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Según explicó Moyano, la
deuda con las obras sociales de choferes de camiones y de conductores
camioneros y personal del transporte automotor de cargas es de más de 20
millones de pesos por prestaciones para tratamientos de sida y
discapacidad.
"Esto pone en peligro
vidas concretas, de personas con problemas reales y que tienen que estar
al margen de cualquier situación política", dice la carta. Pero lo
que en el texto aparece como una insinuación el sindicalista lo completa
con todas las letras al ser consultado por Página/12. "No nos
van a doblegar, por más que nos extorsionen o nos chantajeen para que la
CGT apoye la reforma laboral, porque la salud de los trabajadores no es
moneda de cambio".
--¿Y si el dinero no
aparece? --le preguntó este diario.
--Responsabilizaremos a
Lombardo por lo que suceda de ahora en más con nuestros beneficiarios.
Nosotros tenemos en espera a una chica que se tiene que hacer un
trasplante de médula. Esa operación cuesta 120 mil pesos sin contar el
IVA. También tenemos pacientes de sida y ya no contamos con dinero para
continuar su tratamiento. Moyano aparece como la punta de lanza. Según el titular de
CGT, Rodolfo Daer, son varias las obras sociales que comenzaron a redactar
cartas documento como paso previo al inicio de acciones legales. "No
hay razón para que nos retengan la plata, que es de los trabajadores. Si
no la devuelven se va a actuar judicialmente", dijo Daer, quien el último
viernes le envió una carta a Lombardo con un pedido de audiencia.
El Gobierno tenía retenidos 6
millones de pesos que por ley debía girar en enero a las obras sociales
sindicales. En las últimas horas, Lombardo dispuso liberar 2 de esos 6
millones, aunque las beneficiadas son organizaciones consideradas
"amigas" de la actual administración. Entre ellas están la
Asociación de Obras Sociales de San Juan, papeleros, actores, encargados
de edificios y la estatal Unión Personal Civil de la Nación, tal cual
anticipó Página/12. Lombardo dijo ayer a FM Feeling que son "un absurdo" las denuncias sobre un plan de asfixia a las obras sociales sindicales y, curiosamente, negó haber recibido quejas de parte de la CGT. Sin embargo, fueron Cano y el propio ministro de Salud quienes hace una semana conversaron sobre el tema con Armando Cavalieri --según reconoció a este diario el propio sindicalista mercantil-- y recibieron una carta con la firma de Daer molesto por la postergación de la entrega de dinero.
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