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 El
ya superpoblado sistema penitenciario bonaerense puede quedar al borde del
colapso con el aumento en el número de presos que provocará la
restricción de las excarcelaciones dispuesta por la reforma: en ese
diagnóstico coinciden legisladores y especialistas. Y no sólo ellos:
hasta el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos Ruckauf,
principal propulsor de la reforma, consideró la posibilidad de pedir al
gobierno nacional que revea su decisión de no aceptar más ingresos de
presos a los penales porteños de Villa Devoto y Caseros. El riesgo se ve
en los números: un estudio muestra que 1999 fue el año que tuvo más
protestas carcelarias en los últimos catorce.El sistema penitenciario provincial aloja actualmente a 13.200 presos, cuando su capacidad carcelaria es de 9800 reclusos. Además, hay cerca de 3500 procesados en las comisarías. �Acá lo que vamos a tener es una proyección exponencial de la cantidad de presos en la provincia de Buenos Aires �sostuvo el senador frepasista Eduardo Sigal�. El Ejecutivo tiene que pensar cómo lo va a resolver. Es cierto que se está por inaugurar la cárcel de Alvear, pero hoy por hoy tenemos ya 3400 presos más de la capacidad del servicio, y a eso hay que sumarle aproximadamente 3 mil presos en las comisarías. Nosotros venimos reclamando las 18 alcaidías que hace más de 2 años hemos acordado que hay que construir.� Por lo pronto, el gobierno provincial está evaluando la posibilidad de enviar presos a Devoto y Caseros, que según los planes del gobierno nacional deben dejar de funcionar. �Acabo de leer las declaraciones del gobernador Ruckauf �explicó a Página/12 Patricia Bullrich, secretaria de Políticas Criminales y Asuntos Penitenciarios�. No puedo dar en este momento una respuesta: en caso de que lo soliciten formalmente, primero tenemos que analizarlo con el ministro de Justicia. En nuestro plan estas cárceles no están aptas para seguir funcionando, así que habrá que sentarse y pensar lugares aptos para poder tener a los nuevos presos. Porque tampoco sirve tener presos en un estado en el que se reproduzcan conductas delictivas.� Bullrich aseguró que su cartera está trabajando sobre un nuevo plan de construcciones de obras penitenciarias que estará listo la semana que viene y agregó que �hay que ver si la provincia de Buenos Aires también lo está previendo�. Según el frepasista Pedro Courtiel, las previsiones no son suficientes. �Es presumible que se produzca de aquí a siete u ocho meses un incremento importante y significativo de la cantidad de gente presa y que eso produzca un colapso en el sistema penitenciario �sostuvo�, ya que las previsiones de inversión que tiene el Ejecutivo provincial en construcción de cárceles no guarda relación de proporcionalidad a estas estimaciones.� Sigal agregó que �está demostrado estadísticamente que, cuando hay más de 3200 presos en las comisarías de la provincia de Buenos Aires, se producen fugas y motines�. A una conclusión similar arribó una investigación del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría sobre disturbios y motines carcelarios en los últimos 14 años. De acuerdo al relevamiento, 1999 fue en ese lapso el año con mayor cantidad de motines, disturbios y huelgas de hambre en las cárceles, con un total de 31 protestas (ver recuadro). La superpoblación carcelaria, según Rosendo Fraga, titular de la consultora, va del 25 al 40 por ciento, según distintos cálculos, y es más significativa en la provincia de Buenos Aires, donde �en los últimos años se concentró la mayor cantidad de disturbios, lo que puede tener relación con el incremento de la población�. Para Fraga, �endurecer las condiciones de excarcelación sin ampliar al mismo tiempo la infraestructura carcelaria hará aumentar las condiciones de violencia en los establecimientos�.
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