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En una inmensa carpa montada en
la sede de la fábrica en Maranello, las estrellas fueron el nuevo modelo
y los pilotos. Por primera vez en sus cuatro años en la casa, Schumacher
dio su discurso en italiano. Además de los conductores estuvo el piloto
de pruebas, Luca Badoer. Los tres conductores levantaron el velo rojo que
cubría la máquina y una ovación estalló en la carpa. Estaban el
director de la escudería Jean Todt, el director técnico Ross Brawn y la
troupe de mecánicos. El presidente de Ferrario, Luca di Montezemolo, y el
titular honorario de FIAT, Gianni Agnelli, fueron las otras presencias
estelares. El nuevo Ferrari comenzará sus entrenamientos mañana en
Fiorano y luego se hará la puesta a punto en Mugello.
La otra novedad de la casa
italiana es que Schumacher tendrá una temporada más descansada y ya no
estará tanto tiempo arriba del auto. Todt explicó que los testers y las
puestas a punto estarán a cargo de Badoer. El francés señaló que
"Michael estaba más motivado en Malasia, tras dos meses de reposo
por el accidente en Silverstone que en el resto de la temporada, y esto
nos hizo pensar en otro modo de trabajo". El propio Schumacher dijo
que "es verdad que si trabajas mucho, puede cansarte. Estos cuatro años
en Ferrari fueron muy duros, hice muchos kilómetros y está bien que haya
una variación en el programa de trabajo". El brasileño Rubens
Barrichello aseguró que estaba feliz "de formar parte de esta gran
familia" y aclaró su situación como piloto de Maranello:
"Schumacher es el piloto más fuerte, lo que, como dijo mi antecesor
Eddie Irvine, no me hará la vida más fácil, pero es un buen parangón
para mí, pues así sabré cuánto valgo. Nada en mi contrato dice que
deba dejar pasar a Michael, mientras esté primero merecidamente, no será
un problema". Todt confirmó las palabras de Rubinho: "La idea
es que ambos hagan el máximo de pruebas posibles para desarrollar el
auto, y los dos tendrán el mismo. Veremos quién saca mejor provecho de
esto y a partir de entonces comenzaremos a elaborar una estrategia". El F1-2000 de Ferrari está equipado con un motor de 10 cilindros en V, en aluminio de 40 válvulas con una cilindrada de 2997 cc para una potencia máxima que debe ser superior a los 770 caballos. La caja es secuencial y tiene siete marchas, más la marcha atrás. El motor es el "049", una derivación del "048" utilizado el año pasado y elaborado íntegramente en Maranello. El auto pesa 600 kilos, incluyendo piloto, agua, aceite y cámara de TV. Mide 4397 milímetros de longitud, 1795 de ancho y 959 de alto. "Nuestro objetivo es una aerodinamia más eficiente, un centro de gravedad más bajo, mejor dinámica y mejor integración entre chasis y caja de cambios", dijo Ross Brawn, el director técnico del Cavallino Rampante.
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