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El hecho ocurrió a fines de
1998, cuando Martín Rocha, dueño de la panchería La Iguana de Tres de
Febrero, llamó a Canal 13 para denunciar que era víctima de una supuesta
extorsión de parte de la titular de la Seccional 7ª de ese partido,
Graciela Iglesias; de su subordinado, el oficial Teodoro Tito, y del
inspector municipal Daniel Burgos, quienes le habrían pedido un pago de
100 pesos semanales y una "llave" de 500 pesos, para no sufrir
razzias policiales en su local que le ahuyentaran la clientela.
El canal de televisión decidió realizar una cámara oculta, para la cual
contrató a un actor que simulaba ser un socio comercial de Rocha que
accedía al pago fijado por los funcionarios. Antes de realizar la filmación,
el medio televisivo realizó la denuncia judicial, aunque la estrategia se
llevó a cabo sin orden de un juez.
Por ello, los abogados
defensores coincidieron en pedir la nulidad del proceso, al considerar que
las pruebas presentadas están fuera de los términos legales.
Argumentaron que la investigación estuvo a cargo "de un canal de
televisión y no de la Justicia". Los letrados sostuvieron que
"sería peligroso para la seguridad si una persona fuera condenada
por un video casero que pretende ser por sí solo una prueba". En
cambio, la fiscal Noemí Correirou consideró que el video "no invade
la privacidad ni es violatorio de la Constitución" porque la persona
filmada "es un funcionario público y además fue hecho en la calle y
en el despacho". Todos ponían en duda las pruebas. De la existencia
del delito, en cambio, casi nadie dudaba.
La formalidad con la que se
estaba desarrollando la audiencia se transformó cuando ingresó el
segundo testigo de la jornada, el panchero Martín Rocha. Vestido con una
camisa salmón y jeans, el joven de 27 años demostró gran seguridad y
claridad para expresarse. En su testimonio no dudó en incriminar a los
imputados. "Me cita Tito y a través de mis empleados me manda a
decir `decile al Gordo que vaya a la comisaría`. Entonces, para que yo
pueda trabajar tranquilo, este hombre me dice que le pague 500 pesos de
anticipo y 100 pesos por semana", explicó y luego agregó que el
oficial le advirtió que "si no pagás te voy a partir como un
queso". El 20 de noviembre, la Policía y la Municipalidad realizaron
un gran operativo conjunto en su local, que clausuraron bajo el argumento
de haber encontrado a un menor tomando alcohol. De acuerdo a sus dichos,
Tito le aseguró ser "la mano derecha" de la comisaria Iglesias.
"A partir de que entregamos la coima nunca más nos pasó nada",
sostuvo Rocha.
Mientras el comerciante
declaraba, Tito se movía en su silla, se cruzaba y descruzaba de brazos,
se balanceaba y se mostraba como el más tenso de los imputados. Al
terminar el testimonio de Rocha, el oficial de Policía no aguantó y pidió
declarar. Con frases entrecortadas, acusó a Rocha de ser "mendaz y
falso". De acuerdo a su versión, él jamás lo intimidó para que le
pagara una coima, sino que el panchero contrató en forma voluntaria sus
servicios para "evitar que en su local se produzcan los desmanes de
los que se quejaban sus vecinos". Además, puso en duda la fidelidad
de las filmaciones. "Esas voces que están ahí (en los videos) no
son mías, no las reconozco. La imagen sí. La voz no", señaló.
Su superior, la comisaria
Iglesias, en cambio, demostró gran ductilidad al hablar. La mujer manejó
con soltura los tiempos, los tonos y las tensiones del discurso para
construir un relato en el que se mostró como una funcionaria sensible y
preocupada por los problemas de la gente, capaz de ir personalmente a la
casa de los vecinos a organizar "mate parties" en los que mantenía
charlas informales sobre seguridad. Para demostrar su honestidad, la mujer
sostuvo que "quien es corrupto no trabaja conmigo".
Miriam Lewin, productora del
ciclo de investigaciones con cámara oculta, fue la que aclaró el rol de
la televisión en estas causas. Luego de negarse a revelar la identidad
del actor para resguardar su seguridad personal y la fuente periodística,
sostuvo que "nuestra función no es dar pruebas a la Justicia sino
presentar una información. Nuestro rol es principalmente la producción
de un documento periodístico. Si esto ayuda a la Justicia, es de nuestro
interés". Todo indica que para el tribunal ese documento también
será de interés a la hora de dictar sentencia.
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