Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


UNA RECORRIDA POR LA JORNADA MEDIATICA DE HAIDER
Un día en la vida de un neonazi

En la capital del estado austríaco de Carintia, su gobernador Joerg Haider habla por teléfono con los lectores de una revista. Mientras, sus colaboradores se molestan con ciertas visitas.

Joerg Haider asistiendo a un programa de televisión austríaco.

El País 
de Madrid 

Por José Comas
 
Desde Klagenfurt

t.gif (862 bytes) 
El presidente del Partido Liberal, Joerg Haider, preside desde hace 10 meses el estado federado de Carintia, donde gobierna con estilo populista, sin que se adviertan rasgos represivos. No obstante, algunos de sus colaboradores ocultan a duras penas sus tendencias fascistoides. Una jornada en la vida de Haider en la capital Klagenfurt resulta reveladora. Pasadas las once de la mañana, Haider acudió a la redacción del semanario Kärtner Woche para responder por teléfono a las preguntas de los lectores. Llegó a pie, desde la vecina sede del gobierno, con traje oscuro y corbata; estrechó las manos de los que le daban la bienvenida y subió al trote las escaleras hasta el segundo piso. Con la autorización del director del semanario, el enviado de El País asistió a la reunión. Casi la totalidad de las preguntas se centraba en cuestiones de política local y problemas individuales. Haider tomaba notas y llamaba por su nombre a los interlocutores. Afuera, cuatro guardaespaldas custodiaban la sala.

   Casi todos los interlocutores expresan a Haider buenos deseos para el gobierno de Austria. La primera conversación se centró sobre la celebración, el 10 de octubre, del 80º aniversario del referéndum que decidió la incorporación de Carintia a Austria y no al reino de Yugoslavia. El segundo diálogo se centra en los problemas del presupuesto federal, en el que, según Haider, acaban de hallar un agujero, "que nos dejaron los socialistas", mayor del previsto: "No son 60.000 millones de chelines (4286 millones de dólares), sino 108.000 millones (7738 millones)". Según Haider, esto exige ajustar el presupuesto con reducción de gastos o subida de las cargas. No obstante, Haider tranquiliza a su interlocutor y le asegura que los que hayan cotizado 45 años a la Seguridad Social no tendrán problemas con la jubilación anticipada.

El diálogo deriva hacia la crítica de la Unión Europea (UE) a Austria, y Haider dice: "La UE ha cometido un gran error con las amenazas de sanciones sin tener en cuenta el Tratado. Austria tenía derecho a exponer su punto de vista. Si Austria acudiese al Tribunal Europeo, se condenaría a la UE. Por eso intentan ahora dar marcha atrás".

  El siguiente interlocutor critica a los que les acusan de nazis. Haider le responde que se debe a que él es un político contra el sistema establecido: "Si yo fuese socialista o del OeVP (Partido Popular) no pasaría esto". Se refiere la persona al otro lado del hilo al acto de toma de juramento del nuevo gobierno, y Haider afirma: "Fue indigno", por la forma de la ceremonia en la que el presidente federal Thomas Klestil dejó patente su disconformidad. Una referencia al presidente francés, Jacques Chirac, hace saltar a Haider, quien asegura: "El debería leer sus propias declaraciones sobre los extranjeros. Uno que dijese esas cosas en nuestro país no podría ser político aquí". Llama un libanés nacionalizado austríaco, que vive en el país desde hace 10 años y desde el pasado octubre reside en Carintia. Haider se interesa por la profesión de su interlocutor, quien afirma tener un negocio de videos y critica la campaña extranjera contra Austria. Haider corrobora: "Es una sucia campaña contra nosotros".

