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El canje de deuda consistió en
la captación de títulos con vencimiento en el corto plazo a cambio de
otros a pagarse en el 2003 y 2005. Con ello, se redujeron las necesidades
de financiamiento de este año en 675 millones de dólares. La importancia
de la operación radica en que Economía se había propuesto extender los
vencimientos por un total de 1000 millones a lo largo del 2000, y en su
primer canje logró prorrogar más de la mitad de ese monto. A principios
de la semana, cuando se anunció oficialmente el mecanismo de la operación,
el secretario de Financiamiento, Daniel Marx, sostuvo que, "siendo
muy optimistas, pensamos achicar las necesidades de financiamiento en 500
millones". Por eso ayer, incluso desde el sector privado, se destacó
que el canje "fue un éxito total".
"El país está cubierto
financieramente hasta avanzado el mes de mayo. En seis semanas logramos más
del 25 por ciento de lo previsto", enfatizó el segundo
de Marx, Julio Dreizzen. Las emisiones realizadas hasta el momento
permitieron al Gobierno recaudar 3600 millones de dólares, por lo que
restan conseguir 10.700 millones. "Tener un colchón financiero tan
importante nos permite ajustar el tiempo de las colocaciones mucho mejor,
sobre todo en un mercado internacional que ha mostrado gran volatilidad en
los últimos años", añadió Dreizzen.
En las últimas semanas, el
Gobierno cerró el acuerdo con el FMI, fue elogiado por destacadas figuras
del establishment financiero internacional --como los presidentes del
Citigroup, William Rhodes, y de Goldman Sachs, Peter Sutherland, durante
el Foro Económico de Davos--, y anteayer la agencia calificadora de
riesgo estadounidense Standard & Poor's, una de las dos más reputadas
del mundo, mejoró sus perspectivas sobre la deuda soberana argentina, al
elevarla de "negativa" a "estable". Todo ello indica
que la gestión aliancista disfruta de una luna de miel con los mercados.
El canje redujo la deuda nominal en 462 millones, pero la ganancia
financiera neta (contra los viejos bonos) fue de 30,8 millones. Esto es
porque los nuevos títulos tienen un valor nominal inferior a los
captados, pero el neto de comisiones y servicios resulta inferior en sólo
30,8 millones. Los nuevos Bonos de Tesorería colocados con vencimiento en
el 2003 se ubicaron a una tasa del 11,75 por ciento anual, mientras los
que caducan en el 2005 pagarán un interés anual del 12,1 por ciento. La
emisión de los primeros fue por 1684 millones de dólares --de los cuales
1381 millones se obtuvieron por el reemplazo de títulos anteriores y 303
millones en efectivo--, y los segundos sumaron 1763 millones --de los
cuales 1641 millones se lograron por el canje y 121 millones en
efectivo--. "Esto fue un éxito total", aseguró Alejandro Opassi, gerente de inversiones de Lloyds Bank. "Esto es muy positivo. Ayuda a la imagen del país como deudor porque está aplicando medidas de austeridad fiscal y lidiando con su carga de deuda", dijo Rodolfo Rossi, consultor y ex presidente del Banco Central. En la city hubo consenso en que la operación fue altamente favorable para el Gobierno. Para los financistas que canjearon bonos con vencimiento en el corto plazo por otros a tres y cinco años vista, la apuesta radica en que la Argentina siga mejorando y bajando sus tasas de interés, por lo que se asegurarían ahora condiciones más favorables que las que obtendrían en el futuro. El último canje de deuda se había producido a fines de mayo de 1998, por 868 millones de dólares.
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