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El germen del neumococo
provoca, entre otras enfermedades, la neumonía infantil, infecciones del
oído medio y un tipo de meningitis que tiene una mortalidad del 20 al 30
por ciento de los casos y que deja el más alto porcentaje de daños
neurológicos. También genera infecciones en la pleura (membrana que
cubre el pulmón), en la sangre (septicemia) y en las válvulas cardíacas.
Tregnaghi explicó que "de
los más de 80 serotipos (variantes) que hay de la bacteria neumococo, sólo
once afectan al hombre. La que estamos desarrollando es una vacuna
conjugada con los once serotipos, que permite una respuesta inmunológica
en chicos, ya que hasta ahora sólo se habían alcanzado desarrollos con
menos serotipos y no servían para niños pequeños". El Centro de
Desarrollos Avanzados del hospital cordobés trabaja en el proyecto en
conjunto con científicos de Australia, Singapur y Nueva Zelanda.
La investigación --que está
alcanzando sus últimas etapas-- comenzó en 1995 por iniciativa de
Tregnaghi, quien por entonces era presidente del Comité de Vacunas de la
Asociación Panamericana de Infectología. El equipo ya probó que la
vacuna genera anticuerpos para las once clases del germen, actualmente
recaba datos epidemiológicos en toda la provincia y próximamente cumplirá
la fase más importante: entre julio y noviembre serán vacunados 10 mil
bebés en Córdoba, prueba que se hará al mismo tiempo en los otros tres
países, ya que las pautas internacionales exigen que sean 60 mil los niños
vacunados para medir el impacto en la disminución de las enfermedades.
"En esta etapa del
estudio, en la que están participando 300 profesionales de casi todos los
centros de salud de la provincia, realizamos
la vigilancia epidemiológica, que consiste en conocer cuánto están
afectando las enfermedades producidas por el neumococo a la población de
Córdoba", indicó. En diálogo con Página/12, Tregnaghi precisó
que "gran parte de la investigación se hace a pulmón, aunque en
este caso está comprometida de lleno la OMS, que transfirió a otros
organismos el interés por financiar esto, sobre todo por la alta
mortalidad que provoca la bacteria en todo el mundo. En este sentido, el
apoyo es principalmente de transferencia tecnológica".
"Claro que la investigación
cuesta mucho más en el hemisferio sur, por diversos factores, entre ellos
la mala formación universitaria en la disciplina investigación.
Entonces, haber desarrollado este centro de desarrollo de vacunas, que es
uno de los cuatro o cinco más importantes del continente americano, es
todo un orgullo", precisó el especialista. Según
Tregnaghi, faltan entre dos y tres años para terminar totalmente el
proyecto y que la vacuna sea producida por la industria farmacéutica.
Dado que el avance científico trasciende el interés nacional, serán
los organismos internacionales los que impongan su utilización masiva,
especialmente en los países en desarrollo, donde inclusive tienen que
financiarlo para posibilitar un acceso económico a la vacuna. La idea es
que la vacuna se incorpore al esquema obligatorio y sea aplicada a los niños
a los dos, cuatro y seis meses de vida, igual que la triple.
"Prevemos que van a
disminuir en un 90 por ciento estas enfermedades, lo que significa un
impacto fenomenal para el país. Es tan grande el avance que debo decir
que la meningitis en poco tiempo va a desaparecer totalmente", se
entusiasma el médico. En el país se producen alrededor de 80 mil neumonías por año en todas las edades, y millones de episodios de otitis media.
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