Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


LO DETIENEN POR OTROS DELITOS Y LO INVESTIGAN
Un sospechoso entre rejas

 

Albertito Kannore Edul es, desde pocos días después del atentado, un importante sospechoso. Las pruebas en su contra. Su relación con los Menem, los Samid y los Yoma. Su padre, también en la mira.

 

La casa de Albertito Kannore Edul, allanada ayer por Galeano


Por Raúl Kollmann
t.gif (862 bytes) 
Albertito Kannore Edul siempre estuvo en la mira y ahora tal vez lo investiguen un poco más. El hombre, de 49 años, es un viejo sospechoso de haber participado en el atentado contra la AMIA, y el martes fue detenido por utilizar tarjetas de crédito falsas en un supermercado. En verdad, lo espera una andanada de acusaciones por estafas y fraudes, producto de una investigación de más de mil fojas hecha por la Brigada Antiterrorista. De todas maneras, hay alguna chance de que, por fin, se trate de determinar qué papel jugó Albertito en el ataque contra el edificio de Pasteur 633.      Hay dos pruebas muy fuertes en su contra. Una: el 10 de julio de 1994, ocho días antes del atentado, llamó por teléfono al domicilio de Carlos Telleldín, último propietario de la Trafic que estalló frente a la mutual judía. La segunda prueba es que el camión que transportó un volquete que se colocó frente a la AMIA --cinco minutos antes de la explosión-- en la misma mañana dejó o recogió otro volquete en un baldío situado al lado de la casa de Edul. Demasiada casualidad. Habrá que ver si ahora, con casi seis años de demora, aparece alguna punta del ovillo del caso AMIA.           La pista Kannore Edul fue esbozada inicialmente, a los pocos días del atentado, por el periodista Carlos Juvenal, ya fallecido. Albertito es el hijo de Alberto Kannore Edul, una especie de patriarca de un sector de la colectividad sirio-libanesa. En su casa, con una mezquita en la parte superior, ubicada en la calle Constitución al 2700, solían converger los Menem, los Yoma, Samid y dos vecinos de los Edul, los hermanos Ahmed, comisarios que se hicieron famosos por realizar secuestros extorsivos, la mayoría contra empresarios judíos. Papá Alberto fue también amigo de Juan Domingo Perón y en los años '70 viajó con José López Rega en una famosa delegación que fue a Libia.

  El martes, Albertito fue pescado en una sucursal de Carrefour comprando con una tarjeta de crédito falsa. La Policía Federal lo detuvo y el fiscal José Barbaccia le avisó al juez Juan José Galeano, quien, ayer mismo, ordenó el allanamiento de la casa del imputado. En la investigación que realizó la Brigada Antiterrorista, que comanda el comisario Jorge Palacios, hay elementos que indican que Albertito vivía haciendo maniobras: con tarjetas, con cheques, con pagarés, con compras y ventas extrañas. Esta vez, además, parece que lo sorprendieron con documentos y billetes falsos.

 El elemento clave

  El elemento clave que une a los Kannore Edul con el caso AMIA es la llamada telefónica a la casa de Telleldín, el mismo día en que el armador de autos truchos presuntamente entregó la camioneta que se iba a estrellar contra la mutual judía.

  Cuando a Alberto padre le preguntaron por esa llamada dio tres respuestas distintas:

  * Primero contestó que en esa época quería comprar una camioneta Trafic y justamente Telleldín había puesto un aviso en un diario para vender un vehículo de ese modelo. Los investigadores demostraron que ese mismo día se publicaron en el diario varios avisos de Trafic y, sospechosamente, Kannore no llamó a ningún otro. Sólo al de Telleldín.

  * Cuando le volvieron a insistir con la pregunta, papá Alberto dijo que seguramente la llamada la hizo su chofer, ya que el celular desde el que se realizó la comunicación estaba en el auto. Llamado a declarar el chofer, éste contestó que nunca trabaja los domingos y que aquel 10 de julio fue justamente un domingo.

  * Por último, Kannore terminó aduciendo que no recordaba la llamada.

   Después de semejante cúmulo de contradicciones y preguntas sin respuestas, la impresión de los investigadores fue que en realidad papá Alberto encubría a Albertito. En ese punto es que se iniciaron las pesquisas sobre Kannore Edul hijo.

  El otro elemento que une a Kannore Edul con el atentado es el volquete, que fue bajado de un camión de la empresa Santa Rita, propiedad de otro empresario árabe, Nassib Haddad, cinco minutos antes del atentado. En la hoja de ruta que llevaba el chofer del camión, Alberto López, figura tachada la dirección de Pasteur 633, es decir el edificio de la AMIA, y un renglón más abajo dice "Constitución 2657", es decir una dirección que queda al lado de la casa de los Kannore, Constitución 2645. En el número 2657 en verdad no hay nada, apenas un baldío.

  La importancia de la pista Kannore Edul reside en que une la camioneta Trafic y el volquete ubicado frente a la AMIA con un grupito árabe, más precisamente sirio-libanés. Siempre se consideró como posible que la llamada conexión local del atentado tuviera como protagonistas a hombres de confianza de los terroristas supuestamente llegados de Medio Oriente. En anteriores atentados --en Londres, en las Torres Gemelas de Nueva York, en Tanzania y Kenia-� siempre actuaron terroristas profesionales, apoyados en grupos árabes locales.

  En su informe sobre los atentados de la Argentina, el FBI insistió en 1998 en que debía profundizarse la pesquisa sobre Kannore, algo que en realidad debió hacerse inmediatamente después del atentado, o sea hace casi seis años. Habrá que ver qué nuevos elementos o comprobaciones aporta esta nueva movida del juez Galeano.

 

PRINCIPAL