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El cambio lo favoreció, y los
nuevos criterios de imagen y edición en la TV argentina le dieron a las
dos horas de los domingos por la noche el carácter de festín para
futboleros. A esta altura, resultan mucho más interesantes los clips
realizados en fílmico que ciertas farragosas ¿explicaciones tácticas? a
cargo de los especialistas. Está claro que una imagen vale más que mil
palabras, pero, además, el esfuerzo de los camarógrafos, directores y
editores hace de cada segmento --generalmente musicalizado de manera
ideal-- una pequeña película que llena los ojos, que entrega hasta el más
mínimo detalle de lo que sucede antes, durante y después del pitazo del
árbitro.
No todas las ideas apoyadas en
la tecnología, sin embargo, tienen el mismo nivel de inspiración. Prueba
de ello fue la apertura del ciclo 2000 que se vio este domingo, en la que
Guillermo Barros Schelotto (!) y una chica comandan una nave espacial que
va desperdigando pantallas que transmiten fútbol por todo el mundo. Más
parecido a un delirio de trasnoche ("¡y al final, el Melli dispara
una pantalla en la Luna!") que una utilización inspirada de tanto
aparataje, la presentación resulta así un largo exceso. En el piso, la
escenografía blanquísima, casi de hospital que se vio en el '99 fue
modificada por completo. Tanto, que el dúo conductor no tiene dónde
sentarse, y se mantiene de pie contra el imponente marco de tres pantallas
gigantes que transmiten los anticipos. Las otras renovaciones pasan por la
participación de los protagonistas en las introducciones a un partido
--el domingo resultó especialmente significativa la aparición del ya ex
entrenador de River, Ramón Díaz, haciendo una cuenta regresiva--, o en
los separadores jazzeros encabezados por Gillespi, columnista de humor del
suple No de Página/12, sin duda el mejor hallazgo de esta
nueva cara.
Lo demás es lo conocido, a
favor y en contra. Las transmisiones que se ven en "Fútbol de 1ª"
pueden contarse entre las mejores del mundo, y los clips siguen
condensando a la perfección el clima que se vive fuera y dentro del
estadio. Pero a la vez se sigue comprobando el curioso caso de que, en más
de una oportunidad, los relatores insistan con que una jugada fue foul
cuando la obsesiva cámara lenta demuestra ostensiblemente lo contrario.
En el juego ultramediático del fútbol moderno, la imagen es lo que
cuenta, y "Fútbol de 1ª" es el programa que, aun en sus
contradicciones, mejor condensa esa filosofía. Aun cuando Macaya, con su
tono de abuelito y su lenguaje salpicado de términos como
"naturalmente" y "consecuentemente", dispara párrafos
como el que coronó el segundo gol de Boca: "Independiente es como
esos niños que uno ve en la playa haciendo un castillito de arena, y
cuando están a punto de terminarlos viene una ola y se lleva todo",
dijo.
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