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LIBERAN 2 MILLONES PARA LAS OBRAS SOCIALES
Amigos son los amigos

El Ministerio de Salud había retenido 6 millones para presionar a la CGT por la reforma laboral. Ahora devuelve  una parte, pero sólo a organizaciones afines al Gobierno

Héctor Lombardo decidió terminar con la retención del dinero que por ley les corresponde a las obras sociales


Por Diego Schurman
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La interminable pelea por la flexibilización laboral también prolongó los conflictos que el Gobierno y la CGT mantienen en otros terrenos. Por eso, la decisión del ministro de Salud, Héctor Lombardo, de devolver parte del dinero retenido a las obras sociales terminó convirtiéndose en una mojada de orejas: la totalidad de los 2 millones de pesos liberados en las últimas horas fue repartida únicamente entre organizaciones "amigas" a la actual administración.

  Hasta mediados de la última semana, el Gobierno mantenía bajo siete llaves unos 6 millones de pesos que por ley debían girarse en enero a las obras sociales sindicales, tal como adelantó Página/12. El plan de asfixia había sido pergeñado en respuesta al rechazo de la CGT a la reforma laboral.

  La reacción sindical no se hizo esperar. "Queremos saber de qué se trata, si es una extorsión, si existe una demora justificada o qué", se exaltó Armando Cavalieri. El lenguaje coloquial del dirigente mercantil fue reemplazado por uno más formal en una carta que la CGT le hizo llegar a Lombardo.

  La cúpula cegetista advirtió que la retención del dinero es "indebida" y azuzó al ministro con el fantasma de una denuncia, ya que la no distribución de ese dinero puede implicar un "incumplimiento de los deberes de funcionario público".

  El texto recuerda que la retención se produce en un momento en el que persiste la dura disputa entre la CGT y el Gobierno por la controvertida reforma laboral. "De ninguna manera se puede considerar que la salud de los trabajadores es moneda de cambio", señala, palabras más palabras menos, la carta.

  El dinero corresponde a la recaudación mensual del Fondo de Redistribución. Con esa suma, los sindicalistas equilibran las cuentas de aquellas obras sociales deficitarias y responden a las demandas de alta complejidad de sus afiliados. 

Palo y a la bolsa

  Con la liberación de una parte del dinero, el Gobierno pensaba descomprimir el conflicto. Pero terminó agravándolo. Los 2 millones que repartió en las últimas horas el superintendente de Salud, Rubén Cano, sólo beneficiaron a aquellas obras sociales que mantienen un buen trato con la administración delarruista, dejando de lado a aquellas organizaciones combativas.

  * Un millón de pesos recayó en la Asociación de Obras Sociales (ADOS) de San Juan. Se trata de una asociación recientemente intervenida por el propio Cano, quien derivó el manejo efectivo en manos del radical Lloveras. El armado de las distintas ADOS en el interior del país se adjudica al gastronómico Luis Barrionuevo, quien mantiene fluidos contactos con el ex ministro radical Enrique "Coti" Nosiglia.

  * Unos 200 mil millones fueron para el gremio de los papeleros. Su conductor Blas Alari integró tiempo atrás una Asociación de Gremios Argentinos motorizada por el ex presidente radical Raúl Alfonsín.

  * El resto del dinero se repartió entre las obras sociales de actores, de los encargados de edificios --que maneja el nosiglista José Santamaría-- y de la Unión Personal Civil de la Nación. Esta última controlada de cerca por el titular del gremio del sector, Andrés Rodríguez, un acérrimo menemista que mantiene excelentes relaciones con Cano. Es que el superintendente de Salud fue gerente de prestaciones del Instituto de Obras Sociales, la predecesora de la actual obra social de UPCN.

 Promesas sobre el bidet

   Cano recibió la última semana a varios sindicalistas enojados, primero, con la retención y, luego, con la distribución, a la que consideraron "tendenciosa".

  --Antes de asumir decían que iban a ser la variante prolija del organismo. Ni variante, ni prolijos: debutaron con los mismos de siempre y usando el mismo método que denunciaban como corrupto --señaló un directivo de una obra social afectada por la retención del dinero.

  Hacía hincapié en que el 1,2 millón de pesos recibido por la ADOS y papeleros responde a la resolución 577, que habilita préstamos no retornables. En cambio, ni un centavo de ese dinero satisface demandas de alta complejidad, como tratamientos de sida o trasplantes.

  Como respuesta, el superintendente de Salud apuntó a los bolsillos de los dirigentes gremiales. Prometió no sólo liberar el resto de los fondos aún bajo llaves sino que también les garantizó un nuevo crédito para las obras sociales a través del Banco Mundial. Se trata de la segunda parte del Programa de Reconversión de las Obras Sociales.

 Lo que viene

  El Ministerio de Salud no sólo deberá trabajar para calmar las aguas sindicales. También buscará tranquilizar a los directivos de las obras sociales del personal de dirección.

  Además del 10 por ciento de la recaudación de las obras sociales, el Fondo de Redistribución se integra con el 15 por ciento de la recaudación de las obras sociales de personal de dirección. Pero a la hora de depositar el dinero, evitan incluir la parte correspondiente a los afiliados voluntarios de este sector.

  En el caso de OSDE, por ejemplo, los afiliados voluntarios alcanzan a 417.680, según el último censo realizado por la Superintendencia de Salud.

  El ingreso mensual per cápita es de 85 pesos. El 15 por ciento de 85 es 12,75 pesos. Esta cifra multiplicada por los 417.680 voluntarios que OSDE declara, da 5.325.420 de pesos al mes que no recibe Superintendencia de Salud.

  Durante el gobierno de Carlos Menem se iniciaron 22 pleitos por montos de más de 150 millones de pesos. Directivos de OSDE le plantearon que no pueden afrontar el pago sin trasladar el costo a los afiliados. Cano se comprometió a buscar un acuerdo.

  Las prepagas son las principales enemigas de las obras sociales de dirección ya que compiten por la misma porción de la población. Concretamente, las prepagas se quejan de que las obras sociales de dirección no pagan impuestos y, en consecuencia, corren con ventaja en la captura del sector asalariado más rico. 

 

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