  Cuando Haider volvía a hablar sobre la UE, entró en la sala su jefe de prensa, Karl Heinz Petritz, quien se dirigió a este enviado invitándole a abandonar el lugar. "Ustedes escriben siempre de nosotros que somos nazis y fascistas. Yo leo El País y sé lo que digo." La prensa austríaca ha pasado al contraataque. El asunto elegido es España y los graves sucesos racistas acontecidos en El Ejido. Del periódico de Viena Neue Kronen Zeitung se dice que tiene más poder que el mismísimo gobierno de Austria. Su fuerza deriva de su enorme tirada. El Kronen es, sin duda, el alimento espiritual de más de la mitad de la población; sus columnas de opinión hacen temblar a los políticos. El periódico ha dedicado una doble página a El Ejido. El antetítulo reza: " ¡Ay, si eso hubiera pasado aquí entre nosotros!: Caza a los extranjeros en España, pero duras condenas contra Austria". El titular dice: "Acoso a los extranjeros, ¡pero no en Austria!".

  La información empieza con la frase: "La doble moral de los países de la Unión Europea contra Austria queda desenmascarada por la brutal realidad. En el sur de España han estallado auténticos pogroms contra los extranjeros. Los habitantes del país cazan a emigrantes marroquíes y otros africanos". La información cita al periódico conservador alemán Frankfurter Allgemeine, que, según el Kronen, recomienda al presidente de gobierno, José María Aznar, que se ocupe de los sucesos en su propia casa en vez de dedicar su atención a construir imágenes negativas de otros países.


HAIDER LE INICIARA JUICIO A UN DIARIO BRITANICO
Contra todo y contra todos

Todo tiene un límite. Joerg Haider siempre se intentó mostrar moderado ante las inexplicables versiones en los medios de que es neonazi. Su autocontrol fue notable dado que esas versiones, en su opinión, son las responsables de las manifestaciones populares contra él, como las que ayer se registraron en Hungría (de 10.000 personas) e incluso en Australia. Pero ayer el Sunday Telegraph británico llegó demasiado lejos. Después de leer la versión escrita de una entrevista que le hizo el diario, Haider anunció que le haría juicio "inmediatamente" por torcer lo que había dicho.

  La controversia gira en torno a su visión del premier británico de la Segunda Guerra Mundial Winston Churchill. En una entrevista, no publicada, para un semanario austríaco, Haider supuestamente lo había calificado como "uno de los mayores criminales de guerra de la historia". Interrogado por el Sunday Telegraph sobre si respaldaba esa declaración, Haider asintió, citando el bombardeo de Dresde de 1945 para sustentar su argumento. "En Dresde no había soldados alemanes. Sólo había civiles. Es lo mismo que le reprochamos a Hitler: nos preguntamos ¿por qué lanzó bombas sobre ciudades donde sólo vivían civiles y niños?", explicaba en la entrevista. Pero, desde su provincia de Carintia, Haider negó tajantemente ayer haber dicho todo esto. Aseveró que sólo había opinado que Churchill, "como cualquier gran hombre de Estado", tomó decisiones buenas y malas, y que entre las malas fue su política de bombardeo durante la guerra. Más allá de esta disputa, hay otras declaraciones en la entrevista de las que Haider podría querer retractarse. En un momento afirma que los soldados alemanes de la Segunda Guerra Mundial, incluyendo a los de las Waffen SS, combatieron, como también sus oponentes, en pro de la "justicia y decencia". Además, los soldados germanos "no sabían qué estaba pasando realmente".

  Estas piruetas argumentativas no parecen hacer demasiada mella en el frente anti-Haider. El diario alemán Welt am Sonntag publicó ayer un artículo en la que varios jefes de Gobierno y de Estado reiteraron su fuerte oposición al líder neonazi. El conservador jefe de Gobierno español José María Aznar se distanció de sus correligionarios austríacos (que pactaron la coalición de gobierno con Haider) al subrayar que "Estados basados en una superioridad étnica están radicalmente opuestos a nuestro programa". La entrada de los neonazis al gobierno fue "un fenómeno terrible", recalcó el premier israelí Ehud Barak. El presidente francés Jacques Chirac reiteró su teoría de que al violar valores "que representan un pilar común" de la Unión Europea, "Austria ha cometido una especie de ruptura del Tratado de la Unión". Desde Lisboa, el presidente de turno de la UE, el premier portugués Antonio Guterres, aseguró que no tomaría la iniciativa para levantar las sanciones diplomáticas europeas contra Austria.

 

PRINCIPAL