundente fallo de Maurice Kray la semana pasada, tres jueces de la Alta Corte de Justicia escucharon ayer los argumentos del gobierno de Bélgica (y después el comienzo de los de seis organizaciones de derechos humanos) para que se revele el contenido del informe médico del ex dictador chileno, sobre el que se había basado el ministro del Interior, Jack Straw, para suspender "preliminarmente" el proceso de extradición a España. El abogado del gobierno belga, Nigel Pleming, exhortó al colegiado de jueces de peluquín y toga a rechazar el argumento de la defensa del ex dictador que quiere mantener la confidencialidad del informe para que su cliente no quede públicamente estigmatizado como "deficiente mental".

  "El argumento del gobierno belga es simple. Gran Bretaña tiene obligaciones internacionales de cooperación judicial para casos de extradición. Estas obligaciones se fundamentan en los convenios de Extradición y de Asistencia Judicial Mutua europea, y en la Convención Internacional contra la Tortura. Bélgica solicitó en tres ocasiones (15/12/98, 15/6/99 y 11/11/99) a Gran Bretaña la extradición del general. Ni apoya ni se opone a la decisión "preliminar" de Straw. Pero tiene una sola manera de saber si está de acuerdo: examinando los informes médicos.

  "Necesitamos saber qué tests se le hicieron, cómo se los analizó y cuáles fueron las principales conclusiones. Necesitamos hablar con los especialistas que lo examinaron. Recién ahí se podrá decidir", dijo Pleming. El letrado se comprometió a salvaguardar la confidencialidad que garantiza la Convención Europea de Derechos Humanos. "Se ha sugerido que el informe podría afectar dramáticamente su vida privada y familiar, exponiéndolo al oprobio público y a la posibilidad de ser tildado de deficiente mental. Pero no es intención de Bélgica publicarlo al mundo o revelarlo a sus amigos y a su familia", señaló Pleming.

  En un tenor semejante se expresó en la última hora de la audiencia de ayer Richard Drabble, abogado de Amnistía Internacional; Human Rights Watch, Redress, Justicia, la Asociación de Familiares de los Desaparecidos y la Fundación Médica para el Tratamiento de las Víctimas de la Tortura. "Es sorprendente que se tome una decisión de esta naturaleza sin que la prueba principal, el examen médico, sea sometido al análisis de una corte, sea en Gran Bretaña, España, o Bélgica", indicó Drabble. Reiterando el argumento del abogado del gobierno belga, Drabble insistió en que la decisión de Straw estaba motivada políticamente.

  Los tres jueces preguntaron en más de una oportunidad si había precedentes jurídicos a la decisión de suspender un proceso criminal por razones de salud. El lunes de la semana pasada, el fallo de primera instancia del juez Maurice Kray dictaminó que el ministro del Interior británico actuaba en el marco de la ley porque estaba haciendo uso de las amplias atribuciones "cuasijudiciales" que le otorga el derecho británico en casos de extradición. En la presente apelación, los jueces no parecen tan convencidos. "La cuestión es si es justo no revelar el informe médico. Dado que no hay precedentes, parecería que nosotros mismos tendremos que decidirlo", admitió el presidente de la Corte, Lord Justice Simon Brown.

  Se calcula que hoy terminarán su alegato las organizaciones de derechos humanos y los abogados del Ministerio del Interior, y que los tres jueces darán a conocer su veredicto el lunes próximo. Si se pronuncian a favor del ministro, el caso vuelve a Jack Straw que anunciaría un día después su decisión definitiva de suspender la extradición, y Pinochet podría irse a Chile. Si lo hacen en contra, Straw se vería obligado a revelar los informes. Pero existe una tercera posibilidad. Los jueces pueden concederle la razón al ministro del Interior y, al mismo tiempo, admitir que hay un "point of law" (un aspecto de la ley británica) que no está claramente definido. De ser así, el caso podría pasar a la Cámara de los Lores. La última vez que tres jueces de la Alta Corte de Justicia decidieron que había un "point of law" que resolver fue el 28 de octubre de 1988: el caso Pinochet inició una odisea legal en la máxima instancia judicial británica que sólo terminó el 24 de marzo pasado con el fallo que le negó inmunidad como ex jefe de estado.


HABLA JEREMY CORBYN, ALA IZQUIERDA DE LOS LABORISTAS
"Regalaron el informe a Pinochet"

Por M. J.
Contra viento y marea, el diputado de la izquierda laborista Jeremy Corbyn mantiene su optimismo sobre la posibilidad de extraditar al general Pinochet a España. Alma mater de la campaña británica para juzgar al ex dictador chileno, Corbyn cree que la incompetencia o la manipulación política colocaron el caso en este aparente callejón sin salida pero confía en que el gobierno de Bélgica y las organizaciones de derechos humanos revertirán esta situación. "El arresto de Pinochet en octubre de 1998 ha significado un paso gigantesco en la incorporación de los derechos humanos al derecho internacional", subrayó Corbyn a Página/12.

  --¿Cree que detrás de la decisión del ministro del Interior Jack Straw hay un oscuro acuerdo político para liberar a Pinochet?

 --Straw fue víctima de una maniobra que lo llevó a aceptar la idea de la confidencialidad del informe médico de Pinochet. Lo perturbador es que le pidieran a Pinochet primero que se sometiera al examen médico y después le regalaran la confidencialidad del informe. Este es la base legal para impugnarlo.

  --Pero el gobierno de España aduce que no apela, porque la decisión de Straw no es judicial sino política.

  --España tomó una decisión desafortunada. En cambio, Bélgica --que ha solicitado la extradición-- ha decidido apelar. Lo importante es demostrar ahora que Bélgica tiene tanto derecho a apelar como España.

  --Pero la sospecha es que Straw adoptó su decisión "preliminar" ante el peligro político y diplomático de que Pinochet se muriera acá.

  --Si temen por su salud deberían estar de acuerdo en dar a conocer el informe médico de Pinochet. Me parece perverso que el acusado pueda fijar condiciones sobre el informe médico que decidirá si se lo extradita o no. Es injustificable que no lo puedan ver los países que solicitaron la extradición o los grupos de derechos humanos.

  --Pero si Pinochet falleciera acá, algo posible en una persona de 84 años, ¿no podría convertirse en un mártir nacional chileno?

  --No lo veo posible. Esta larga detención ha servido muchísimo a la causa de los derechos humanos en Chile. Su arresto en 1998 ha posibilitado esta semijusticia que vivimos ahora.

  --En Senegal se arrestó en enero al ex presidente del Chad Hissene Habre. Y ahora está el caso del coronel Tharcisse Muvunyl, acusado de genocidio en Ruanda y detenido este domingo en Londres.

  --En efecto. Creo que el caso Pinochet ha abierto un nuevo camino en el campo de los derechos humanos. Estamos acercándonos cada vez más a la formación de un tribunal internacional que, con suerte, entrará pronto en funcionamiento. Y no tenemos que olvidar que ya hubo un dictamen crucial, en la Cámara de los Lores que le negó a Pinochet inmunidad diplomática como ex jefe de estado. Es decir, la máxima instancia judicial del país determinó que no hay inmunidad de ningún tipo para alguien acusado de tortura o de violaciones a los derechos humanos.

 

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