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FUERTES TEMPORALES PROVOCARON ESTRAGOS EN EL NORTE
Fin de semana bajo agua


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Un fuerte temporal de lluvia y viento afectó el fin de semana la región norte del país y provocó inundaciones, anegamiento de calles, rotura de cables de tensión, caída de árboles e interrupción del servicio eléctrico y telefónico en al menos seis provincias. El fenómeno climático obligó a las autoridades locales y sanitarias a evacuar a decenas de familias hasta tanto mejoren las condiciones.

  Los habitantes de Santiago del Estero soportaron ráfagas de viento que superaron los 100 kilómetros por hora. El departamento de Taboada, ubicado 200 kilómetros al sur de la capital provincial, fue el más afectado por la ventisca. En especial, en localidades como Añatuya, Colonia Dora, Icaño y Real Sayana, donde la estructura edilicia no pudo resistir la violencia de los vientos que destruyeron cerca de 50 viviendas y tinglados, y provocaron la voladura de los techos en más de 70 casas. Los destrozos dejaron a la población sin suministro de luz, agua y teléfono. Ante la gravedad de la situación, unas cien familias fueron evacuadas del área.

  Por la madrugada, las calles céntricas y los barrios periféricos de la capital de Salta quedaron sumergidos debido a la fuerte tormenta de agua y granizo que, en sólo tres horas, provocó la caída de más de 60 milímetros de agua. Los pobladores más humildes debieron abandonar sus casas inundadas.

  En las capitales de Corrientes y Chaco, las lluvias matinales superaron los 100 milímetros y sacaron a la luz sus problemas de infraestructura. Las principales calles de las dos ciudades quedaron bajo el agua, con coches flotando a la deriva, como consecuencia del grave déficit de desagües que padecen. En Corrientes, un trozo de la vereda y baranda de la avenida Costanera se desplomó hasta la playa. En las calles, el agua superó el medio metro de altura y atrapó a personas y autos, situación que obligó a los bomberos a socorrer a los afectados. Las autoridades municipales minimizaron los inconvenientes y sostuvieron que la ciudad sufrió "caída de árboles, hundimientos de algunas veredas y muchos desagües tapados por basura, pero nada más. Por suerte, hasta ahora no fue necesario evacuar personas en los barrios marginales".

  En Resistencia, Chaco, los principales afectados fueron los barrios residenciales, debido al mal funcionamiento de una planta de bombeo ubicada a orillas del río Negro. Los indignados vecinos de esos barrios acomodados exigieron en forma airada, a través de la radio, la presencia de los funcionarios de la Dirección de Limpieza, a pesar de que el organismo también se encontraba inundado. Por la tarde, la situación comenzó a normalizarse en las dos capitales.

  En Paraná, la capital de Entre Ríos, las lluvias y los vientos huracanados provocaron el desprendimiento de una parte de la barranca de los barrios próximos al río. El movimiento de tierra dejó a numerosas casas bajo un alud de barro y obligó al personal de Defensa Civil a asistir y evacuar a numerosas familias de los barrios Palangana y Belgrano. La tormenta, que comenzó el viernes a la noche, derribó 120 árboles y produjo cortes de la energía eléctrica.

 

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