Junto
a tres oficiales presentó un escrito
Díaz
Bessone, ex ministro, hoy presidente del Circulo Militar. |
En la presentación hecha ante el juez Gustavo Literas por los
abogados Juan Aberg Cobo y Florencio Varela se trata de invalidar las
posibles extradiciones de estos cuatro militares con tres argumentos:
"Por estar extinguida la acción penal, por haber cosa juzgada y
porque en los hechos atribuidos a estas personas es competente la Justicia
de la República Argentina".
En rigor, Garzón aún no
solicitó la extradición de los represores argentinos sino que pidió que
se detuviera a 48 personas acusadas de terrorismo, genocidio y torturas
para luego empezar el juicio de extradición (ver aparte).
Los representantes de Díaz
Bessone, Mendía, Olivera Rovere y Perrén citaron en su escrito un fallo
de la Cámara Federal de 1994 en el que se negó cooperación a dos
funcionarios judiciales de Roma que investigaban lo ocurrido con los
desaparecidos de origen italiano. En 1994, un juez y un fiscal vinieron a
Buenos Aires con el objetivo de tomar declaraciones testimoniales. Pero la
pesquisa fue interrumpida mediante una operación del gobierno menemista
sobre los tribunales.
En el escrito presentado ayer
también se intenta impugnar la utilización de Garzón de la figura de
genocidio. "Es algo totalmente diferente de lo que fueron los hechos
ocurridos durante la guerra contra la guerrilla en el país que, aunque
atroces, no implicaron la persecución racial, étnica o religiosa como
tal", aseguran Aberg Cobo y Varela en representación de los cuatro
represores. "Esa violación de la soberanía --dicen sin hacer alusión
a que los hechos que se intenta juzgar son delitos de lesa humanidad--,
arrogándose la potestad de sancionar extraterritorialmente, está fuera
del derecho internacional y compromete al Estado español por ser
responsable por los actos de cualquiera de sus poderes."
Los abogados de Perrén, Díaz
Bessone, Olivera Rovere y Mendía calificaron en su escrito de
"atroces" los hechos ocurridos durante la "guerra contra la
guerrilla", es decir el terrorismo de Estado. Es curioso, porque los
cuatro procesados por el juez Garzón no son ajenos a ellos y no se conoce
que hayan expresado arrepentimiento.
Perrén fue uno de los jefes del grupo de tareas que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada. "El Puma", como era conocido, dirigió también el centro piloto que la Marina instaló en París para contrarrestar la supuesta campaña antiargentina en el exterior. Mendía fue señalado por el ex marino Adolfo Scilingo como el hombre que anunció a efectivos de la Armada el plan para combatir la subversión. Olivera Rovere fue jefe de la subzona correspondiente a la Capital Federal desde febrero hasta diciembre de 1976. Y durante el año 1979 fue comandante del I Cuerpo de Ejército. Díaz Bessone es actualmente el presidente del Círculo Militar que echó de sus filas al ex jefe del Ejército, Martín Balza. Durante la dictadura fue comandante del II Cuerpo y ministro de Planeamiento de Jorge Rafael Videla. GARZÓN
VUELVE A EXIGIR COLABORACIÓN A LITERAS Por
V.G.
Cuando, a principios de enero,
Literas recibió el pedido de captura librado por Interpol contra 48
represores acusados de genocidio, terrorismo y torturas, el juez argentino
aseguró que la solicitud estaba "incompleta", ya que en las
cuatro hojas que le llegaron a sus manos no constaban datos personales mínimos
de los acusados, como tampoco se especificaban los delitos que se le
atribuían a cada uno. Literas mandó entonces un escrito por vía diplomática
en el que reclamaba más información y en el que solicitó las huellas
dactilares y las fotos de los procesados. Luego, Garzón le respondió que
había enviado a Interpol 442 folios y no sólo cuatro. Hace pocos días,
la policía internacional remitió todo el expediente, pero Literas sigue
esperando las hojas que deben llegar a través de la Cancillería. Garzón aclaró ahora que los datos que se le exigen son más fáciles de obtener en la Argentina, ya que se supone que los acusados residen aquí. También explica que él ya los pidió en tres oportunidades, pero que le fue negada la asistencia jurídica. Entonces, el magistrado español vuelve a solicitar las huellas y fotos, esta vez a Literas. Es decir que, aunque parezca un trabalenguas, Garzón le pidió a Literas lo que Literas le había pedido a Garzón.
|