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OPINION

Snoopy, camine a la cucha

Por Juan Sasturain

A "Batman", a "The Prince Valiant", a "Blondie", a "Dick Tracy" e incluso al soberbio "Popeye" han continuado o terminado dibujándolos cualquiera. Muertos los creadores originales, el Syndicate yanqui respectivo, dueño del personaje y de la marca, nunca ha vacilado en seguir con el espectáculo: la historieta debe continuar. Pero cuando en 1942 se murió el viejo Herriman, como un faraón egipcio lo enterraron con su felina, tiernísima criatura: el mundo de "The Krazy Kat" era intraducible, imposible en otras manos. Lo mismo va o debe pasar con los "Peanuts". No admitirán padres o tíos, tutores o encargados. Son y serán para siempre hijos del serenísimo Charles Schulz, un señor prolijo, de leve sonrisa, del que sabíamos que era pastor o algo así, además de dibujar con equívoca simpleza de medios uno niños cabezones y neuróticos de manual, más un perro y un pajarito libres y maravillosos, con un ventilador en la cabeza.

  "Peanuts" siempre fue una tira intencionadamente pobre de medios (dibujo mínimo, planos monocordes) y sutil de intenciones: de qué carajo se reía uno cuando se reía. Es la teoría del muerto y el degollado. Charlie Brown, el protagonista, un perdedor; Lucy, un infierno de mandona; Linus, siempre aferrado a su frazadita con el pulgar en la boca; Schroeder, metido casi dentro del piano, ajeno a todo menos a su música. Una galería de enfermoides. A diferencia de Mafalda --para buscar una referencia-- en "Peanuts" no se ve gente grande (jamás, ni los pies) ni se dialoga con ella fuera de cuadro --caso "Matías"-- ni se lidia con otro mundo que no sea el de las relaciones personales. Además, y sobre todo, no existe nadie mafaldianamente saludable. El único que sabe de qué se trata y se pianta a su propio mundo (el escritor, el Barón Rojo, el buitre paciente) es Snoopy, maestro. Y el único que puede transmitir lo que sienten hoy es Woodstock, el pajarito cabezón de vuelo vacilante y enfática expresividad que revoleando las alitas dijo: "¡¡¡¡¡!!!...". Claro que sí.

 

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