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Una de suspenso con el riñón de Steven Spielberg

 


Por Fernando D'Addario
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Nunca un riñón causó tantos dolores de cabeza: el de Steven Spielberg, cuyo valor intrínseco no superaba el del resto de los mortales, pasó a cotizar millones de dólares cuando comenzó a temerse por su buen funcionamiento. Ahora que finalmente lo extirparon del cuerpo del exitoso cineasta y productor, las consecuencias de su inmovilidad provocaron un desasosiego comercial comparable con un tembladeral en Wall Street. Es que la dolencia de Spielberg genera incertidumbre en Hollywood, un medio particularmente sensible a las complicaciones renales de sus hijos dilectos.

  Para colmo, el organismo del realizador de E.T., Tiburón y Jurassic Park no tuvo la delicadeza de exteriorizar con tiempo los síntomas de su enfermedad, con lo cual muchos proyectos se encaminaron alegremente, confiados en la salud eterna de Spielberg. Según confirmó Marvin Levy, portavoz del realizador de 53 años, a Spielberg le extirparon uno de sus riñones debido a una "irregularidad" que le detectaron durante un chequeo de rutina. La expresión "irregularidad" alarmó a la industria, ya que Levy tardó en aclarar si esa anomalía era cancerígena o no. Su vocero trató de tranquilizar a los más preocupados: "Está muy bien. Estoy en contacto con él". Pero realmente comenzó a neutralizar la inquietud generalizada cuando anticipó que Spielberg "regresará pronto al trabajo. Está estudiando varios guiones y proyectos".

  En rigor, hace dos años que el multimillonario empresario está estudiando variantes y posibilidades. Su última película, Saving Private Ryan, recaudó 450 millones de dólares (una bicoca frente a los 2 mil millones que embolsó Jurassic Park) en todo el mundo, y obtuvo cinco premios Oscar, entre ellos el de mejor director. La proyección de estas cifras puede haber influido en los incontables mensajes de "pronto restablecimiento" que recibió Spielberg en los últimos días. Tantos como proyectos fílmicos se barajan en la factoría de Hollywood. Entre ellos está The Sorcerer's Stone, el primer libro de aventuras de Harry Potter. Los estudios Warner apuestan todas sus fichas a este emprendimiento y aseguran que sólo Steven puede llevarlo a cabo con posibilidades de éxito. No porque no existan otros directores confiables sino porque son conscientes de que "la marca Spielberg", igual que Disney, garantiza una rentabilidad imposible de igualar por otro realizador.

  El hombre llevaba también muchos meses apoyando logísticamente la realización de Memoirs of a Geisha, para la que ha escogido como actriz principal a la bailarina Rika Okamoto. Y otros proyectos esperaban con ansiedad su bendición: entre ellos AI, una historia sobre inteligencia artificial que había fascinado tanto a Stanley Kubrick que no tenía suficiente dinero ni tecnología para concretarlo. Y de eso le sobra a Spielberg. O un film basado en el premio Pulitzer Lindbergh, u otro que recrearía la novela romántica If Only Were True, o Minority Report, película basada en un cuento de Phillip K. Dick, con Tom Cruise como estrella. El poder de Spielberg es tan grande que si no logran convencerlo de que lo dirija, este film podría naufragar, y se comenta que Cruise ya anda pensando en otro proyecto. Mientras tanto, Spielberg descansa en su casa de Los Angeles junto a su familia. Deberá apurar su convalecencia: no sea cosa que los muchachos de Hollywood se pongan nerviosos y le manden a Indiana Jones.

 

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