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El público comenzó a llegar
alrededor de las cinco de la tarde, y permaneció en la puerta de la
avenida Figueroa Alcorta. Entre las banderas que habían llevado se podían
leer distintas inscripciones apoyando al ex entrenador:
"Simplemente... gracias", o "Te esperamos, Ramón",
eran algunos de los mensajes. Cerca de la seis, y cuando el conjunto
dirigido por Delem hacía su presentación en el campeonato, arribó a la
cancha un micro escolar del cual descendieron varios integrantes de peso
de la barra, entre los que se encontraba "El mono", de gran
ascendencia en la tribuna Almirante Brown. Inmediatamente, y venciendo la
resistencia del personal de seguridad de un policía, la gente ingresó al
club y se instaló en el playón de estacionamiento.
"No queremos a los Lalín
en River. Que se vayan todos los que compraron autos y departamentos
gracias al club, esto es una vergüenza. Acá se robaron todo", dijo
uno de los hinchas que no quiso revelar su nombre. En el medio se podían
ver volantes de la "Agrupación Gallina", en donde agradecían a
Ramón por todo lo vivido, y le deseaban suerte al regreso de Américo
Gallego en su vuelta al frente del plantel.
En el transcurso de la tarde,
los cantos más hirientes fueron para el presidente David Pintado:
"... Un minuto de silencio, para Pintado que está muerto",
"... Esto es para Pintado y toda la Comisión". Pero también se
acordaron del pasivo de la institución: "... Son ladrones, y por eso
deben 30 millones". Sin embargo, en medio de la indignación tuvieron
tiempo para gritar el gol de Damián Alvarez, que le daba el triunfo
parcial a River.
Entre las casi 400 personas,
alguien divisó a los hijos del ex ayudante de campo Omar Labruna, un
incondicional de Díaz. Cuando amagaron con ingresar al hall central,
donde se encuentran la copas obtenidas por River a lo largo de su
historia, un cordón policial se formó detrás de la puerta de acceso. En
consecuencia, prefirieron continuar con sus estrofas acompañadas por
bengalas de color rojo.
"... Esos son los
dirigentes que quieren a River Plate, vinieron en alpargatas y se van en
Mercedes-Benz", fue otro de los "temas" que se pudo
escuchar. "Esto no va a terminar acá, uno ve cómo le roban en la
cara y no puede hacer nada. Estos tipos son peores que los políticos",
agregó el mismo socio, quien comentó que para el próximo viernes (River
jugará como local frente a Central) "prepararemos algo para que
sepan que no nos vamos a quedar con los brazos cruzados. Que quede claro
que a nosotros no nos pagó nadie por estar acá. Esto es por la
injusticia que cometieron con alguien que quiere a River".
La ida del riojano significó
un duro golpe para muchos, y otro hincha graficó un poco más la situación:
"Cuando me enteré lo de Ramón, me agarró un dolor en el estómago
que casi me muero. No lo podía entender, cómo van a echar a un tipo que
nos dio seis títulos, es una barbaridad".
Mientras River no podía
quebrar a Instituto y el partido estaba empatado en un gol, la gente
comenzó a retirarse del Monumental. No había tiempo para más. La
despedida a Ramón ya era historia, y la bienvenida a Gallego pasaba casi
inadvertida. Era el final-inicio de un ciclo que amenaza con convertirse
en conflictivo. Por las dudas, en River reforzaron la seguridad desde el
último fin de semana.
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