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El mundo gay ya no es escándalo

�Will & Grace� no sólo tiene una parejaprotagónica atractiva y sin prejuiciossino también los mejores actores secundarios


Sean Hayes y Debra Messing, los protagonistas de �Will & Grace�.
El es un abogado exitoso; ella, una diseñadora de vida tormentosa.


Por Cecilia Bembibre


t.gif (862 bytes) �Al mirar el horizonte televisivo, los hombres y las mujeres que aparecen en pantalla tienen relaciones románticas, quieren tenerlas o las tendrán en el futuro. Lo que nosotros queremos hacer es examinar la relación entre un hombre y una mujer en la que el sexo no sea un factor.� Al definir el concepto detrás de �Will & Grace�, la serie que produce, David Kohan demostraba el año pasado su amplio conocimiento de la industria. Casi todos los estrenos de series de la temporada 2000 desplazaron del protagonismo a las parejas para acentuar los conflictos en situaciones familiares, académicas o laborales. En esa línea, �Will & Grace� (Sony, jueves a las 21) es una combinación eficaz de varias tradiciones. Por un lado, la comedia musical, fuente constante de chistes que se cuelan entre las líneas de los personajes y que generalmente dejan afuera a los no iniciados. En algunos capítulos, la presencia de la ex diva del musical Debbie Reynolds como la madre de Grace transforma la cita en homenaje y hasta en parodia. Y es que el tono general de la serie es no tomarse nada demasiado en serio: más cerca de �Seinfeld� que de �Friends�, trabaja en un registro mordaz pero no absurdo, donde cada personaje es, en sí mismo, una ironía. Si Will (Sean Hayes) encarna al �gay con dignidad�, Jack es el prototipo del malcriado; Grace (Debra Messing) es una burla a las chicas solas y Karen, un monstruo chic emergido de alguna edición de la revista Vogue. �Will & Grace� se estrenó semanas después de que �Ellen� concluyera, y apareció como la sucesora lógica en el rubro series-con-protagonistas-gay, si bien en la versión políticamente correcta, algo que tiene que ver con que el famoso incidente out of the closet (el que generó más escándalo en �Ellen�) ha sucedido en �Will & Grace� años antes de que comience la historia. El programa aborda el pequeño universo de Will Truman, un exitoso abogado gay, y su amiga Grace Adler, diseñadora, con una vida sentimental siempre al borde de la catástrofe. La interacción entre Will y Grace es dinámica y graciosa, pero el gran acierto de la serie está definitivamente en otro lado: �Will & Grace� tiene a los dos mejores personajes secundarios de la comedia televisiva, los dos nominados a los últimos Globos de Oro. Karen, interpretada por Megan Mullally, es la secretaria de Grace; es una oportunista de gustos exquisitos que ha logrado casarse con un millonario que la dobla en edad. Se viste en Chanel, compra zapatos en Prada, y asiste a las reuniones de padres de los hijos de su marido �y a todos los demás lugares� con una copa de martini en la mano. Se mueve en un mundo de gente sin apellido, en el que cruzarse con Tom (Ford) o Martha (Stewart) es cosa de todos los días. No tiene inconvenientes en decirle a Grace �una versión moderna de Lucille Ball� lo patética que parece su vida. El contrapunto ideal de Will es, a la vez, el mejor amigo de Karen. Se llama Jack MacFarland (Eric McCormack), es escandaloso, egoísta y propenso al drama, pero siempre con buenas intenciones. El contraste entre Will y Jack es, en cierta medida, el de una de las versiones de la realidad con el estereotipo. Al contrario de lo que podría creerse, es Karen el verdadero icono gay de la serie. �Hubo chicos y chicas gay muy jóvenes que se me acercaron con lágrimas en los ojos, y me dicen: �Quiero decirte que acabo de contar que soy gay y veo tu programa con mis padres, y realmente los ayuda a entender mi sexualidad�. La respuesta fue auténtica y conmovedora, y me encanta formar parte de algo que a la gente parece gustarle�, comentó la actriz, entrevistada por la revista gay The Advocate. 

 

 

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