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Por Victoria Ginzberg Una mujer que dio a luz dos veces en un lapso de seis meses, la constancia de un parto en la que sólo fue asentado el apellido de la madre y éste coincide con el de una desaparecida y una probable pariente de un alto directivo del hospital que no tenía historia clínica. Estas son algunas de las irregularidades encontradas por el ex capitán José Luis D�Andrea Mohr luego de examinar el libro de nacimientos del Hospital Militar de Campo de Mayo de los años 1974-1978. El ex militar y actual investigador le trasmitirá hoy al juez federal Adolfo Bagnasco los datos relevados y remarcará la responsabilidad de Santiago Omar Riveros, quien fue jefe del Comando de Institutos Militares, en el plan sistemático para apropiarse de los hijos de los desaparecidos. La información que aportará D�Andrea Mohr surge del cruzamiento del libro de nacimientos con investigaciones periodísticas, entre ellas las publicaciones La Sombra de Campo de Mayo y Campo Santo. De allí se pudo constatar lo siguiente: u Según el registro, en julio de 1978 una médica del Hospital Militar de Campo de Mayo dio a luz un niño. Lo curioso es que la mujer no tenía historia clínica siendo empleada del lugar. El médico que intervino en este supuesto parto es Carlos Alberto Rafinnetti, quien estuvo involucrado en otras apropiaciones ilegales como la llevada a cabo por el represor Norberto Atilio Bianco. El libro aporta más datos para tener en cuenta: la mujer había atendido un parto el día anterior al suyo, y se reincorporó a su tarea sólo veinte días después. Además, su alumbramiento fue asentado en el mismo renglón que otro, como si lo hubieran corregido. La abogada de las Abuelas de Plaza de Mayo, Alcira Ríos, aseguró que la institución ya había seguido este caso y que incluso se llegaron a realizar análisis de ADN, sin que diera compatibilidad con familiares de desaparecidos. Sin embargo, el Banco Nacional de Datos Genéticos no dispone muestras sanguíneas de todas las familias. u En el libro aparece una mujer que parió dos veces, la primera en agosto de 1977 y la segunda en diciembre de 1978. Lo extraño es que en el �77 tenía historia clínica y un año después no. (Sería raro que se trate de un homónimo ya que coincide su nombre y los apellidos de soltera y casada y no son muy comunes.) Pero hay un caso similar aún más exótico: se trata de otra paciente que dio a luz dos veces (también coinciden nombre y los dos apellidos) pero esta vez con una diferencia de apenas seis meses, cosa que resulta obviamente imposible. La misma persona tuvo un tercer parto en noviembre de 1977. En el asentamiento del primero y el último se lee su número de historia clínica. En el segundo no. Existe la constancia del alumbramiento de una mujer que tiene el mismo apellido de casada que el de un alto jefe del hospital de esa época, pero la paciente no tenía historia clínica. También aparece en el libro un parto en el que sólo fue escrito el apellido de la madre. Sospechosamente éste coincide con el de una desaparecida que fue secuestrada cuatro meses antes, cuando estaba embarazada de seis meses. La paciente sin nombre no tiene historia clínica. La desaparecida fue vista en el centro clandestino cordobés La Perla y en la Escuela de Mecánica de la Armada. En el registro consta que fue atendida por el médico Julio César Caserotto, quien era jefe de ginecología del Hospital Militar de Campo de Mayo. Caserotto reconoció ante la Justicia que recibía órdenes para asistir a parturientas llevadas al lugar por personal de Inteligencia. La mayoría de las irregularidades �que no son pruebas sino indicios para que la Justicia investigue� apuntan a que en el libro en el que debían asentarse los partos regulares del Hospital fueron anotados alumbramientos falsos para encubrir apropiaciones de menores. Hasta ahora, los testigos que habían aportado datos sobre la maternidad clandestina que funcionó en Campo de Mayo habían asegurado que no se dejaba registro de los partos de detenidas desaparecidas. Según testimonios que ya tiene en su poder Bagnasco, las detenidas desaparecidas que parieron en el Hospital Militar de Campo de Mayo permanecían atadas y con los ojos vendados. Riveros, quien fue jefe de Institutos Militares desde septiembre de 1975 hasta febrero de 1979, es uno de los máximos responsables de estos hechos. Este militar también debe responder por cerca de 40 secuestros de embarazadas producidos en la zona 4 �que abarcó varios partidos del norte y oeste de la provincia de Buenos Aires�, que estaba bajo su mando. El abogado Alberto Pedroncini, querellante en la causa que lleva adelante Bagnasco, solicitó hace diez días que Riveros sea llamado a prestar declaración indagatoria, lo que implicaría un casi seguro encarcelamiento. Durante la declaración ante Bagnasco, D�Andrea Mohr también hablará del poco conocido jefe del centro clandestino El Campito, el teniente coronel Jorge Vosso, alias La Parca, quien no figura en la listas de represores. La identidad de Vosso fue revelada por el periodista Fernando Almirón en el libro Campo Santo. Ayer, el juez tomó declaración a dos empleados del hospital, quienes le explicaron la lógica usada para archivar los documentos en el lugar. Bagnasco está analizando los libros y las historias clínicas que secuestró el miércoles durante un allanamiento al hospital.
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