|
Por Pablo Plotkin
A fines
de los setenta, mientras los Sex Pistols y todos sus camaradas ardían en
la hoguera del no future, un puñado de bandas inglesas y
estadounidenses aparecía para rescatar la adrenalina del punk y
transformar aquel desencanto rabioso en una colorida fiesta pop. Cambiaron
la desprolijidad por la precisión, y de la pulverización de la belleza
en la garganta de Johnny Rotten se pasó a la simplicidad redonda de las
melodías de Blondie. El movimiento fue bautizado new wave, y sobre su
cresta surfeaban Elvis Costello, B-52's, Squeeze y otros tantos. De
aquella escena surgió Men At Work, una banda de Melbourne, Australia, que
vivió su tiempo dorado en el primer lustro de los ochenta, gracias a
algunos hits como "Who can it be now" y "Down under":
el disco que los contenía, Business as usual (1982), se convirtió
en el primer disco debut en mantenerse quince semanas en el primer puesto
de los charts.
A mediados de la década la fiebre ya había bajado: uno de los dos
compositores del grupo --Ron Strykert-- dejó la música para integrarse a
una comunidad religiosa, el otro --Colin Hay-- inició una carrera
solista, y Greg Ham --teclados, saxo y flautas-- se dedicó a componer música
para el cine y la TV australianos. Sin Strykert ni el baterista y el
bajista originales, la banda pasó los últimos quince años reuniéndose
esporádicamente, sin grabar, saliendo de gira para tocar viejos éxitos,
buscando la gloria perdida. Así es como llega Men At Work (Hay, Ham y
tres sesionistas) esta noche al teatro Coliseo. No es la inauguración
ideal para la cartelera porteña de shows internacionales del 2000,
considerando que, hace dos años, los encargados de la tarea eran U2, The
Rolling Stones y Oasis. "Diversión", es la palabra clave que
suelta Greg Ham en la entrevista con Página/12, cuando se le
pregunta qué tiene la banda para ofrecer sobre un escenario, a veintiún
años de su formación. --¿Qué creen que espera
el público de ustedes?
--La gente quiere escuchar las viejas canciones, los viejos hits.
La gente ama escuchar la música que ya conoce, y nuestra celebración
arriba de un escenario se trata de eso. También tenemos canciones
nuevas... A nosotros nos divierte tocar ambas cosas, pero la gente se
conecta más con las canciones que conoce, aunque les dé curiosidad
escuchar lo nuevo. --La banda aparece y
reaparece todo el tiempo. ¿Cómo llegan al 2000?
--Este Men At Work es, en muchos aspectos, mejor al de los ochenta:
ahora pudimos elegir a la gente con quien trabajar. Es gente que ama la música.
Musicalmente, este grupo es mucho mejor que aquél, más logrado. En
cuanto a las canciones, no hay tantas diferencias. Tu cultura cambia, tu
experiencia cambia, así que tu música cambia. Pero sigue saliendo de la
misma gente, y el pasado y el presente terminan por conectarse siempre. --¿Y qué hay de la
escena musical en general? ¿Qué cosas ve que cambiaron?
--El tecno, el dance, el house, la música con máquinas, influyó
mucho en los '90 en la manera de hacer canciones. La tecnología avanzó,
y eso hizo que mucha gente pudiera dedicarse a la música. Pero creo que,
después de eso, desde hace algunos años, la canción recuperó su lugar,
hubo una vuelta de algunos conceptos del pop de los sesenta. En esta parte
del mundo la gente le da mucha importancia a las melodías. Yo no disfruto
de la música cuando no tiene una buena melodía. --¿Aún se consideran un
grupo new wave?
--New wave es sólo un nombre, pero ciertamente pertenecimos a una
corriente que se llamó así. Aunque también estamos influidos por el
reggae, el pop de los sesenta, Jimi Hendrix. No somos sólo una banda new
wave, o una banda de reggae, sino que somos un poco de cada cosa. Amamos a
los Beatles, a los Kinks, Led Zeppelin, Clapton, el blues. Además somos
de Australia, donde llega tanto el rock estadounidense como el inglés. --¿Qué esperan ustedes
de la música, particularmente de Men At Work?
--Nos gusta pasarla bien. La música se trata de un montón de
cosas, pero sobre todo de diversión. No es sólo eso, pero la verdadera
razón de tocar música es divertirte. Esa siempre fue la idea de Men At
Work.
|